Vinka Jackson: ¡°Chile no pone a la infancia en el lugar que necesita y merece¡±
La psic¨®loga infantil, sobreviviente de incesto, analiza la crisis m¨²ltiple que enfrenta la ni?ez y habla sobre la mesa de reparaci¨®n para las v¨ªctimas de abuso infantil institucional que promueve
Es una de las voces de referencia en Chile para hablar de la infancia. La psic¨®loga Vinka Jackson (Santiago, 55 a?os) ha contribuido de forma decisiva a sacar adelante temas fundamentales como el derecho al tiempo para las v¨ªctimas de los abusos sexuales en la ni?ez y adolescencia. Chile abri¨® un ciclo hist¨®rico en la regi¨®n con la ley de imprescriptibilidad de este tipo de delitos, que se promulg¨® hace cuatro a?os, en el Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era, de corte conservador, con un apoyo pol¨ªtico y ciudadano transversal que enorgullece a Jackson, porque fue el resultado de una d¨¦cada de esfuerzo de diferentes organizaciones. Desde 2019, ella colabora en procesos similares desde Child USA y en pa¨ªses como Argentina y Espa?a, donde Miguel Hurtado, sobreviviente de abusos eclesi¨¢sticos, empuja por una ley similar.
En una peque?a oficina instalada en su departamento en el municipio de Providencia, en la zona oriente de Santiago de Chile, Jackson recibe a EL PA?S justo en un mes donde en el marco del movimiento global por la imprescriptibilidad, y convocadas por A Breeze of Hope y Brave Movement, las organizaciones en Latinoam¨¦rica ¨Ctambi¨¦n Derecho al Tiempo y No+ASI Chile- sumaron acciones por la prevenci¨®n y reparaci¨®n del abuso sexual infantil. Un contexto propicio para conversar de lo que Jackson ha atestiguado desde la implementaci¨®n de la ley de 2019 en Chile que, a poco de promulgarse, enfrent¨® el estallido social de octubre y la irrupci¨®n de la pandemia en marzo de 2020. En ese ciclo, las urgencias de Chile se enfocaron hacia otros desaf¨ªos diferentes a la infancia, pero hoy ¨Cdice¨C ¡°la realidad exige responder a una crisis m¨²ltiple que enfrentan los ni?os, ni?as y adolescentes en nuestro pa¨ªs¡±.
La lista parece no acabar: seg¨²n la OMS apenas el 5% de los abusos se denuncian, y en Chile en 2022 hubo 40.000 ¨C109 por d¨ªa¨C, las agresiones cometidas por adolescentes a otros menores han aumentado, inquietan las cifras de suicidio infanto juvenil y el sistema de cuidados del Estado chileno hacia la infancia vulnerable ¨Cque pas¨® del Sename a llamarse Mejor Ni?ez¨C sigue enfrentando problemas profundos. ¡°Me cuesta mucho llamar Mejor Ni?ez a un sistema de protecci¨®n que hoy aparece vinculado, una vez m¨¢s, a situaciones de explotaci¨®n sexual infantil y donde contin¨²an los problemas con las asignaciones de recursos y los criterios sobre lo que es realmente urgente¡±, asegura Jackson, fundadora de Derecho al Tiempo-Chile.
Los datos de pobreza afectan sobre todo a los m¨¢s chicos. La encuesta Casen mostr¨® una baja relevante de la pobreza por ingresos (6,5%) y de pobreza multidimensional (16,9%) en los hogares de Chile. Pero nuevamente la pobreza infantil es mayor que la poblaci¨®n general: los ni?os y ni?as de hasta 3 a?os presentan la mayor pobreza por ingresos (12,2%), seguido del grupo de 4 a 17 a?os (10,1%).
Este cuadro la hace preguntarse: ¡°?Son todas las vidas de ni?os y ni?as bienvenidas? ?Tienen todas un lugar en este pa¨ªs, en mi pa¨ªs? Porque no quiero pensar que la vida de nadie sea prescindible. Es una sensaci¨®n con la que viv¨ª ¨Cmuy propia del abuso sexual infantil y todas las violencias contra la infancia- que se me activa mucho en Chile¡±, asegura Jackson.
Pregunta. ?Sospecha que la vida de los ni?os y ni?as no son todas bienvenidas en Chile?
Respuesta. Quiero tener la sensaci¨®n absoluta de que s¨ª, pero cuando veo ciertas realidades, no me queda tan claro.
La mesa de reparaci¨®n
Hace unos 15 a?os, los abusos sexuales contra menores no eran una prioridad ni para las autoridades ni los ciudadanos. Fue la ¨¦poca en que Jackson, con residencia en EE UU, public¨® su libro Agua fresca en los espejos, Abuso sexual infantil y resiliencia, el primero en su g¨¦nero publicado en Chile y en el que relata su brutal experiencia como v¨ªctima de su propio padre entre los cuatro y los 14 a?os. Tras ser madre ¨Choy sus hijas tienen 35 y 15 a?os¨C y despu¨¦s de una larga terapia, escribe el libro que sin saberlo hab¨ªa comenzado a gestarse en una carta a su progenitora, en un ¨²ltimo intento, ahora como adulta, de contarle lo vivido en el hogar.
En Agua fresca en los espejos relata los episodios de violencia f¨ªsica y abusos sexuales, a los que su padre alcoh¨®lico se refer¨ªa con una palabra: ¡°Esto¡±. ¡°De esto no se habla, ?me entiendes? Algo para lo que, al parecer, no existen palabras en el diccionario. Yo suelo nombrarlo como lo otro ¡ªlo adicional a las golpizas¡ª y mi padre como esto¡±, escribe Jackson. Este primer libro ¨Cal que sigui¨® Mi cuerpo es un regalo, para ni?os- contribuy¨® a descorrer el velo sobre los abusos sexuales contra ni?os, ni?as y adolescentes en su pa¨ªs de origen. Y sucedi¨® algo impensado: naci¨® una especie de susurr¨® de yo tambi¨¦n lo viv¨ª que cada vez se hizo m¨¢s fuerte.
Hoy, la psic¨®loga -que vive mitad en EEUU y mitad en Chile¨Cpiensa que la ley de imprescriptibilidad de los delitos de abusos sexuales contra menores fue un paso enorme, pero se necesita todav¨ªa m¨¢s trabajo en prevenci¨®n y sobre todo de un sistema de justicia que sigue sin integrar del todo el cuidado ¨¦tico e informado en trauma y que por ello revictimiza continuamente. Pero, en paralelo, se enfoca en una gran misi¨®n: la posibilidad de articular una mesa de reparaci¨®n para v¨ªctimas de abuso infantil institucional, como los cometidos en las iglesias, instituciones educativas, deportivas o en organismos dependientes del mismo Estado. Mira la experiencia internacional y lo que han hecho en estas materias pa¨ªses como Australia, Nueva Zelandia o Irlanda.
¡°La buena noticia es que el Gobierno actual se compromete con esta iniciativa de constituir una mesa de reparaci¨®n. Se ha avanzado en estos a?os y vemos con esperanza que a fines de 2023 o a comienzos del pr¨®ximo a?o pudiera estar andando. No solo se trata de escuchar testimonios dolorosos, sino hacerse cargo de estas realidades para mejoras concretas en la ley y la pol¨ªtica p¨²blica¡±, dice.
Jackson explica las razones de la importancia de la mesa de reparaci¨®n ¡°no solo como respuesta a una deuda ¨¦tica y a un imperativo humanitario¡±. ¡°Si hubiera sido mi hijo o mi hija, mi abuelo o abuela cuando era chico, puede tener ahora esta posibilidad de rendir un testimonio que tiene tambi¨¦n el sentido de aportar a la protecci¨®n de las nuevas generaciones. Eso es central¡±, reflexiona.
Sabe que el pa¨ªs enfrenta m¨²ltiples urgencias, las que quedaron en evidencia en el estallido de 2019, y que probablemente muchas personas se pueden preguntar: ?es una prioridad en este momento? Ella responde categ¨®rica: ¡°Es prioritario y siempre es el momento. Nadie dejar¨ªa una fractura expuesta o una herida supurando sin entregar ayuda. Aqu¨ª hay da?os importantes que fueron devastadores en su momento, que pueden perdurar por el resto del ciclo vital, y que es necesario atender y apoyar en reparar. Y toda esta semilla sirve y nutre la protecci¨®n de los cachorros humanos que seguir¨¢n llegando y nos ayuda a crecer como sociedad¡±.
Los ni?os no votan
A juicio de Jackson, con toda una vida dedicada al activismo por los ni?os, ni?as y adolescentes, ¡°Chile no pone a la infancia en el lugar que necesita y merece¡±. Y lo explica: ¡°Esto no significa un juicio contra la intenci¨®n y el sentimiento, que pueden ser los mejores e inspirados incluso por el cuidado. Pero no lo veo traducido a actos, decisiones, prioridades de la legislaci¨®n, de la pol¨ªtica p¨²blica y la inversi¨®n p¨²blica. No como hace falta¡±. ¡°El cuidado es responder a necesidades de sost¨¦n y aliento de la vida: alimentaci¨®n, educaci¨®n, salud, protecci¨®n, ejercicio de derechos. Miras hoy la situaci¨®n y hay un empeoramiento de condiciones que se agravaron con procesos como la pandemia. Los problemas ven¨ªan de mucho antes pero, para m¨ª, la infancia vulnerada, la soledad, el suicidio de ni?os y ni?as, son prioridades desesperadas y deber¨ªan ser la urgencia del pa¨ªs¡±.
Insiste en el imperativo de cuidar como comunidad y en cada espacio. ¡°La palabra hogar significa lugar de lumbre y los ni?os para salir adelante necesitan tres relaciones significativas y generalmente est¨¢n en el hogar y la escuela. Cuando uno mira ya no solo la situaci¨®n de las familias en tiempos de crisis, sino de las escuelas, el agobio, la calidad de la ense?anza...las advertencias de c¨®mo estamos educando vienen desde hace 20 a?os¡±, asegura Jackson, que est¨¢ en contra de los mensajes que la propia sociedad transmite a las nuevas generaciones. ¡°Esto de el que quiere puede, el que se esfuerza puede, no es cierto, no siempre es as¨ª. Es un muro de titanio frente al que muchos ni?os, ni?as y adolescentes se estrellan¡±, advierte.
P. El Gobierno del presidente Boric parec¨ªa tener una especial atenci¨®n por la infancia y, de hecho, ¨¦l mismo mostraba una preocupaci¨®n especial por los m¨¢s chicos.
R. As¨ª es. Este Gobierno ten¨ªa un mensaje presente en relaci¨®n a la ni?ez y con un presidente que ve¨ªas, adem¨¢s, y todav¨ªa, con una sensibilidad particular con los ni?os. Pero, en la pr¨¢ctica, miras un a?o y medio de gesti¨®n y no se condice con lo que lo que se hizo como promesa de Gobierno. No se puede negar que ha habido adversidades, y tambi¨¦n una polarizaci¨®n y mezquindades pol¨ªticas inconcebibles en tiempos de necesidad, pero observas lo que va aconteciendo con ojos de infancia y, francamente, me cuesta entender. Un ejemplo reciente nada m¨¢s: la negligencia en el uso, la asignaci¨®n de recursos p¨²blicos...
P. ...el caso Convenios.
R. Exacto. Hay mucho que rectificar ah¨ª, pero hoy duele que se dilapiden recursos mientras hay escuelas que funcionan sin ba?os o con asbesto en el techo, con colaciones precarias como las de Junaeb a?o tras otro. Siguen d¨¢ndose desatenciones, dilaciones, incluso cierta banalidad que no se condice con las urgencias que estamos atravesando en distintos planos y, especialmente, en relaci¨®n a la infancia. No basta tener una sensibilidad con la ni?ez, si eso no se refleja sostenidamente en las acciones y decisiones de nuestras autoridades o, por ejemplo, en una nueva Constituci¨®n. Los ni?os no votan, no pueden traer su voz al frente, no pueden alzarla ni presionar. Somos los adultos los que estamos llamados a cuidar y pensar en ellos y sus vidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.