Ventanas, a un mes del cierre de la fundici¨®n de Codelco: ¡°Queremos recuperar la bah¨ªa¡±
Los habitantes del polo industrial con masivas intoxicaciones exigen saber qu¨¦ contaminantes est¨¢n enfermando a la poblaci¨®n y paralizar la llegada de nuevas empresas
Desde la terraza en altura de Katta Alonso, de 70 a?os, se puede observar de punta a punta la bah¨ªa en forma de herradura de Quintero-Puchuncav¨ª (40.000 habitantes; Valpara¨ªso, Chile). El patio delantero de la pintoresca casa es el Oc¨¦ano Pac¨ªfico y el trasero, un huerto con ¨¢rboles de membrillo, manzana y durazno. Pero ella no come los productos que la rodean. No se atreve. No conf¨ªa. Y es que son fruto del mar y tierra de una de las cinco zonas de sacrificio de Chile, como se conocen a las ¨¢reas donde la concentraci¨®n masiva de industrias contaminantes da?a la salud de la comunidad. ¡°Nuestros suelos est¨¢n plagados de compuestos org¨¢nicos vol¨¢tiles y nuestros pescados, de metales pesados. Si quiero comer mariscos, compro los congelados del supermercado¡±, sostiene la presidenta de Mujeres de Zonas de Sacrificio con su voz ronca, producto de una enfermedad respiratoria persistente.
Alonso vive en la localidad de Ventanas, de unos 2.500 habitantes, en el municipio de Puchuncav¨ª, a 150 kil¨®metros al norte de Santiago. Es parte de una ruta costera de coloridos pueblitos con casas bajas que suelen vivir del turismo, la pesca y la agricultura. Pero el balneario de Ventanas rompe con la est¨¦tica de caletas y campos de cultivo. Una chimenea que ya no funciona de 158 metros ¨Cde Codelco, la principal productora de cobre del mundo¨C, da la bienvenida a un polo industrial levantado a mediados del siglo pasado que se ha ido ampliando y diversificando con el paso de las d¨¦cadas. Termoel¨¦ctricas, refiner¨ªas de petr¨®leo, distribuidoras de productos qu¨ªmicos, son parte de las 16 empresas que concentran sus instalaciones en unos cinco kil¨®metros de la bah¨ªa.
El 31 de mayo pasado, Codelco cerr¨® su fundici¨®n de cobre de Ventanas. El primer cese de operaciones de una planta de la cupr¨ªfera estatal respondi¨® a una demanda hist¨®rica de los vecinos por la seguidilla de episodios de intoxicaciones masivas en la poblaci¨®n. La planta era una de las principales responsables de la emisi¨®n de di¨®xido de azufre. La decisi¨®n del Gobierno de Gabriel Boric y del Ejecutivo de Codelco fue transversalmente aplaudida por los ambientalistas y gener¨® grandes expectativas. A un mes del cierre, sin embargo, pese a que existe consenso en la importancia de la medida, la realidad contin¨²a golpeando con fuerza la vida de los habitantes. Aqu¨ª, en este lugar, la gente concibe el cierre solo como un primer paso para recuperar el cielo, mar y aire descontaminado de la bah¨ªa.
¡°El relato era que se cerraba Codelco y esto iba a ser el Ed¨¦n. Pero cerraron, tuvimos una semana y media con supervigilancia a las empresas, y a¨²n as¨ª se registraron m¨¢s de 75 casos diarios de alumnos intoxicados en los colegios¡±, apunta Carlos Mu?oz, portavoz del Centro de Padres de Colegios Subvencionados de Quinteros, en referencia a los contaminantes del resto de empresas que est¨¢n funcionando. ¡°Los colegios se han ido transformando en un lugar donde no se sabe qu¨¦ diablos va a pasar a las 11 de la ma?ana. Los profesores se han vuelto expertos en psicolog¨ªa y en olfato. La primera medida de prevenci¨®n es la intuici¨®n. ¡®Hay olor¡¯, dicen. Miramos la condici¨®n de ventilaci¨®n de la bah¨ªa para inferir si al d¨ªa siguiente vamos a tener un episodio. Es casi navegar mirando las estrellas. Estamos igual que el 2018¡å, a?ade Mu?oz, en alusi¨®n a los casi 1.400 pacientes atendidos por intoxicaci¨®n en menos de dos meses hace cinco a?os en el Hospital de Quintero.
¡°Los sistemas de monitoreo en algunos colegios nos dicen que hay presencia, entre otros, de benceno, un agente cancer¨ªgeno que debilita enormemente el sistema inmunol¨®gico¡±, afirma Mu?oz, padre de tres hijos que se han intoxicado sin saber con qu¨¦, y a los que nunca se los llam¨® para hacer seguimiento. ¡°Hace poco logramos que los s¨ªntomas como v¨®mitos, mareos, adormecimiento de musculatura fuese tipificado como intoxicaci¨®n por gases. Pero no sabemos qu¨¦ gases¡±, se?ala Alonso.
Identificar los contaminantes vol¨¢tiles que emiten las empresas del complejo industrial es la bandera que levantan pescadores, activistas, profesores, comerciantes. Tambi¨¦n el Tribunal Supremo, que en 2019 orden¨® el cumplimiento inmediato de esta y otras 14 medidas en la bah¨ªa Quintero-Puchuncav¨ª. Casi cuatro a?os despu¨¦s, la falta de acci¨®n es evidente. El Ministerio de Medio Ambiente asegura a EL PA?S que el cuarto trimestre de 2023 se iniciar¨¢ la implementaci¨®n de la red p¨²blica de monitoreo de calidad del aire en los municipios de Conc¨®n, Quintero y Puchuncav¨ª. Ser¨¢n 14 nuevas estaciones; tres de ellas contar¨¢n con monitoreo continuo de todos los contaminantes normados.
Desde el ministerio destacan la incorporaci¨®n del monitoreo de Compuestos Org¨¢nicos Vol¨¢tiles para ¡°dos a 12 carbonos, con especial ¨¦nfasis en los BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y xileno)¡±. Recientemente se aprob¨® la norma primaria de calidad para benceno y est¨¢ pronta a aprobarse la secundaria, ¡°lo que podr¨ªa determinar la saturaci¨®n del territorio con algunos de estos nuevos contaminantes normados, en cuyo caso deber¨¢n aplicarse mecanismos de mitigaci¨®n¡±, a?ade la cartera liderada por la ministra Maisa Rojas.
Las empresas llegaron a la bah¨ªa con la promesa de llevar el desarrollo a la zona. En t¨¦rminos de empleo, s¨®lo el 6,6% de la poblaci¨®n de Quintero y Puchuncav¨ª trabaja en el sector industrial, seg¨²n un informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos publicado en 2018. La tasa de pobreza multidimensional en Puchuncav¨ª alcanza el 28%, 10 puntos m¨¢s que el promedio nacional; y un 32% de los hogares no tiene acceso a los servicios b¨¢sicos, 18 puntos sobre el promedio. ¡°El crecimiento nunca lleg¨® ac¨¢. Ni siquiera tenemos una planta de alcantarillado. Las fecas van a la playa. Hablamos de un pa¨ªs OCDE, que deber¨ªa cumplir los est¨¢ndares que recomienda la OMS¡±, sostiene el consejero regional Carlos Vega ¨Cun cargo del Gobierno regional, con facultades normativas y fiscalizadoras¨C que trabaj¨® toda su vida en el mar, al igual que su padre y su abuelo.
En un paseo por el borde costero, Vega indica los restaurantes y casas donde viv¨ªan sus familiares. Todos los inmuebles est¨¢n abandonados. Las noticias de las intoxicaciones mataron el turismo y los vecinos adinerados se fueron a otros sitios. Los comerciantes de los balnearios cercanos de Maitencillo, Cachagua y Zapallar dejaron de comprarles a los pescadores de la bah¨ªa, aunque hay algunos que todav¨ªa logran venderles sus locos o merluzas por un tercio de lo que cobraban en el pasado. ¡°Los nuevos vecinos son m¨¢s pobres y los turistas que llegan de muy bajos ingresos. Ventanas se empobreci¨®¡±, lamenta Vega con el mar de fondo. A pesar de la crisis sanitaria, la localidad no cuenta con un hospital propio y el de Quintero, aunque cercano, es un centro de salud de complejidad 4, la categor¨ªa m¨¢s baja.
La desalinizadora, el nuevo proyecto en la bah¨ªa
Vega visita cada tanto la toma de la Federaci¨®n de Pescadores Bah¨ªa Narau en la entrada de las obras de la planta desalinizadora de la empresa Aguas Pac¨ªfico, al otro lado de la carretera del complejo industrial. Las decenas de pescadores llevan dos meses tratando de impedir que se lleve a cabo el proyecto Aconcagua que obtuvo la concesi¨®n mar¨ªtima por 50 a?os. ¡°Esto es la guinda de la torta. No queremos que vengan m¨¢s empresas, queremos que se empiecen a ir las que est¨¢n y recuperar nuestra bah¨ªa¡±, explican en torno a un fog¨®n que calienta sendas teteras con caf¨¦, ya por la noche. Les preocupa que la sal que expulsen impacte el ecosistema mar¨ªtimo y que se lleven el agua a otros sitios, cuando la zona est¨¢ golpeada por la sequ¨ªa.
Mauricio Alegr¨ªa, director de sustentabilidad de Aguas Pac¨ªfico, explica por Zoom que el proyecto se ajusta a la normativa medioambiental y que los impactos ¡°no son significativos y est¨¢n en una ¨¢rea acotada¡±. El emisario ¨Cel tubo por donde se expulsar¨¢ la sal al mar¨C tiene un largo de m¨¢s de 750 metros y el ¨¢rea de descarga ser¨¢ de seis metros. ¡°Despu¨¦s de ese tramo, se mantienen las mismas concentraciones de sal del Oc¨¦ano Pac¨ªfico. No se producen cambios qu¨ªmicos ni de temperatura¡±, se?ala. Dos veces al a?o entregar¨¢n un plan de vigilancia a la Armada de Chile para dar cuenta de los efectos ambientales en el ecosistema mar¨ªtimo.
El grueso del agua ir¨¢ a la Regi¨®n Metropolitana, mandatado por su principal cliente, Anglo American. Alegr¨ªa afirma que est¨¢n cerrando un acuerdo con localidades de Puchuncav¨ª para entregar agua con un valor subsidiado a trav¨¦s de los servicios rurales. Ventanas no forma parte porque pertenece a un territorio concesionado de Esval, la empresa sanitaria de Valpara¨ªso. En las negociaciones con los pescadores, Aguas Pac¨ªfico les est¨¢ ofreciendo capacitaciones y desarrollo de proyectos. Cuentan con un presupuesto de 3.000 millones de pesos (3,7 millones de d¨®lares) para los 10 primeros a?os. ¡°Tambi¨¦n estamos trabajando para trasladar la patente de Aguas Pac¨ªfico de Las Condes [un municipio acomodado de la capital] a Puchuncav¨ª. Ese es un beneficio directo para el desarrollo de la comunidad¡±, apunta Alegr¨ªa. Una de las mayores quejas de los activistas es que las industrias de la bah¨ªa no pagan la patente en la zona.
La Fundaci¨®n Terram, dedicada a realizar estudios y promover el desarrollo sustentable, defiende el congelamiento del parque industrial. ¡°No puede ser que con la contaminaci¨®n que hay en el aire, agua y suelo se siga admitiendo a evaluaci¨®n de nuevos proyectos¡±, criticaba en El PA?S su directora, Flavia Liberona. El presidente Boric mencion¨® en la reciente Cuenta P¨²blica ante el Congreso la apuesta por el hidr¨®geno verde en ciudades como Quintero para que ¡°puedan cerrar sus termoel¨¦ctricas sin perder fuentes de trabajo y mejorar su calidad de vida¡±. En 2021, el proyecto Hidr¨®geno Verde Bah¨ªa Quintero, de las compa?¨ªas GNL Quintero, Enagas y Acciona no pas¨® la etapa de admisibilidad administrativa del Servicio de Evaluaci¨®n Ambiental (SEA).
Tras la negativa de la SEA, las compa?¨ªas GNL Quintero, Enagas y Acciona se retiraron del proceso de evaluaci¨®n, seg¨²n constat¨® este peri¨®dico. Pero el fantasma de nuevos proyectos industriales recorren la bah¨ªa. ¡°Es injusto que tengamos esta carga, cuando se pueden hacer en distintas zonas del pa¨ªs. Esta cantidad es imposible¡±, plantea Alonso en su terraza con vista al cord¨®n industrial.
La amplia panor¨¢mica permite ver los resabios de lo que fue el balneario, famoso por sus aguas tranquilas debido a la forma de la bah¨ªa. En un rinc¨®n, los pescadores conservan sus botes que, cuando hay viento, meten mar adentro en busca de pescados y mariscos para intentar comercializar. En la otra esquina, extensos muelles y enormes infraestructuras se adentran en la costa. La vista de la casa pintoresca es una postal del pasado y presente de Ventanas.
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