Del municipio m¨¢s pobre de Santiago de Chile a ganar el mundial de K-pop
Soldier se hizo con el m¨¢ximo premio del certamen en Corea del Sur. ¡°El K-pop es danza, belleza, maquillaje,¡±
Estos j¨®venes no quieren ser una banda de chicos malos. Pertenecen a la generaci¨®n que respira y transpira K-pop, el fen¨®meno musical surcoreano que conquist¨® a los centennials con sus performances y mensajes positivos. En La Pintana, el municipio m¨¢s pobre de Santiago de Chile, vive Martin Silva, de 24 a?os. Es el l¨ªder del grupo Soldier, que imita las trabajadas cor...
Estos j¨®venes no quieren ser una banda de chicos malos. Pertenecen a la generaci¨®n que respira y transpira K-pop, el fen¨®meno musical surcoreano que conquist¨® a los centennials con sus performances y mensajes positivos. En La Pintana, el municipio m¨¢s pobre de Santiago de Chile, vive Martin Silva, de 24 a?os. Es el l¨ªder del grupo Soldier, que imita las trabajadas coreograf¨ªas de las bandas de este g¨¦nero, como la planetariamente conocida BTS. Tras seis a?os de entrenamiento, en 2019 form¨® su escuadr¨®n de siete integrantes que bailan frente a espejos en distintos puntos de la capital. Este a?o, al igual que otro centenar de grupos del pa¨ªs, enviaron un v¨ªdeo a los organizadores del World Festival 2022, el mundial de K-pop que se celebra en Changwon, Corea del Sur. Superaron todos los cortes hasta quedar entre los ocho finalistas, siendo los ¨²nicos latinoamericanos. En octubre viajaron a competir y bailar, ya no frente a espejos, sino ante un p¨²blico fervoroso. Los muchachos, de entre 17 y 24 a?os, regresaron a Chile como campeones mundiales de dance cover.
Son las 16.30 horas de este viernes y la banda extendida -17 integrantes; hombres y mujeres- recorre el Teatro Municipal de La Pintana, donde se presentar¨¢n por primera vez en la noche. Unos sacan el m¨®vil para grabar las instalaciones, otros practican los pasos de baile cantando a capella las canciones y una le pregunta a Silva si ya pueden ir a comer. Alto, menudo, con el pelo te?ido color amarillo divido en dos bloques, el l¨ªder de la grupo es tan cercano como exigente con sus compa?eros. ¡°Me cost¨® llegar a esto. Durante a?os me met¨ª a bandas que se disolv¨ªan porque no ten¨ªan objetivos claros y no quise repetir los mismos errores. Yo siempre les promet¨ª que ¨ªbamos a ganar el mundial. Que ¨¦ramos los mejores, que hab¨ªamos entrenado para esto, as¨ª que sent¨ª una enorme felicidad y orgullo cuando nos dieron el premio¡±, relata con voz dulce. Cada integrante recibi¨® unos 200 d¨®lares por el primer lugar en la competencia.
Los j¨®venes comparten una est¨¦tica heredada de las bandas surcoreanas. Pero no solo se visten, peinan y maquillan como ellos o ellas, tambi¨¦n consumen sus series, conocen su gastronom¨ªa y, lo m¨¢s importante para Herrera, act¨²an con rectitud. ¡°No podemos andar bebiendo, drog¨¢ndonos o diciendo groser¨ªas en p¨²blico. Nosotros estamos cambiando la comunidad. Aunque sea a una persona de entre 10.000, podemos mostrarle que hay oportunidades¡±, plantea el mayor de la banda, estudiante de acondicionamiento f¨ªsico. ¡°El K-pop es danza, belleza, maquillaje, vestuario¡¡±, describe Silva.
Para los chicos se trata de romper con los moldes. Ellos ven que el K-pop surgi¨® como una propuesta contestataria a la sociedad machista surcoreana y que eso se puede replicar en todas partes. En Latinoam¨¦rica han pegado con fuerza, siendo Chile uno de los principales destinos de la regi¨®n para las bandas asi¨¢ticas, que suelen integrarse de solo un g¨¦nero.
Los ministerios coreanos de Relaciones Exteriores, Cultura, Deporte y Turismo, y la televisi¨®n p¨²blica KBS decidieron organizar el World Festival de K-pop en 2011 para propagar la cultura del pa¨ªs asi¨¢tico al resto del planeta. Y han tenido ¨¦xito en su prop¨®sito. Fernando Herrera, de 21 a?os, integrante de Soldier, tambi¨¦n nacido en La Pintana, decidi¨® no rendir la prueba de selecci¨®n universitaria y trabaja espor¨¢dicamente en la construcci¨®n, siempre dedicando sus fines de semana a bailar. Al igual que la mayor¨ªa del grupo, nunca hab¨ªa salido de Chile hasta este octubre, cuando cruz¨® medio mundo para asistir al certamen.
Las 35 horas que tardaron en llegar a destino no empa?aron la experiencia. ¡°El avi¨®n ten¨ªa de todo: pel¨ªculas, comida, ba?o, pod¨ªas ponerte de pie, ver para afuera, no te aburr¨ªas¡±, cuenta Herrera con una ilusi¨®n contagiosa en las butacas del teatro. Por precauciones pand¨¦micas, la organizaci¨®n impidi¨® que los j¨®venes pasearan durante las dos semanas de estad¨ªa. Los chicos compart¨ªan alojamiento con sus competidores de pa¨ªses como Alemania, Nigeria y Jap¨®n, con quienes se comunicaban a trav¨¦s de int¨¦rpretes. Pasaban los d¨ªas ensayando, montando y grabando. ¡°Yo pude salir un poquito¡±, apunta Herrera, que debido a una intoxicaci¨®n estomacal fue trasladado a un hospital, ocasi¨®n que aprovech¨® para entrar a un centro comercial.
Herrera a¨²n no sabe en qu¨¦ quiere trabajar, pero tiene claro que el dinero que gane se convertir¨¢ en un pasaje que lo lleve de regreso a la pen¨ªnsula, de la que qued¨® prendado por su abundante naturaleza. A Sebasti¨¢n Guzm¨¢n, de 21 a?os, vestido con una camiseta de tela negra transl¨²cida y pantalones pitillo, le sorprendi¨® la limpieza de las calles y, a modo de broma, dice que le dio verg¨¹enza cuando regres¨® al centro de Santiago.
El primer lugar en el mundial les signific¨® una invitaci¨®n al palacio de La Moneda para conocer al presidente Gabriel Boric. ¡°Est¨¢bamos todos s¨²per tensos. Nos llevaron a una sala peque?a y Boric nos calm¨®. Qued¨¦ loco. Fue como hablar con un amigo¡±, relata Guzm¨¢n. El joven de Puente Alto planea rendir por tercera vez la prueba de selecci¨®n universitaria. Mientras define qu¨¦ hacer con su futuro, seguir¨¢ bailando con Soldier que, tras cuatro a?os de entranamiento, varios festivales, eventos y un primer lugar en el mundial de K-pop, ha comenzado a cobrar por presentar su espect¨¢culo.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n