¡°El proyecto de nueva Constituci¨®n es malito, as¨ª que conviene rechazarlo y hacer uno mejor¡±
Ernesto Ottone, uno de los intelectuales reformistas de mayor prestigio en Chile, de pasado comunista y asesor clave del Gobierno del socialista Ricardo Lagos, explica su opci¨®n por el rechazo en el plebiscito del domingo 4 de septiembre
El doctor en Ciencias Pol¨ªticas y ensayista de centroizquierda Ernesto Ottone (Valpara¨ªso, 1948) votar¨¢ por rechazar la propuesta de la convenci¨®n constituyente en el plebiscito del pr¨®ximo domingo 4 de septiembre: ¡°Rechazo porque estoy convencido de que es el mejor camino para una buena Constituci¨®n¡±, explica este fin de semana con su tono calmado, en su departamento del municipio de Providencia, en Santiago de Chile, donde conviven libros, cuadros coloridos y un fuerte toque parisino, porque en la capital de Francia vivi¨® muchos a?os y sigue realizando actividad acad¨¦mica. Es de los que rechazar¨¢, pero para tener una nueva Carta Fundamental y reemplazar la actual, que tiene sus or¨ªgenes en 1980, en la dictadura de Augusto Pinochet. De pasado comunista hasta fines de los a?os setenta ¡ªfue l¨ªder mundial de sus juventudes¡ª, el soci¨®logo fue asesor estrat¨¦gico clave del Gobierno del socialista Ricardo Lagos (2000-2006). Es un intelectual que se asoma a lo p¨²blico, m¨¢s que un pol¨ªtico que se asoma a los libros. Y a d¨ªas del refer¨¦ndum, analiza que ¡°el Chile de hoy es un Chile m¨¢s moderado¡± que hasta hace poco y que el proceso constituyente ha tra¨ªdo un nuevo impulso al sector ideol¨®gico que lo representa: el de la izquierda moderada que mira m¨¢s bien con cautela al Gobierno de Gabriel Boric.
Pregunta. ?C¨®mo describir¨ªa la escena pol¨ªtica chilena a una semana del plebiscito?
Respuesta. La atm¨®sfera es como debe ser ante un acontecimiento pol¨ªtico tan relevante: nerviosa, crispada, expectante. Si bien las encuestas marcan una posibilidad mayor de que triunfe la opci¨®n de quienes rechazan la propuesta de nueva Constituci¨®n, nada es seguro. El Gobierno hace mucho esfuerzo porque gane el Apruebo y se juega por entero, quiz¨¢s en el l¨ªmite de lo correcto. Sin embargo, no hay un ambiente dram¨¢tico ni sensaciones apocal¨ªpticas, lo que es bueno. Sea cual sea el resultado, el 5 de septiembre amanecer¨¢ y el pa¨ªs estar¨¢ ah¨ª mismo y tendr¨¢ que ponerse de acuerdo sobre c¨®mo seguir¨¢n las cosas hacia adelante.
P. ?Es posible que haya mucha diferencia entre una y otra alternativa?
R. Ser¨¢ probablemente un resultado con una diferencia no abismal, por lo que se tendr¨¢n que buscar formas de c¨®mo proseguir el proceso de reforma constitucional que tomar¨¢ un buen tiempo. Nadie (o muy pocos) est¨¢n por volver atr¨¢s. Pero una buena parte tanto de los que aprueban como de los que rechazan tienen cr¨ªticas no menores al proyecto entregado por la convenci¨®n.
P. ?C¨®mo observa a la sociedad ante el refer¨¦ndum? ?Sigue vigente el malestar de octubre de 2019?
R. Definitivamente no, la situaci¨®n pol¨ªtica ha cambiado mucho.
P. ?En qu¨¦ sentido ha cambiado mucho la pol¨ªtica chilena en los ¨²ltimos tres a?os?
R. El actual Gobierno no ha mostrado hasta ahora una gran capacidad de direcci¨®n, ha cometido m¨¢s errores que aciertos y no cuenta con un buen nivel de aprobaci¨®n. Esto se debe a la inexperiencia del nuevo grupo dirigente y a problemas econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos que no logra enfrentar bien. El contexto global no es bueno y eso ha generado, por ahora, un cierto sentimiento de desilusi¨®n. Ello ha cambiado la correlaci¨®n de fuerzas: la derecha, aunque debilitada, tiende a recomponerse de una manera m¨¢s diversificada con algunos dirigentes m¨¢s j¨®venes, menos conservadores, m¨¢s abiertos a un Chile m¨¢s moderno y menos desigual. Pero quiz¨¢s la mayor novedad es que vuelve a revivir el esp¨ªritu reformador de un sector del centroizquierda que particip¨® en la transici¨®n democr¨¢tica y que qued¨® hu¨¦rfana cuando sus referentes partidarios decayeron enormemente ante la cr¨ªtica ¨Cmuchas veces despiadada¨C de la izquierda maximalista conformada por las generaciones m¨¢s j¨®venes, sin casi defender su obra y subordin¨¢ndose a la izquierda radical.
P. ?En qu¨¦ posici¨®n est¨¢ ese mundo del que habla de cara al plebiscito?
R. Curiosamente, buena parte de ese renacimiento se ha hecho al margen de estructuras partidarias y en oposici¨®n al proyecto de Constituci¨®n elaborado por la convenci¨®n constituyente. Por el contrario, la izquierda radical ¨Cque era la mayor¨ªa absoluta en la convenci¨®n constitucional¨C no lo hizo bien y se ha redimensionado hacia abajo. El Chile de hoy es un Chile m¨¢s moderado, aunque sectores muy ultras siguen planteando la violencia y lo seguir¨¢n haciendo en el futuro, pero seguramente con menor aceptaci¨®n de la poblaci¨®n.
P. ?Es un consenso pol¨ªtico que el proceso constituyente seguir¨¢, sea cual sea el resultado del refer¨¦ndum?
R. En la medida que los extremos tanto de derecha como de izquierda tiendan a reducirse y se cristalice una mayor¨ªa democr¨¢tica y moderada, se podr¨¢ establecer un amplio consenso hacia una Constituci¨®n que sea moderna, progresista y social que pueda ser compartida.
P. ?Qu¨¦ le parece mal de la Constituci¨®n vigente?
R. La Constituci¨®n vigente, aunque se le hicieron muchos cambios y en el Gobierno de Lagos se suprimieron los enclaves autoritarios m¨¢s graves, tiene una ilegitimidad de origen, algunos aspectos conservadores y varios candados que dificultan avances modernizadores. Es una Constituci¨®n del siglo pasado donde quedan fuera tem¨¢ticas del siglo actual, no define el car¨¢cter social del Estado y es restrictiva con los derechos humanos.
P. ?Y qu¨¦ no le gusta de la propuesta de la convenci¨®n?
R. El proyecto que se nos propone avanza en todos los aspectos que estaban al debe en la actual Carta Fundamental y tambi¨¦n en otros. Eso est¨¢ bien y hay que rescatarlo. Pero, al mismo tiempo, la propuesta de nueva Constituci¨®n comete gruesos errores, particularmente en cuanto al sistema pol¨ªtico. Debilita, adem¨¢s, la separaci¨®n de los poderes del Estado y tambi¨¦n los balances y controles necesarios de una democracia.
P. ?Por ejemplo?
R. En un r¨¦gimen presidencial, propone eliminar el Senado que tiene una buena tradici¨®n en Chile, reemplaz¨¢ndolo por una c¨¢mara regional de tono menor. Trata mal el tema de los pueblos originarios, que debe ser largamente mejorado, pero no a trav¨¦s de una exacerbaci¨®n identitaria, como all¨ª se plasma. Tiene en muchos aspectos, adem¨¢s, una suerte de confusi¨®n entre materias constitucionales y elementos de programa pol¨ªtico partisano. Ello me hace pensar que no se debe retroceder hacia la Constituci¨®n vigente, pero que el proyecto presentado debe ser reformulado.
P. Entonces, ?cu¨¢l es el mejor camino para que Chile tenga una Constituci¨®n que genere m¨¢s consenso? ?Aprobando el texto propuesto por la convenci¨®n y luego reformando o rechaz¨¢ndolo y luego iniciando otro proceso constituyente?
R. Sinceramente, creo que es mejor partir desde el inicio: rescatando los aspectos positivos de la propuesta de la convenci¨®n, escribi¨¦ndola mejor ¡ªque lo necesita cruelmente¡ª, porque no se trata de un decorador de interiores lo que requiere, sino de arquitectos. Creo que eso se hace mejor desde el Rechazo que desde el Apruebo.
P. Usted es un intelectual de centroizquierda reformista. ?C¨®mo explica que parte de su mundo est¨¦ por rechazar la propuesta de la convenci¨®n al igual que la derecha, dos sectores que se enfrentaron tan duramente en la dictadura y la transici¨®n?
R. Pienso que es un gran error considerar el tema constitucional como un enfrentamiento entre la izquierda y la derecha. De hecho, la mayor¨ªa de los que van a votar no se definen en ninguna de las dos categor¨ªas. Se trata de construir una ley de leyes democr¨¢tica en la que puedan convivir los habitantes de Chile. No me preocupa que exista gente de centroizquierda que piense que es mejor aprobar y despu¨¦s hacer los cambios, pero ?por qu¨¦ vamos aprobar algo malito para despu¨¦s cambiarlo? Me parece mejor decir: ¡°Miren queridos convencionales, el proyecto es malito as¨ª que conviene rechazarlo y hacer uno mejor, con reglas mejores y con otro esp¨ªritu, con todo respeto¡±. Ambas posiciones son leg¨ªtimas, pero la que sostengo me parece m¨¢s l¨®gica.
P. ?Toda la derecha est¨¢ comprometida con una nueva Constituci¨®n?
R. Habr¨¢ gente de derecha que votar¨¢ Rechazo porque aborrece los cambios y otra gente de derecha que votar¨¢ Rechazo, pero est¨¢ dispuesta a realizar los cambios a los que se opuso en el pasado. Finalmente, lo que debemos lograr es una Constituci¨®n democr¨¢tica en la que todos podamos convivir.
P. ?C¨®mo ha actuado el Gobierno de Boric en todo este proceso?
R. Mi preocupaci¨®n principal cuando el presidente Boric decidi¨® jugarse abierta y exageradamente por la opci¨®n del Apruebo en el proceso electoral es, precisamente, por eso. Si gana el Apruebo resultar¨¢ reforzado y el sector m¨¢s radical que lo acompa?a, exultante. Pero si pierde, saldr¨¢ trasquilado. Y los presidentes trasquilados no solo lo pasan mal, sino que es el pa¨ªs el que se debilita, m¨¢s a¨²n considerando que, sea cual sea el resultado, habr¨¢ mucho trabajo que hacer, heridas por resta?ar, asegurar la convivencia democr¨¢tica en tiempos sombr¨ªos. Y, para ello, se necesita un presidente con gran autonom¨ªa y capacidad de maniobra, no un jefe partisano.
P. ?Qu¨¦ le espera a Chile desde el 5 de septiembre? ?Es optimista o pesimista respecto del futuro?
R. Chile no est¨¢ en su mejor momento. Al igual que todo el mundo atraviesa una fase triste de la globalizaci¨®n y tiene, junto a los problemas globales, problemas particulares: sus indicadores est¨¢n a la baja, la criminalidad ha crecido y, en fin, vienen tiempos dif¨ªciles. Pero gracias a esos decenios de construcci¨®n democr¨¢tica de la transici¨®n, tan criticados por quienes ven en la gradualidad un defecto y no una virtud, Chile tiene bases s¨®lidas que le pueden permitir recuperar el impulso propulsivo de sus primeros 20 a?os posteriores a la dictadura (1990-2010) donde dio un salto adelante sin comparaci¨®n en toda su historia. M¨¢s que de nuestro optimismo, el futuro depender¨¢ de nuestro esfuerzo y sensatez.
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