Envenenamiento o muerte natural: el ¡®caso Neruda¡¯ entra a su etapa final

El caso Pablo Neruda, que busca determinar la causa de muerte en septiembre 1973 del poeta chileno, se acerca a su recta final tras m¨¢s de 10 a?os de investigaci¨®n en los tribunales de su pa¨ªs. Un equipo de expertos internacionales se re¨²ne desde el pasado 25 de enero para determinar si el origen de la bacteria encontrada en 2017 en el cuerpo, clostridium botulinum, es t¨®xica o no. Las conclusiones se conocer¨¢n el pr¨®ximo viernes 3 de febrero y ser¨¢n clave para despejar si existi¨® intervenci¨®n de terceros en el fallecimiento del premio Nobel de Literatura, d¨ªas despu¨¦s del 11 de septiembre de 1973.

¡°La complejidad del caso Neruda, como la generalidad de las causas que tenemos en el tribunal, es el tiempo transcurrido. Su muerte fue el 23 de septiembre de 1973 y ya vamos a cumplir 50 a?os, mientras que la investigaci¨®n comenz¨® 40 a?os despu¨¦s. En este caso, adem¨¢s, hay investigaci¨®n cient¨ªfica asociada¡±, dice la jueza Paola Plaza, que tendr¨¢ la misi¨®n de cerrar una causa hist¨®rica que ha concitado el inter¨¦s tanto dentro o fuera de Chile. Lo har¨¢ sobre una base cient¨ªfica tras conocer las conclusiones del panel de expertos.

El poeta chileno muri¨® el 23 de septiembre de 1973, 12 d¨ªas despu¨¦s del golpe de Estado militar que derroc¨® al Gobierno socialista de Salvador Allende. Padec¨ªa c¨¢ncer de pr¨®stata con met¨¢stasis. Pero en 2011 el Partido Comunista (PC), donde militaba el escritor, present¨® una querella que cuestion¨® esa hip¨®tesis luego de que Manuel Araya, quien fue su ch¨®fer, denunciara que fue envenenado con qu¨ªmicos por el r¨¦gimen militar mientras era ingresado a la Cl¨ªnica Santa Mar¨ªa en Santiago.

La jueza Plaza recibi¨® el caso Neruda en 2020, cuando el magistrado que lo investig¨® por nueve a?os, Mario Carroza, fue ascendido a la Corte Suprema. Fue el mismo juez que en 2013 orden¨® la exhumaci¨®n del cad¨¢ver del escritor desde Isla Negra, una localidad costera a 100 kil¨®metros de Santiago.

Es la tercera vez que un panel internacional de expertos apoya esta causa y, en esta ocasi¨®n, est¨¢ integrado por especialistas de Canad¨¢, M¨¦xico, El Salvador, Reino Unido, Alemania, Dinamarca y Estados Unidos. Tambi¨¦n forman parte el Ministerio del Interior chileno, que financi¨® las pericias, el Servicio M¨¦dico Legal y los querellantes del PC. Dos abogados, Rodolfo Reyes, sobrino del poeta, y Elizabeth Flores, est¨¢n a cargo de la causa.

En estos a?os el caso Neruda ha tenido tres paneles y varios episodios. Por ejemplo, en 2017 hubo un primer hallazgo de una bacteria, estafiloco aureus. Fue el segundo grupo de expertos el que despej¨® las dudas, pues estableci¨® que el origen era ex¨®geno. Pero tambi¨¦n hizo otro descubrimiento: la presencia de clostridium botulinum. ¡°Cuando se estaba haciendo un an¨¢lisis prote¨®mico y gen¨®mico de distintas bacterias, apareci¨® este hallazgo. Es por esta raz¨®n que surgi¨® este tercer panel que se concentra en el estudio del ADN de la sustancia encontrada, pues en lo gen¨®mico quedaron interrogantes abiertas¡±, explica la jueza Plaza.

¡°No es normal que una persona tenga esta sustancia, pero esto puede deberse a muchas cosas, ser multicausal. Una de esas explicaciones es la tesis de la querella que se present¨®: que se haya inoculado la sustancia para provocar la muerte. Eso es lo que el panel gen¨®mico debe dilucidar¡±, a?ade la magistrada.

Una causa de la justicia antigua

El tribunal donde trabaja Plaza, la jueza que investiga las circunstancias de la muerte de Neruda en 1973, es el ¨²ltimo basti¨®n de la antigua justicia chilena que se reform¨® en 2005 y que cambi¨® el sistema inquisitivo y secreto por uno oral en el que las indagatorias hoy est¨¢n en manos de fiscales. Pero sigue vigente solo para las centenas de causas abiertas por las violaciones a los derechos humanos ocurridas en la dictadura de Augusto Pinochet.

¡°Este es un tribunal de l¨¢piz, papel, hilo y aguja¡±, cuenta la jueza en su oficina en el centro de Santiago. Tal cual lo se?ala, sobre su escritorio pueden verse varios expedientes cosidos a mano por actuarios, a la antigua usanza, y que aun juntan las hojas una por una, orden¨¢ndolas con n¨²meros y letras. Todo parece a a?os luz de la digitalizaci¨®n judicial.

Plaza es ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago desde 2018. Y es parte de la nueva generaci¨®n de jueces a cargo de investigar los delitos tras el Golpe de Estado, del que el 11 de septiembre de 2023 se conmemoran los 50 a?os. De hecho, una vez al mes exagentes de seguridad, procesados por secuestros, homicidios y torturas y que pasan de los 70 u 80 a?os, se reencuentran en su tribunal para firmar un libro en el que dejan constancia de que cumplen la medida cautelar de libertad bajo fianza mientras se tramitan sus casos.

Entre 2018 y 2023 Plaza ha tenido 125 causas entre sus manos y en varias ya ha condenado en primera instancia a exuniformados que, en su mayor¨ªa, fueron parte de los servicios de seguridad de la dictadura, la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA) y la Central Nacional de Informaciones (CNI). Entre las 86 que tiene en plena investigaci¨®n est¨¢ el caso de la muerte de Neruda, que acaba de entrar en su fase decisiva. Pero esa decisi¨®n jur¨ªdica ser¨¢ distinta a las que ha tomado en otras causas.

De las leyes a la ciencia

Antes de convertirse en investigadora, la jueza gan¨® experiencia como relatora de la Corte de Apelaciones de Santiago y de la Sala Penal de la Corte Suprema. En ese papel estudi¨® cientos de expedientes de casos ya terminados, la mayor¨ªa de las violaciones a los derechos humanos cometidos en los 17 a?os del r¨¦gimen militar, entre 1973 y 1990.

Toda esa experiencia le ayud¨® m¨¢s tarde a reconstruir delitos perpetrados hace 40 o 50 a?os. Se trata de casos en los que no solo se pone a prueba la memoria, sino que debe juntar evidencia, contrastar testimonios y bucear en los expedientes de casos que ya est¨¢n cerrados, pero que tienen informaci¨®n clave. ¡°Eso es muy complejo. Uno generalmente tiende a pensar, err¨®neamente, que se est¨¢ ocultando informaci¨®n, pero no siempre es as¨ª. Yo misma me he puesto a prueba. Tengo 54 a?os y he tratado de recordar episodios de hace 30 a?os y es complicado¡±, cuenta Plaza.

Pero el caso Neruda ha sido totalmente diferente a los dem¨¢s. Es el ¨²nico en el que la jueza ha tenido que estudiar otras disciplinas para investigar y, pr¨®ximamente, resolver. Por ejemplo, libros y papers cient¨ªficos sobre gen¨¦tica, qu¨ªmica, bioqu¨ªmica, tecnolog¨ªa NGS y, sobre todo, an¨¢lisis clostridium botulinum. Tambi¨¦n se ha hecho asesorar en forma permanente por un bioqu¨ªmico de la Polic¨ªa de Investigaciones (PDI) y un odont¨®logo forense del Servicio M¨¦dico Legal (SML).

Una cadena de envenenamientos

En la historia judicial chilena despu¨¦s del golpe de Estado se han investigado envenenamientos a opositores al r¨¦gimen, pero posteriores a la muerte de Neruda. En 1976 fue el asesinado el antiguo conservador de Bienes Ra¨ªces de Santiago Renato Le¨®n Zenteno, quien fue envenado con gas sar¨ªn, una causa que investig¨® tambi¨¦n la jueza Plaza y en la que proces¨® a cuatro agentes de la DINA. Un a?o despu¨¦s, en 1977, y con el mismo m¨¦todo, fue cometido el homicidio de Manuel Leyton Robles, exfuncionario de la DINA.

En 1982 falleci¨® en la Cl¨ªnica Santa Mar¨ªa el expresidente de Chile entre 1964 y 1970, el democristiano Eduardo Frei Montalva. Si bien el juez Alejandro Madrid estableci¨® en 2019 que muri¨® por una sustancia qu¨ªmica, en 2021 un fallo un¨¢nime de la Corte de Apelaciones de Santiago, del que tambi¨¦n fue parte la ministra Plaza, ech¨® por tierra esa tesis. El tribunal consider¨® que no hubo homicidio, sino que el deceso fue ¡°como consecuencia de complicaciones m¨¦dicas¡±. El caso est¨¢ en la Corte Suprema para su revisi¨®n.

El cuarto hecho data en 1981, ocho a?os despu¨¦s del deceso de Neruda, y del que hay avances judiciales. Esto, luego que en febrero de 2021 la Corte de Apelaciones de Santiago confirm¨® las condenas de cinco exuniformados por el asesinato de dos presos y el homicidio frustrado de otros cinco: se les imputa haberlos envenenado con toxina botul¨ªnica mientras estaban detenidos en la antigua C¨¢rcel P¨²blica.

Ser¨¢ la jueza Plaza la que determine finalmente si la muerte de Neruda es o no parte de esta cadena o, como siempre se pens¨®, muri¨® de muerte natural por su c¨¢ncer.