Bailar K-Pop entre los rascacielos de la Castellana

Un d¨ªa t¨ªpico de Chiara Manuguerra, ¨ªtalo-espa?ola de 24 a?os, empieza entre los apuntes y los libros de arquitectura, la carrera que estudia en la Polit¨¦cnica de Madrid, y sigue en Ciudad Universitaria, donde se desplaza para seguir las clases que tanto le gustan. All¨ª se sube a la l¨ªnea 6 del metro para recorrer las ¨²nicas cuatro paradas que la separan de su segunda pasi¨®n: bailar K-Pop. La danza es sobre todo un entretenimiento para ella, aunque reconoce que le gustar¨ªa poderse dedicar a esto de forma profesional. ¡°No funcionar¨ªa, soy realista¡±, admite con un ¨¢pice de tristeza en la voz. En Azca puede ensayar en libertad coreograf¨ªas entre los rascacielos de la Castellana, y alimentar al mismo tiempo su amor para la arquitectura y por para el baile coreano.

Como ella, hay decenas de j¨®venes que todos los d¨ªas se re¨²nen en las terrazas al aire libre del distrito financiero en el paseo de la Castellana para bailar K-Pop, el g¨¦nero musical surcoreano que se ha convertido en los ¨²ltimos cinco a?os en un fen¨®meno mundial. La mayor¨ªa de ellos no tienen m¨¢s de 25 a?os, pertenecen a la llamada generaci¨®n Z, o generaci¨®n posmilenial, e invierten todo su tiempo libre en replicar las complejas coreograf¨ªas de sus bandas favoritas. Se re¨²nen por las tardes, cuando salen del colegio o de la universidad, aunque es sobre todo en los fines de semanas cuando m¨¢s ensayan.

Hace dos a?os encontraron en Azca el lugar perfecto donde reunirse. ¡°Antes ¨ªbamos a Atocha, pero empez¨® a juntarse m¨¢s gente, y la polic¨ªa nos ech¨®¡±, cuenta Manuguerra, que a principios de 2019 fund¨® el grupo de danza urbano Nova Big Family. Los espejos de las paredes de las torres que rodean la ¡°pista de baile¡± y la ausencia de vecinos - los edificios de alrededor est¨¢n ocupados por oficinas y actividades comerciales - son las dos principales razones que han convertido la supermanzana entre Nuevo Ministerios y el Bernab¨¦u en el kil¨®metro cero del pop coreano madrile?o.

El auge del K-Pop golpe¨® la capital hace menos de tres a?os. Manu Guerra se acerc¨® al pop coreano en Wosap, la primera academia de baile madrile?a en ofrecer clases de este g¨¦nero musical. ¡°Con una chica que conoc¨ª en la academia prepar¨¦ mi primera coreograf¨ªa, Kill this love, del grupo femenino Blackpink¡±. Le gust¨® tanto la experiencia que empez¨® a reclutar miembros para su grupo entre los alumnos de la academia. Hoy son los propios exalumnos los que dan clases de este g¨¦nero, que desde el 2015 se hizo popular.

Roxie Ramos es contable financiera a tiempo completo. Peruana de 30 a?os, cuando sale de la oficina se pone el ch¨¢ndal y corre a Azca para ensayar con su grupo. Empez¨® a bailar ballet a los ocho a?os, seguido de bailes peruanos y la danza del vientre. Nunca pens¨® en salir de la zona de confort de su formaci¨®n cl¨¢sica hasta que conoci¨® el pop coreano y entr¨® en el grupo Nova Big Family. ¡°El K-Pop engloba muchos estilos de bailes diferentes, me gusta esta versatilidad¡±, explica.

Hay m¨¢s de diez grupos que todos los d¨ªas se dan cita en esta academia de baile al aire libre para practicar las coreograf¨ªas de las ¨²ltimas tendencias de m¨²sica coreana hasta alcanzar la perfecci¨®n. ¡°No es solo baile, tambi¨¦n actuamos¡±, precisa Ramos, ¡°hacemos lip sync e intentamos interpretar de la forma m¨¢s parecida a cada uno de los idols¡± - as¨ª llaman a las estrellas de la m¨²sica pop coreana los aficionados a este g¨¦nero. Cuando cada movimiento y expresi¨®n del rostro ha sido perfectamente interiorizada, los grupos trasladan la exhibici¨®n al centro de Madrid.

¡°Nos hemos dado cuenta de que lo que m¨¢s gusta no solo es vernos bailar, sino hacerlo en un lugar conocido de la ciudad y con la interacci¨®n del p¨²blico¡±, cuenta Manu Guerra. La Puerta del Sol, ?pera, el Palacio Real o el Retiro son los escenarios m¨¢s populares de las exhibiciones que graban y suben a sus redes sociales, aunque desde que se inaugur¨® la estaci¨®n de Gran V¨ªa, el templete y el edificio de Telef¨®nica est¨¢n ganando el favor del p¨²blico. El ¨²ltimo v¨ªdeo de su grupo, una versi¨®n de la canci¨®n coreana Ping Pong, obtuvo casi 80.000 visualizaciones en cuatro d¨ªas.

Algo m¨¢s que una afici¨®n

?mbar Jezabel G¨®mez (20) es bailarina profesional y miembro del grupo Broof. Se gradu¨® hace un a?o en danza espa?ola en el conservatorio de Madrid, un g¨¦nero que empez¨® a bailar desde muy peque?a. ¡°Aunque estudiaba flamenco, siempre me interes¨® el baile urbano, que practicaba mirando videos en redes de core¨®grafos famosos¡±, recuerda. En 2017 descubri¨® que el pop coreano hab¨ªa aterrizado a Madrid. Desde entonces, todos los fines de semana dedica al menos ocho horas al d¨ªa para ensayar con su grupo en Azca.

¡°Es un espacio tranquilo, solo para nosotros¡±, comenta Sergio Pe?a, madrile?o de 17 a?os. ¡°Aqu¨ª nadie te mira raro por c¨®mo te vistes o por c¨®mo bailas, es un lugar seguro¡±. Empez¨® a bailar hace un a?o, impulsado por un grupo de amigos aficionados al pop coreano. ¡°Me resultaba aburrido venir aqu¨ª y quedarme mirando, as¨ª que un d¨ªa perd¨ª el miedo y empec¨¦ a bailar¡±. Es miembro de dos grupos de baile, Two Secrets y Force Up. Este ¨²ltimo gan¨® el concurso de baile asi¨¢tico de la Japan Weekend Madrid, que se celebr¨® a finales de septiembre.

¡°Es verdad que incluso aunque sea solo un hobby, nos lo tomamos muy en serio¡±, reconoce Manu Guerra, que con Nova Big Family ha participado en concursos importantes ¡°dentro de este mundillo¡±. En julio su grupo fue uno de los 10 finalistas del Concurso de K-Pop organizado en ocasi¨®n del 10? aniversario de la creaci¨®n del Centro Cultural Coreano en Espa?a. El ganador participa cada a?o en el campeonato mundial, que se celebra en Changwon. ¡°Este a?o no ganamos, pero hemos cumplido con nuestro objetivo despu¨¦s de la pandemia: volver a subirnos a un escenario¡±.

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