¡®Trinche¡¯ Carlovich: el mejor futbolista del mundo
Una obra de teatro recoge los testimonios de uno de los mitos m¨¢s desconocidos del f¨²tbol
El Trinche agarraba la pelota en la cancha, gambeteaba por la banda a uno, a dos, a tres y hasta a cuatro rivales. ?l, sibilino, se paraba. Y tiraba un ca?o. Y volv¨ªa hacia atr¨¢s. Y lanzaba otro. As¨ª pari¨® el ca?o de ida y vuelta. ¡°El doble ca?o es, sin duda, el epicentro de su leyenda¡±, escribe Alejandro Caravario, periodista y autor del libro Trinche, un viaje a la leyenda del genio secreto del f¨²tbol (Ed. Planeta). Del f¨²tbol de este argentino, hijo de un fontanero yugoslavo y el m¨¢s peque?o de siete hermanos, no hay v¨ªdeos. Apenas quedan im¨¢genes con su cinco a la espalda. Ya solo resisten los testimonios.
El Trinche no se acuerda de por qu¨¦ lo llaman Trinche. Se llama Tom¨¢s Felipe Carlovich y naci¨® en Rosario?¡ªcuna de Messi, Menotti, Bielsa, Di Mar¨ªa y hasta del Che Guevara¡ª hace 73 a?os. ?Qu¨¦ qui¨¦n es? Ya lo dicen en su obra de teatro, en el Teatro del Barrio hasta este domingo: un jugador de f¨²tbol que pudo haber sido mejor que Maradona y no quiso.
¡°El mejor regalo que me hicieron los Reyes Magos fue una pelota¡±, cont¨® Carlovich al diario Clar¨ªn en marzo de 2019, ¡°?Sab¨¦s lo que era yo con esa maravilla saltarina de goma? No la tocaba m¨¢s nadie. Ese regalo me alegr¨® la vida¡±. El bal¨®n era una Pulpo. Reto?o de una f¨¢brica porte?a que, seg¨²n la revista argentina Enganche, gole¨® a varias generaciones de ni?os y cobij¨® miles de sue?os en el f¨²tbol callejero de trapo. El de barrio. La factor¨ªa Pulpo produc¨ªa 5.000 pelotas diarias. ¡°Se arraig¨® en el imaginario argentino¡±, dijo su creador Nicol¨¢s Cena al magazine. ¡°Vos domin¨¢s una Pulpo y pod¨¦s dominar cualquier tipo de pelota. Es muy dif¨ªcil trasladarla y pegarle a un lugar determinado. Si logr¨¢s eso, sos un crack¡±. Y eso era El Trinche Carlovich.
La leyenda de su zurda se forj¨® en las categor¨ªas inferiores de Rosario Central. El Trinche, de pelo largo, casi por los hombros, a veces con bigote, a veces sin ¨¦l. ¡°Y ocasionalmente con una barba que le da aires de revolucionario atrincherado en el monte¡±, escribi¨® el periodista Alejandro Caravarlo en la revista porte?a Capital. No iba a entrenar. No le gustaba madrugar. Le gustaba salir, salir y salir. Eso s¨ª, llegaba el d¨ªa del partido a la cancha y arrastraba con ¨¦l a un hormiguero infinito de miles de hinchas. Entre ellos, el entrenador Marcelo Bielsa, que confes¨® que pas¨® cuatro a?os yendo cada domingo al estadio para disfrutar de los ingeniosos movimientos de este muchacho rosarino.
El minucioso documental de Informe Robinson El Trinche fue el m¨¢s grande provoc¨® una catarata de seguidores en Espa?a, donde era un desconocido. Sirvan como ejemplo estos testimonios de quienes lo vieron jugar o compartieron vestuario con ¨¦l: ¡°?l era portador de una gen¨¦tica rosarina, del f¨²tbol lento, un jugador de barrio potrero¡±. ¡°El agarraba la pelota y no se la pod¨ªan sacar¡±. ¡°Ten¨ªa una elegancia, una habilidad, un desplante¡±. ¡°Hac¨ªa unos movimientos en contra de la ley de la gravedad. ?C¨®mo carajo hac¨ªa as¨ª, viste?¡± ¡°?l ten¨ªa predisposici¨®n a hacer ese paso doble con el ca?o¡±. ¡°A ¨¦l le falt¨® la profesionalidad del f¨²tbol de alto nivel¡±. ¡°Todo el mundo sab¨ªa c¨®mo jugaba, pero te colmaba la paciencia¡±.
Este documental lleg¨® a la casa del dramaturgo argentino Jorge Eines, que no lo conoc¨ªa, y se lanz¨® a escribir una obra de teatro sobre el mito. ¡°No lo vi jugar. Estuve hablando con mucha gente para escribir el texto. Hay tanta gente que dice que lo vio jugar que los estadios ten¨ªan que tener kil¨®metros. El que no lo vio, quiso verlo y el que quiso verlo y no pudo, se lo imagin¨®. Es fant¨¢stico¡±.
Eines dice que la obra toma al mito. ¡°Mi deseo era darle al f¨²tbol un valor por encima del mercado. El f¨²tbol ha perdido buena parte de eso¡±. Dice que El Trinche es un tipo raro. ¡°Es un tipo que no se sabe muy bien de d¨®nde ha salido¡±. No es f¨¢cil acercarse a ¨¦l. Tiene una hija a la env¨ªan la recaudaci¨®n de las entradas. A veces el 50% y otras el 100%. ¡°?l vive de lo que puede. No trabaja. Va tirando con gente que lo apoya. Con situaciones inestables y con situaciones estables como la Argentina¡±.
Una vez fue expulsado, pero tuvo que ser readmitido por el ¨¢rbitro a petici¨®n del p¨²blico que gritaba: ¡°Trinche. Trinche¡±. El 17 de abril de 1974, la selecci¨®n argentina de f¨²tbol acudi¨® a Rosario para jugar un amistoso frente a los mejores jugadores de la ciudad, un partido preparatorio para el Mundial de Alemania que se celebrar¨ªa unos meses despu¨¦s. Al descanso, los locales ya iban ganando 2-0. Fue tal el ba?o que dieron, que dicen que baj¨® un t¨¦cnico de la albiceleste al vestuario para que quitaran al Trinche del campo. ¡°Est¨¢ desanimando a los muchachos¡±, dijo. Y no jug¨® m¨¢s. Los rosarinos, por si acaso, vencieron 3 a 1. M¨¢s tarde, la selecci¨®n llam¨® al Trinche. Y ¨¦l no se present¨®. Los diarios dicen que estaba pescando. ?l lo niega. El mito se agranda.
De todas las an¨¦cdotas que cuentan del rosarino, Eines se queda con la jugada del no-gol. Cuenta la leyenda que en un partido agarr¨® al bal¨®n en medio campo, se dirigi¨® al ¨¢rea chica, regate¨® a un par de defensas, al portero y se qued¨® con el pie y el bal¨®n en la l¨ªnea de gol. ¡°?Para qu¨¦ serv¨ªa ya meter el gol? Ya era gol. La pis¨¦ y me volv¨ª para mi campo. ?Es gol o no es gol? ?Y qu¨¦? Si me obligan, es gol; pero si yo tomo la decisi¨®n es gol para m¨ª, aunque no suba al marcador. No acepto las reglas que me digan cuando es gol. Yo soy la regla que decide. Yo soy el gol¡±. Y El Trinche.?
'El Trinche, el mejor futbolista del mundo', en el Teatro del Barrio este s¨¢bado y domingo. Entrada: 17 euros.
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