El misterio de la muerte de Pablo Neruda: 12 a?os tras las huellas de un posible envenenamiento
Dos jueces y tres paneles cient¨ªficos han indagado durante m¨¢s de una d¨¦cada en las causas de la muerte del poeta, que falleci¨® d¨ªas despu¨¦s del golpe de Augusto Pinochet en Chile. La ¨²ltima investigaci¨®n ha anunciado que no lleg¨® a un consenso, aunque el sobrino del Nobel afirma que demuestra que el poeta fue envenenado
Si no fuera porque en 2011, 38 a?os a?os despu¨¦s de la muerte de Pablo Neruda, su exch¨®fer Manuel Araya dijo que el poeta chileno fue envenenado durante su internaci¨®n en la Cl¨ªnica Santa Mar¨ªa de Santiago, su causa de fallecimiento no se habr¨ªa cuestionado. El Premio Nobel de Literatura estaba enfermo de c¨¢ncer de pr¨®stata con met¨¢stasis y su certificado de defunci¨®n, documento que tambi¨¦n ha sido puesto en duda, se?alaba que el deceso fue por ¡°caquexia cancerosa¡±.
La muerte de Neruda, cuyo nombre era Neftal¨ª Reyes, se remonta al 23 de septiembre de 1973, 12 d¨ªas despu¨¦s del golpe del Estado militar que derroc¨® al presidente socialista Salvador Allende el 11 de septiembre de ese a?o. Araya fue quien lo traslad¨® a la cl¨ªnica, junto a la esposa del poeta, Matilde Urrutia, desde su casa en Isla Negra, una localidad costera ubicada a unos 100 kil¨®metros de Santiago de Chile.
El testimonio del ch¨®fer, el ¨²nico del expediente que da cuenta de esta sospecha, provoc¨® que en 2011 el Partido Comunista, en el que militaba el escritor, presentara una querella. R¨¢pidamente, se abri¨® una investigaci¨®n judicial que en 2023 cumple 12 a?os abierta. Una indagatoria que entr¨® en su etapa decisiva luego de que el tercer panel internacional de cient¨ªficos que interviene en el caso determinara, seg¨²n informaci¨®n difundida por el sobrino del poeta Rodolfo Reyes, y no por los peritos ni por el tribunal, que a Neruda ¡°le fue inyectada un arma biol¨®gica¡±.
La afirmaci¨®n de Reyes se basa en las conclusiones del panel tras los an¨¢lisis realizados a la bacteria Clostridium botulinum, hallada en 2017 en un molar del poeta. Estas pruebas, encargadas a un laboratorio de Dinamarca y otro de Canad¨¢, determinaron, ha se?alado el sobrino de Neruda, que el origen de la sustancia era end¨®geno, lo que supone que le fue ¡°inyectado¡± en vida. La tesis que se plantea hoy es que la sustancia corri¨® por el torrente sangu¨ªneo hasta quedar alojada en la pulpa de la pieza dental, la que se escogi¨® para examinarla pues es considerada una zona est¨¦ril: no deb¨ªa tener ni caries ni tapaduras.
¡°El laboratorio de Canad¨¢ ten¨ªa el molar completo y una osamenta del cr¨¢neo. En cambio, el de Dinamarca ten¨ªa un f¨¦mur, que es m¨¢s poroso, y un incisivo, que ten¨ªan menos cantidad de Clostridium botulinum. Pero es la misma cepa de los dos laboratorios, que indistintamente trabajaron. No cabe duda de que eso fue end¨®geno e inyectado. Y se lo pusieron a Neruda estando vivo y corri¨® por el torrente sangu¨ªneo¡±, asegura Reyes, quien es abogado querellante de la causa junto a Elizabeth Flores.
El informe y la jueza
El informe preliminar con estas conclusiones fue entregado este 15 de febrero a la jueza Paola Plaza, quien investiga las circunstancias de la muerte de Neruda. La encargada de hacerlo fue la jefa del panel, la m¨¦dico chilena Gloria Ram¨ªrez.
El documento, sin embargo, no es vinculante para la decisi¨®n que la jueza tiene que tomar, pues debe ponderar la opini¨®n de estos expertos con los cientos de testimonios y antecedentes que conforman el expediente Neruda. Entre ellos, los resultados del primer panel que analiz¨® los restos del poeta en 2013, el mismo a?o que se exhum¨® su cad¨¢ver, y que determin¨® que la causa de muerte s¨ª fue el c¨¢ncer. O con lo que estableci¨® el segundo grupo internacional de especialistas, que en 2017 encontr¨® la presencia de Clostridium botulinum en el molar y desestim¨® que falleciera por su enfermedad.
El panel de 2017, adem¨¢s, consider¨® que el certificado de defunci¨®n de Neruda no reflejaba la causa del fallecimiento y se?al¨® que ¡°la caquexia est¨¢ descartada¡±. De hecho, en el expediente figura un peritaje al cintur¨®n del poeta que a¨²n conservaba la marca en la que lo abrochaba. De esa prueba se concluy¨® que no habr¨ªa perdido peso por el c¨¢ncer avanzado, sino que al momento de fallecer pudo pesar unos 90 kilos.
Pero tambi¨¦n hay otros cruces hist¨®ricos que la jueza Plaza podr¨ªa tener a la vista antes de fallar. Por ejemplo, el estudio de los procesos de envenenamientos que la dictadura militar de Augusto Pinochet ejecut¨® en contra de opositores al r¨¦gimen, todos posteriores a la muerte de Neruda. En 1976 y 1977 hubo dos homicidios con gas sar¨ªn, que tienen fallos por ahora solo en primera instancia. Esto, mientras que en 1981 se perpetr¨® el asesinato de dos presos de la antigua C¨¢rcel P¨²blica y el homicidio frustrado de otros cinco por toxina botul¨ªnica, proceso que est¨¢ confirmado por la Corte de Apelaciones de Santiago.
El cuarto caso es la muerte en 1982 en la Cl¨ªnica Santa Mar¨ªa del expresidente de Chile entre 1964 y 1970, el democratacristiano Eduardo Frei Montalva. Si bien en un fallo de primera instancia de 2019 un juez consider¨® que fue asesinado por una sustancia qu¨ªmica, en 2021 la Corte de Apelaciones descart¨® el asesinato y atribuy¨® el deceso a ¡°consecuencias de complicaciones m¨¦dicas¡±. Esa decisi¨®n fue un¨¢nime.
Versiones contradictorias
La magistrada Paola Plaza asumi¨® la investigaci¨®n en 2020 luego de que el juez Mario Carroza, quien indag¨® nueve a?os la causa, fuera ascendido a la Corte Suprema. Actualmente, es coordinador nacional de las causas de violaciones a los derechos humanos ocurridas tras el golpe militar.
Cuando en 2011 Carroza recibi¨® el caso Neruda, lo primero que hizo fue reconstruir los ¨²ltimos d¨ªas de la vida del poeta en su casa de Isla Negra. B¨¢sicamente, deb¨ªa despejar si su estado de salud, en los d¨ªas previos a internarse de urgencia en 1973, era o no tan cr¨ªtico como para morir poco despu¨¦s de ingresar a la cl¨ªnica.
¡°Hab¨ªa que verificar los datos que dio el ch¨®fer de Pablo Neruda, quien fue el primero en declarar. Entreg¨® todos los antecedentes sobre el se?or Neruda en Isla Negra, la relaci¨®n que ten¨ªa con ¨¦l y el viaje a la Cl¨ªnica Santa Mar¨ªa¡±, cuenta Carroza a EL PA?S. ¡°Lo que est¨¢ claro es que el se?or Araya era el conductor del veh¨ªculo y que trabajaba para Neruda, de eso no hay duda. Pero ¨¦l agreg¨® que era el guardaespaldas y que a su vez era como un amigo; esas son cosas que no est¨¢n comprobadas¡±, dice el juez.
Las primeras diligencias se enfocaron en la vida privada del poeta, en conocer el relato de su entorno en los d¨ªas previos a su muerte. Para ello, Carroza interrog¨® a los parientes de Neruda y a sus vecinos, entre ellos, recuerda, a una conocida folclorista chilena. Tambi¨¦n a un hombre que hac¨ªa reparaciones en la casa de Isla Negra. Pero las diligencias no arrojaron mayores datos: ¡°Hubo versiones contradictorias. Unos se?alaban que estaba muy mal, en un estado de c¨¢ncer avanzado. Otros, como el se?or Araya, dec¨ªan que no, que se comportaba bien, que estaba normal, que el c¨¢ncer estaba controlado. Esas eran las dos versiones. Ninguna definitiva respecto de la otra¡±.
El juez tambi¨¦n revis¨® una ficha cl¨ªnica de Neruda en el Hospital Carlos Van Buren de Valpara¨ªso, ciudad a 115 kil¨®metros de Santiago: ¡°No se encontraron muchas cosas porque su m¨¦dico de cabecera hab¨ªa fallecido. Tambi¨¦n hablamos con su hijo, pero no ten¨ªa m¨¢s antecedentes que los que le hab¨ªa contado su padre¡±.
¡°Todos fueron sospechosos¡±
La segunda etapa de la investigaci¨®n se enfoc¨® en la Cl¨ªnica Santa Mar¨ªa. Primero se recre¨® el traslado en autom¨®vil desde Isla Negra a Santiago. ¡°Pero no hab¨ªa alguien que nos pudiese decir que vio al se?or Neruda y que estaba en tales condiciones. ?l debi¨® haber pasado varios controles entre Isla Negra y Santiago, porque en esos d¨ªas hab¨ªa toque de queda. No hab¨ªa testigos de ese trayecto¡±, cuenta el juez.
El ch¨®fer s¨ª relat¨® c¨®mo fue ese camino. Y dijo que los detuvieron varias veces, algo que s¨ª es concordante con la situaci¨®n pol¨ªtica en Chile a 12 d¨ªas del Golpe de Estado.
En un allanamiento a la Cl¨ªnica Santa Mar¨ªa, el equipo de Carroza revis¨® cientos de archivos. Solo se encontr¨® una tarjeta que daba cuenta del ingreso de Neruda, pero no el diagn¨®stico. Seg¨²n el magistrado, desde ese centro de salud le se?alaron que, cada cierto tiempo, se destruyen los documentos antiguos.
Ante el juez tambi¨¦n declar¨® varias veces el m¨¦dico Sergio Draper, quien falleci¨® en diciembre de 2022. Lo hizo en calidad de inculpado, la etapa previa a un procesamiento, pero en su caso nunca se avanz¨® m¨¢s all¨¢ de esa etapa procesal. Draper fue quien atendi¨® a Neruda en la Cl¨ªnica Santa Mar¨ªa y, cuando termin¨®, dijo que entreg¨® el turno a otro m¨¦dico, al que identific¨® como un tal ¡°doctor Price¡±. Incluso, lo describi¨® como alto, rubio y de tez blanca, datos con los que la polic¨ªa elabor¨® un retrato hablado con la colaboraci¨®n de Draper.
Carroza trat¨® de identificar a Price. Pero ni en la cl¨ªnica, ni en el Colegio M¨¦dico de Chile, ni en las escuelas de medicina del pa¨ªs se encontr¨® a una persona con ese nombre o apellido.
Erwin Sapia¨ªn, abogado de Draper pese a su fallecimiento, se?ala a EL PA?S: ¡°El turno de mi representado dur¨® hasta las 20:00 del d¨ªa anterior a la muerte de Neruda. Lo tuvieron que ir a dejar a su casa, porque no hab¨ªa movilizaci¨®n por el toque queda. Cuando estaba retir¨¢ndose, dijo que conoci¨® al doctor Price, quien le dijo que se har¨ªa cargo de Neruda. No lo hab¨ªa visto antes, pero era una situaci¨®n que no le llamaba la atenci¨®n por la situaci¨®n que se viv¨ªa en la ¨¦poca en el pa¨ªs¡±.
Y agrega: ¡°Sergio Draper, para menguar los dolores, le puso una inyecci¨®n de dipirona a Neruda delante de Matilde Urrutia. Yo he estudiado el tema de la dipirona de la ¨¦poca y provocaba un ardor. Es lo que dice la ciencia de esos a?os. Pero esto no tiene nada que ver con la existencia de una cepa de una bacteria encontrada en un molar¡±.
El juez sigui¨® avanzando. Y tambi¨¦n interrog¨® a varias enfermeras. Recuerda que le dijeron que Neruda ¡°estaba en malas condiciones¡±.
As¨ª, dice Carroza, mientras ¨¦l investig¨® el caso, hubo un momento en el que ¡°todos fueron sospechosos¡±. Y agrega que, hasta entonces, ¡°lo que se pudo comprobar es que a Neruda se le aplic¨® una inyecci¨®n. Lo que no se pudo comprobar es de qu¨¦ era¡±.
La tercera etapa de la investigaci¨®n fue la cient¨ªfica, con la intervenci¨®n de los paneles. Y, tras la entrega del ¨²ltimo informe, ser¨¢ la jueza Plaza quien debe tomar una decisi¨®n y responder a la pregunta de c¨®mo muri¨® Pablo Neruda, si fue por causas naturales o por envenenamiento.
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