Eduardo Engel y el Caso Convenios: ¡°Hubo l¨ªderes del Frente Amplio que hicieron afirmaciones arrogantes¡±
El economista chileno, que lider¨® en 2015 una comisi¨®n para proponer soluciones a conflictos de inter¨¦s, tr¨¢fico de influencias y corrupci¨®n, se refiere a la trama que complica a la coalici¨®n del presidente Boric. ¡°Se debe realizar un levantamiento de todas las transferencias que el Estado realiza a instituciones privadas¡±, dice
El economista Eduardo Engel (Santiago, 67 a?os), profesor titular de la Universidad de Chile y director del centro de estudios Espacio P¨²blico, se ha transformado en un referente en Chile de la discusi¨®n para empujar la probidad, por su trabajo y conocimiento en esta materia. En 2015, en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, luego de diversos esc¨¢ndalos protagonizados por diferentes sectores pol¨ªticos y empresarios, lider¨® una comisi¨®n asesora presidencial contra los conflictos de inter¨¦s, tr¨¢fico de influencias y corrupci¨®n. Es conocida como la Comisi¨®n Engel.
En esta entrevista, que concede en su oficina de la Facultad de Econom¨ªa y Negocios de la Universidad de Chile, se refiere por primera vez al esc¨¢ndalo que afecta al oficialismo y, sobre todo, al Frente Amplio chileno, la formaci¨®n del presidente Gabriel Boric. Es el Caso Convenios, que consiste en traspasos de unos 530.000 d¨®lares desde una secretar¨ªa del Ministerio de Vivienda a la Fundaci¨®n Democracia Viva, ligada al partido Revoluci¨®n Democr¨¢tica (RD), del Frente Amplio. La Fiscal¨ªa investiga los delitos de tr¨¢fico de influencias, negociaci¨®n incompatible y fraude al Fisco. La trama se extiende a otras fundaciones, en diferentes regiones del pa¨ªs, y ha llegado incluso a per¨ªodos presidenciales anteriores. Existen ya al menos cinco ca¨ªdos por su responsabilidad pol¨ªtica: una diputada, el que era su novio, el que hab¨ªa sido su asesor, la n¨²mero dos del ministerio de Vivienda y un secretario regional de la misma cartera, todos militantes del partido RD.
Pregunta. ?Qu¨¦ opini¨®n tiene de este caso? El esc¨¢ndalo reci¨¦n comienza, pero todo indica que estamos frente a una trama de corrupci¨®n.
Respuesta. Es temprano todav¨ªa, reci¨¦n estamos entendiendo exactamente qu¨¦ pas¨® en Democracia Viva, van emergiendo m¨¢s casos, como suele suceder en estas situaciones. Adem¨¢s de entender el caso particular importa ir respondiendo preguntas que pueden ser relevantes m¨¢s all¨¢ del caso de esa fundaci¨®n.
P. ?Cu¨¢les son esas preguntas?
R. Para comenzar, es importante aclarar el doble rol del personal de esta fundaci¨®n colaborando con el ministerio de Vivienda. ?En qu¨¦ medida ah¨ª hubo o no il¨ªcitos? Y un tema central que hemos mirado desde Espacio P¨²blico: ac¨¢ hubo convenios entre el ministerio y la fundaci¨®n que fueron imputados como transferencias de capital y no como gastos en bienes y servicios, lo que signific¨® que no quedaran sujetos a las obligaciones generales de concursabilidad y pudieron adjudicarse mediante asignaci¨®n directa. Eso se debe investigar. ?Realmente estos fondos eran gastos de capital? ?Qu¨¦ es lo que hay detr¨¢s de eso? Es parte de lo que uno quiere entender para hacer el diagn¨®stico correcto y, luego, buscar soluciones.
P. ?D¨®nde se origina?
R. El origen parece estar en la Ley de Presupuesto 2021, cuyo art¨ªculo 23 establece exigencias a las transferencias corrientes a instituciones privadas, pero estas no aplicaron a Democracia Viva, porque dichas transferencias fueron calificadas como transferencias de capital. Pensando en el tema sist¨¦mico, queremos entender cu¨¢les son los criterios utilizados para determinar si una transferencia califica como corriente o de capital. Primero, si efectivamente los recursos estaban destinados a financiar capital. Luego, si debiera extenderse las obligaciones de concursabilidad a las transferencias de capital. ?Por qu¨¦ se hizo esa diferencia? ?Se justificaba? Adem¨¢s, ser¨ªa interesante saber c¨®mo se est¨¢ implementando esta obligaci¨®n de concursabilidad cuando aplica. ?Se fiscaliz¨¢? Es importante porque es la manera de regular que estas transferencias sean a un precio razonable, evitando los riesgos de corrupci¨®n asociados a las asignaciones directas.
P. ?El problema es que el Estado chileno acuda a fundaciones para ejercer m¨¢s r¨¢pido su trabajo? ?Abre esto un espacio para la poca transparencia?
R. Los problemas de eficiencia y falta de probidad se pueden dar tanto si el Estado provee un servicio como si delega a privados. Lo importante son los resguardos que hay en cada caso. Y eventuales diferencias en la calidad y costo de los servicios. En Chile hay fundaciones con larga tradici¨®n y que son bien evaluadas, que rinden cuentas m¨¢s all¨¢ de la ley, y otras que no tienen esa trayectoria ¨Ccomo hemos visto¨C que pueden tener problemas. Y lo mismo con organismos del Estado, algunos funcionan bien y otros no tanto. Por lo tanto, a priori, cerrar posibilidades no me parecer¨ªa razonable. Esto no quita que este caso haya dejado en evidencia que los traspasos de recursos a fundaciones privadas requieren una revisi¨®n profunda para asegurar las condiciones de transparencia y probidad que requiere el gasto de recursos p¨²blicos, independiente de qui¨¦n los realice. Tambi¨¦n es leg¨ªtimo preguntarnos si no habremos exagerado en Chile el rol de las fundaciones privadas, pero una discusi¨®n como esta debiera basarse en un an¨¢lisis cuyo objetivo es dar el mejor uso posible a los recursos p¨²blicos.
P. ?C¨®mo cataloga la normativa vigente?
R. Es el problema: tenemos una normativa insuficiente para asegurar que esos dineros que se gastan a trav¨¦s de las fundaciones cumplan con las condiciones de probidad, transparencia y eficiencia que son deseables. Y lo que no he visto a¨²n y es importante que lo tengamos luego ¨CEspacio P¨²blico ha solicitado una reuni¨®n con la Direcci¨®n de Presupuesto para contar con esa informaci¨®n¨C es la dimensi¨®n del problema. Se debe realizar un levantamiento de todas las transferencias que el Estado realiza a instituciones privadas, as¨ª como de la forma en que se efect¨²an. En particular, saber cu¨¢ntas y cu¨¢les son las excepciones a la obligaci¨®n de concursabilidad contenida en el art¨ªculo 23 de la Ley de Presupuestos. Solo as¨ª se puede dimensionar la magnitud del problema y proponer soluciones que funcionen.
P. ?No sabemos, entonces, la dimensi¨®n de este tipo de casos?
R. Los datos p¨²blicos no permiten responder las preguntas anteriores.
P. El presidente Boric respondi¨® al esc¨¢ndalo con una comisi¨®n de probidad.
R. Es muy positiva la comisi¨®n que ha nombrado el Gobierno, con miembros destacad¨ªsimos. Son los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n los que abren las ventanas de oportunidad para avanzar en la agenda anticorrupci¨®n. En tiempos normales, estos asuntos no preocupan mayormente a la ciudadan¨ªa y existen actores clave que, en la pr¨¢ctica, vetan los avances, porque les quita poder y no les conviene. Cuando suceden estos esc¨¢ndalos, por lo tanto, se abre la ventana y a veces se aprovecha y otras no. Si uno mira la experiencia en todo el mundo, los grandes avances en asuntos de probidad, transparencia y anticorrupci¨®n se producen luego de que un esc¨¢ndalo pone el problema en la agenda y emerge una coalici¨®n del mundo pol¨ªtico y de la sociedad civil que empuja cambios importantes.
P. El Caso Convenios golpea la promesa de probidad de una coalici¨®n nueva, el Frente Amplio, que buscaba no solo una renovaci¨®n de rostros, sino de pr¨¢cticas pol¨ªticas. ?C¨®mo golpea este caso al Gobierno?
R. Siempre es arriesgado tomar la bandera de la probidad porque es imposible asegurar que no ocurran problemas con los propios. Sin embargo, me gustar¨ªa pensar que una versi¨®n menos voluntarista o ingenua, que pone la probidad como una prioridad central para un partido o coalici¨®n, sin asumir una superioridad moral por ello, pueda ser parte de la identificaci¨®n de cualquier grupo pol¨ªtico. Porque de lo contrario, podemos terminar con un cinismo: que la corrupci¨®n es inevitable y que no sacamos nada con preocuparnos por prevenirla. Y, la verdad, es que se puede hacer mucho para evitarla. Y es clave hacerlo para que los ciudadanos vuelvan a confiar en la pol¨ªtica. Despu¨¦s de todo, los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que critic¨® el Frente Amplio en su momento efectivamente fueron escandalosos. Hay una diferencia entre arrogarse una perfecci¨®n que no se va a tener y querer poner este tema en el centro del quehacer pol¨ªtico. Y lo segundo tiene un valor muy grande.
P. ?En el Frente Amplio hubo arrogancia?
R. Hubo l¨ªderes que hicieron afirmaciones arrogantes y, en general y m¨¢s all¨¢ de los temas de corrupci¨®n, cierta ingenuidad respecto de c¨®mo funciona el Estado. En esto ¨²ltimo la experiencia tiene similitudes con lo que sucedi¨® al comienzo del primer Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era. Volviendo al Frente Amplio, ha habido en algunos un proceso de aprendizaje muy r¨¢pido y en otros menos.
P. Desde la Comisi¨®n Engel de 2015, ?Chile es m¨¢s o menos corrupto?
R. Hay dos tipos de pa¨ªses. Los que reaccionan frente a las situaciones como estas y los que no reaccionan. Y Chile sigue siendo un pa¨ªs con capacidad de reacci¨®n. En los indicadores internacionales que miden el control de la corrupci¨®n por parte de los pa¨ªses, Chile tiene evaluaciones relativamente buenas. Iguales o mejores que Espa?a, por ejemplo, y en Am¨¦rica Latina, junto a Uruguay, estamos en una liga distinta en el control de la corrupci¨®n. Eso ha sido as¨ª por d¨¦cadas y no ha cambiado, lo que no quita que no haya grandes desaf¨ªos. Lo que diferencia a los pa¨ªses no es tener o no esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, sino capacidad de reaccionar frente a ellos. En la comisi¨®n que tuve el honor de dirigir en 2015 propusimos una agenda amplia, en 21 ¨¢reas tem¨¢ticas, y despu¨¦s se le hizo seguimiento desde la sociedad civil ¨CEspacio P¨²blico y Ciudadano Inteligente¨C para ver c¨®mo esas iniciativas fueron o no recogidas por el legislador.
P. ?Y qu¨¦ ocurri¨®?
R. Se aprobaron 13 proyectos de ley relacionados con esa agenda. Se llegaron a avances importantes en varias ¨¢reas tem¨¢ticas, reconocidos internacionalmente: las declaraciones de patrimonio e intereses, la alta direcci¨®n p¨²blica, la democracia interna en los partidos pol¨ªticos y la regulaci¨®n del financiamiento de las campa?as, entre otros. Tambi¨¦n hubo temas en que ocurri¨® poco: como el fortalecimiento y probidad en municipios. El diagn¨®stico que hicimos fue bien completo y las propuestas tambi¨¦n. Y en los ¨²ltimos a?os llevamos varias situaciones de il¨ªcitos a nivel municipal confirmando la relevancia del tema.
P. ?Es dif¨ªcil avanzar en este punto?
R. Es dif¨ªcil avanzar, porque hay municipios complicados cercanos a la gran mayor¨ªa de las inclinaciones pol¨ªticas. Nuestro desaf¨ªo municipal sigue pendiente.
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