?Vox arrinconado en las Cortes Valencianas?
Llegado el momento y la necesidad, en la Comunidad Valenciana, las fisuras que hayan podido producirse entre las tres fuerzas conservadoras se resta?ar¨¢n si ello implica desalojar del poder auton¨®mico al tripartido de izquierdas
Que un gobierno municipal, auton¨®mico o central atraviesen por una crisis que se salda con ceses y la consiguiente remodelaci¨®n es frecuente; no diremos que habitual, pero, desde luego, no resulta ajeno.
Aunque el poder desgasta sobre todo a quien no lo tiene -Giulio Andreotti- y funciona como argamasa para aquellos que lo detentan, su ejercicio tambi¨¦n genera distorsiones entre estos ¨²ltimos. Si se trata de gobiernos de coalici¨®n cuyos socios, por afinidad ideol¨®gica, saben que deber¨¢n acabar pescando en similares caladeros electorales, la cr¨®nica anticipada de las disfunciones y potencial ruptura est¨¢ escrita desde el momento de la firma del pacto.
Lo estamos viviendo con el Gobierno del Bot¨¢nico. Lo viviremos con el de Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias. Arrebatar el puesto de primus inter pares es una pulsi¨®n latente entre socios de gobierno, mientras la tentaci¨®n del sorpasso permanece apaciguada y se reactiva ante la convocatoria de elecciones. Comprom¨ªs y Unidas Podemos tienen esa tentaci¨®n respecto al PSPV-PSOE, como Iglesias la experimenta respecto a S¨¢nchez.
Lo que resulta m¨¢s singular es la crisis de la oposici¨®n. La hemos vivido esta semana, dicen, con motivo de la Proposici¨®n No de Ley (PNL) presentada por Vox para exigir la implantaci¨®n en los centros educativos valencianos del llamado por los de Abascal ¡°pin parental¡±; Vox reclamaba autorizaci¨®n paterna previa y por escrito -en eso consiste el pin parental- para las actividades escolares complementarias que aborden ¡°contenidos de valores ¨¦ticos, morales, sociales y c¨ªvicos¡±. Por olvido o ignorancia, los promotores de la PNL ocultan que dichas actividades son comunicadas al inicio del curso. No se desarrollan ni con nocturnidad ni con alevos¨ªa. Por tanto, se trata de crear el caos donde no lo hay para erigirse, a continuaci¨®n, en salvadores del caos. Santo y se?a de las siglas Vox.
En el parlamento valenciano ning¨²n grupo apoy¨® el pasado mi¨¦rcoles la propuesta de Vox. El PP de Isabel Bonig y el C¡¯s de Toni Cant¨® arremetieron contra la iniciativa. Los primeros la tacharon de ¡°ilegal¡± y los segundos de ¡°verg¨¹enza¡±. Los partidos del tripartito del Consell -PSPV-PSOE, Comprom¨ªs y Unidas Podemos- se relam¨ªan de gusto viendo c¨®mo se daban canela fina entre s¨ª los integrantes del bloque opositor. Los cronistas destacaban el cisma abierto en las filas de la derecha valenciana y el arrinconamiento de Vox contra las cuerdas parlamentarias. An¨¢lisis cortoplacista.
El PP, C¡¯s y Vox gobiernan conjuntamente en Madrid, Andaluc¨ªa y Murcia, aunque C¡¯s niegue la mayor y se refugie en la irrisoria estrategia de decir que su pacto es con el PP, y no con Vox.
No tengamos la m¨¢s m¨ªnima duda: llegado el momento y la necesidad, aqu¨ª, en la Comunidad Valenciana, las fisuras que hayan podido producirse entre las tres fuerzas conservadoras se resta?ar¨¢n si ello implica desalojar del poder auton¨®mico al tripartido de izquierdas. Tambi¨¦n Pedro S¨¢nchez sufr¨ªa pesadillas ante la posibilidad de tener que pactar con Pablo Iglesias o necesitar el respaldo de los soberanistas para su investidura, y mira, ha superado el trauma con nota.
Pero, adem¨¢s, lo sucedido en las Cortes Valencianas con la PNL de Vox ha sido un ¨¦xito para esta formaci¨®n. Una vez m¨¢s su estrategia, guiada desde Madrid, ha conseguido objetivos: marcar la agenda pol¨ªtica valenciana, obligar al PP y a C¡¯s a pronunciarse sobre un tema que les resulta inc¨®modo en relaci¨®n con un sector de sus electorados, y concitar toda la atenci¨®n medi¨¢tica. Con raz¨®n desde la tribuna de invitados del Parlamento auton¨®mico su dirigente nacional Roc¨ªo Monasterio sonre¨ªa con delectaci¨®n.
En Vox consideran, m¨¢s por intuici¨®n que por formaci¨®n pol¨ªtica, sospecho, que llevar a los ciudadanos al l¨ªmite de lo soportable no es, para sus intereses, un error imperdonable. Es el camino para alcanzar el poder; por eso, cuanto peor, mejor para ellos. Saben, como Donald Trump en EE.UU -de esa fuente beben- que cuanto m¨¢s polarizada est¨¢ una sociedad m¨¢s se movilizan sus votantes y activistas. Y no hay nada que polarice tanto a los m¨¢s de tres millones y medio de votantes de Abascal -254.000 en la Comunidad Valenciana, diez esca?os- que sentir a todo el estamento pol¨ªtico en guerra abierta contra el partido por el que han apostado. La capilaridad pol¨ªtica de Vox, su capacidad de penetraci¨®n en amplias capas sociales, est¨¢ por descubrirse. Mejor no desde?arla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Vox
- Pactos postelectorales
- Ciudadanos Comunidad Valenciana
- Pacto del Bot¨¤nic
- Pactos pol¨ªticos
- Ciudadanos
- PSPV-PSOE
- Comprom¨ªs
- Partidos ultraderecha
- Parlamentos auton¨®micos
- PPCV
- PSOE
- Comunidad Valenciana
- PP
- Podemos
- Ultraderecha
- Parlamento
- Partidos pol¨ªticos
- Ideolog¨ªas
- Elecciones
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Espa?a
- Pol¨ªtica