La burocracia de Chile: el muro para el proyecto estrella del hidr¨®geno verde en el sur del mundo

El d¨ªa resplandece en Gregorio, la refiner¨ªa m¨¢s austral del mundo, manejada por la Empresa Nacional del Petr¨®leo, Enap, en la regi¨®n de Magallanes y la Ant¨¢rtica chilena. La blanca nieve contrasta con el azul de las aguas del estrecho de Magallanes ¨Cel principal paso natural entre los oc¨¦anos Pac¨ªfico y Atl¨¢ntico¨C que esta ma?ana de sol parece una taza de leche. Las autoridades de la zona y de Enap se re¨²nen para fotografiarse junto a los representantes de las seis empresas privadas que quieren ser las pioneras en producir hidr¨®geno verde en Chile. La promesa es posicionar al pa¨ªs sudamericano como uno de los grandes polos de producci¨®n de la energ¨ªa del futuro.

El hidr¨®geno verde se produce a trav¨¦s de la electr¨®lisis del agua que separa la mol¨¦cula de ox¨ªgeno de la de hidr¨®geno, el que luego puede ser utilizado como combustible para coches, aviones, buques y hasta naves espaciales, o tambi¨¦n convertirse en amon¨ªaco, un fertilizante que puede apoyar la descarbonizaci¨®n de la agricultura. Para que no produzca emisiones, es necesario que la energ¨ªa utilizada en el proceso sea generada con fuentes renovables. El viento de Magallanes, que permite que las aspas de un aerogenerador se muevan entre 52% y 54% d¨ªas promedio al a?o, la mayor capacidad del planeta fuera del mar, sit¨²an a Chile en una posici¨®n de ventaja frente al resto del mundo para producir este combustible, que no contamina, a menor costo.

Entre los presentes en la refiner¨ªa de Enap hay entusiasmo. Los privados y la estatal petrolera han firmado un acuerdo para transformar el Terminal Mar¨ªtimo Gregorio en el mayor complejo industrial de la regi¨®n de Magallanes. La iniciativa permite a las compa?¨ªas unir fuerzas y abaratar costos de sus millonarios planes de inversi¨®n a trav¨¦s de infraestructura que Enap, en parte, ya tiene habilitada. ¡°Este acuerdo es una buena se?al para el pa¨ªs, para las autoridades locales y para los financistas que ven que hay un esfuerzo pa¨ªs conjunto para habilitar esta infraestructura que es cr¨ªtica¡±, se?ala Julio Friedmann, CEO de Enap.

Todos coinciden en que es una buena noticia, pero en el ambiente tambi¨¦n se percibe inquietud. En octubre del a?o pasado, la firma que va m¨¢s avanzada en la incipiente industria, HIF ¨Cun conglomerado global de energ¨ªas verdes¨C y la italiana Enel Green Power retiraron su proyecto Faro del Sur del Sistema de Evaluaci¨®n de Impacto Ambiental (SEIA). Consideraron que las observaciones realizadas por los organismos medioambientales ¡°sobrepasaban los est¨¢ndares habituales¡±, por lo que decidieron volver a realizar estudios antes de insistir. Desde ese entonces, la ansiedad empez¨® a cundir en la zona. Incluso el padre del presidente Gabriel Boric, el dem¨®cratacristiano, ex gerente de Enap y magall¨¢nico al igual que su hijo, Luis Javier Boric, cuestion¨® las altas exigencias ambientales impuestas al proyecto e¨®lico. ¡°Me parecieron extra?as ciertas exigencias¡±, manifest¨® en Twitter el 6 de octubre de 2022. Y agreg¨®: ¡°Hay normas en Chile y eso es lo que debe cumplirse; no se justifica ir m¨¢s all¨¢ de dicha normativa¡±.

Hace cuatro d¨ªas, los representantes del gremio que re¨²ne a las principales compa?¨ªas interesadas en producir hidr¨®geno verde en la regi¨®n, se reunieron con el alcalde de Punta Arenas, capital de Magallanes, Claudio Radonich, militante de Renovaci¨®n Nacional, un partido de la derecha tradicional. Buscaban manifestar su preocupaci¨®n por la poca certeza que existe actualmente sobre los contenidos de los Estudios de Impacto Ambiental que deben presentar para poder iniciar sus obras. Entre las compa?¨ªas conf¨ªan en que habr¨¢ soluciones y hay al menos tres que planean presentar sus estudios al SEIA durante este a?o. Pero hasta ahora, las respuestas tardan en llegar. ¡°Hay mucha voluntad, hay mucha idea, pero, finalmente, el privado tiene que tener certeza jur¨ªdica para invertir la gran cantidad de dinero que se requiere en un tema que tambi¨¦n vincula los desaf¨ªos del cambio clim¨¢tico global¡±, dice a EL PA?S el alcalde Radonich.

Jorge Flies, el gobernador de Magallanes, le quita dramatismo a la situaci¨®n. Independiente, pero m¨¢s cercano a los partidos de la exConcertaci¨®n de centroizquierda que gobern¨® Chile entre 1990 y 2001, muestra entusiasmado un gran mapa donde estar¨¢n emplazados los proyectos de hidr¨®geno verde que ya est¨¢n en etapa de estudios y los lugares donde podr¨ªan ubicarse los futuros puertos. Lo hace en su oficina de un antiguo edificio frente a la nevada plaza de Punta Arenas. ¡°La comunidad y particularmente el aparataje p¨²blico y privado de la regi¨®n se dio cuenta que este es una no es una carrera de 100 metros, sino que es una marat¨®n que va a multiplicar por varias veces el PIB nacional¡±, plantea. Admite que ¡°hay una presi¨®n porque los tiempos y la tramitolog¨ªa sea lo m¨¢s r¨¢pido posible, pero si estamos hablando de empresas que van a tener una proyecci¨®n de varias decenas de a?os productivas, hay que hacerlo bien¡±. Agrega que el plan siempre tuvo como horizonte 2030 y que el retiro del proyecto Faro del Sur no retrasa esa meta.

De todas maneras, sostiene que, al tratarse de una industria nueva, la evaluaci¨®n de estos proyectos a¨²n no cuenta con un mecanismo a la medida. Por lo mismo, explica, que desde el comit¨¦ estrat¨¦gico del hidr¨®geno ¨Cen el que participa junto a un grupo transversal entre los que est¨¢n la expresidenta Michelle Bachelet y Juan Carlos Jobet, el exministro de Energ¨ªa del Gobierno de derecha de Sebasti¨¢n Pi?era (2018-2022)¨C est¨¢n en conversaciones con las autoridades del Gobierno de Gabriel Boric para que a los nuevos proyectos que entren al SEIA se aplique la normativa del momento y no las nuevas que vayan entrando. Tienen claro que, de no ser as¨ª, el sue?o del hidr¨®geno verde entrar¨¢ en un espiral eterno de nuevos permisos y criterios, que terminar¨¢n ahogando a la promisoria industria.

Lo reafirma el ministro de Energ¨ªa, Diego Pardow. ¡°Hemos ido avanzando en materia de reglamentos t¨¦cnicos para que sea una industria que tenga claridades y hemos dado certezas en permisolog¨ªa¡±. El plan, explica, es estandarizar criterios anticipables y reforzar los equipos de las regiones donde se desplegar¨¢n las nuevas plantas.

Motores en espera

Las empresas, por ahora, est¨¢n cautas. Hay al menos tres que planean ingresar sus estudios de impacto ambiental durante el segundo semestre de este a?o, pero no hay certeza de cu¨¢ntos meses demorar¨¢ el servicio en revisar y hacer observaciones. Por lo mismo, aunque trabajan con plazos establecidos por sus inversionistas, la incertidumbre de si podr¨¢n cumplirlos ensombrece las expectativas. Hasta ahora, el SEIA ha emitido unas 24 gu¨ªas con criterios t¨¦cnicos de evaluaci¨®n, pero no se saben si se incluir¨¢n nuevas. En ese escenario, HIF, por ejemplo, inici¨® un proyecto en Estados Unidos, en el sector de Matagorda, Texas, para el que ya obtuvo el permiso de la Comisi¨®n de Calidad Ambiental de ese estado, y recientemente present¨® una nueva iniciativa para producir hidr¨®geno verde en Uruguay.

Erika Far¨ªas, encargada de relaciones comunitarias del proyecto HNH, compuesto por AustriaEnergy y el fondo dan¨¦s Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y que incluye una inversi¨®n de 7.000 millones de d¨®lares, menciona: ¡°Es muy importante que para estos proyectos que son grandes, existan los tiempos ordenados y las reglas claras de parte de los organismos p¨²blicos para poder sacar adelante estas iniciativas¡±. Kenneth MacLean, director de FreePower, una iniciativa de capitales chilenos que involucra una inversi¨®n de 2.500 millones de d¨®lares, afirma que ¡°los permisos est¨¢n pasando por una crisis que es general¡±. ¡°Lo hemos visto en la construcci¨®n y no va a ser distinto para esta industria, que adem¨¢s tiene una mayor complejidad, porque mezcla plantas qu¨ªmicas, de s¨ªntesis de amon¨ªaco, desaladoras, etc¨¦tera¡±.

Para el acad¨¦mico de la Universidad de Magallanes y director de Centro de Estudios de los Recursos Energ¨¦ticos, Humberto Vidal, esto es una alerta para las autoridades locales. ¡°Hay otros pa¨ªses en la carrera con institucionalidades m¨¢s fortalecidas y que consiguen equilibrar el desarrollo tecnol¨®gico con el cuidado del medioambiente¡±, advierte. El profesor estuvo en la Universidad de Orleans en Francia a fines de 2022, donde se est¨¢n desarrollando los motores de Renault, Peugeot y de Airbus para que puedan operar con hidr¨®geno verde. ¡°Ellos ven con un tremendo potencial a Chile como pa¨ªs productor y exportador, pero la incertidumbre es si el pa¨ªs va a ser capaz de producir a gran escala en el minuto en que estas tecnolog¨ªas est¨¦n listas para comenzar a operar¡±, plantea.

Se trata de una carrera que no s¨®lo tiene el futuro de Magallanes en sus manos, sino del cual dependen los planes para combatir el cambio clim¨¢tico a nivel planetario.

Ganado y rentas

Desde que se empez¨® a hablar de Magallanes como la cuna del desarrollo de la industria del combustible verde, en 2020, la comunidad de la regi¨®n ha experimentado una suerte de fervor. La llegada de inversionistas de todo el mundo interesados en medir vientos, comprar grandes pa?os o arrendar estancias ha contribuido a este entusiasmo. Los c¨¢lculos indican que el 13% del hidr¨®geno que se producir¨¢ en todo el mundo provendr¨¢ desde Chile (a lo que contribuir¨ªa tambi¨¦n la nortina regi¨®n de Antofagasta donde proliferan las plantas solares) y que las tasas de crecimiento del PIB de esta alejada y austral zona del pa¨ªs crecer¨¢n en dos d¨ªgitos. No hay duda de que el despegue de esta industria le cambiar¨¢ la cara a Magallanes. Desde ese entonces, los precios de las estancias ganaderas, una de las principales actividades econ¨®micas de la regi¨®n, se han disparado.

Alberto Smoljamovic, empresario ganadero que arrend¨® parte importante de sus terrenos a HIF, cuenta que los precios de los arriendos van desde los dos d¨®lares por hect¨¢rea al a?o, hasta los 12 d¨®lares. Y aclara que la actividad de las plantas e¨®licas puede convivir perfectamente con la actividad ganadera, lo que para los estancieros significa un cambio de condiciones en los ingresos que reciben actualmente. Otros contratos de arriendo incluyen el pago a los due?os de las propiedades una vez que los aerogeneradores est¨¦n en operaci¨®n.

El inter¨¦s de inversionistas, en su mayor¨ªa extranjeros, por asegurarse un pedazo de tierra en la Patagonia para hacerse parte de la revoluci¨®n que se avecina, contin¨²a. Lo dice Smoljamovic, quien la semana pasada firm¨® un contrato de arriendo con la espa?ola Ignis que comenzar¨¢ sus estudios pr¨®ximamente. Y lo confirma tambi¨¦n el gobernador Flies, quien en las ¨²ltimas semanas ha recibido a varios nuevos interesados de distintas nacionalidades en entrar a esta industria en diferentes ¨¢reas de la regi¨®n.

¡°La fiebre por el hidr¨®geno verde sigue, pero se ha aplacado por las trabas que le han puesto a la industria. Todo lo que pensamos que iba a pasar en 2025, va a pasar desde 2027 en adelante¡±, dice el empresario Alfredo Wurth, de Wurth Propiedades, una agencia inmobiliaria que opera en casi toda la regi¨®n de Magallanes. Su principal negocio es arrendar y vender bodegas, casas y operar como intermediario en la venta de terrenos. Por lo mismo, lleva la temperatura del las expectativas econ¨®micas de la zona. Se calcula que cuando la nueva industria verde empiece a operar y exportar al resto del mundo, unas 40.000 personas llegar¨¢n a vivir a la regi¨®n, que hoy alberga a una poblaci¨®n cercana a los 170.000 habitantes. Es un desaf¨ªo para el que se est¨¢ preparando todo Magallanes. ¡°Hay gente que est¨¢ vendiendo terrenos para hacer industria y otros que arriendan, hay de todo, menciona. Los precios, agrega, tambi¨¦n han subido, hoy el metro cuadrado est¨¢ entre tres a cuatro veces m¨¢s caro que hace dos a?os.

De todas maneras, a Alfredo le preocupa c¨®mo la regi¨®n se va a adecuar a las transformaciones que traer¨¢ la nueva industria. ¡°Punta Arenas no est¨¢ preparada para la gran masa humana que va a llegar. Faltan casas, colegios y las calles ya est¨¢n colapsadas. Yo soy magall¨¢nico, me gusta la vida ac¨¢, pero esto nos va a cambiar¡±, dice con una mezcla de ilusi¨®n y resignaci¨®n.