Hugo Catrileo, maratonista chileno: ¡°Trabajar en el campo nunca fue un castigo¡±

Hugo Catrileo Tapia (26 a?os, Nueva Imperial) no proviene de una estirpe relacionada al deporte. Ni en su familia materna ni paterna hay atletas y de sus tres hermanos, ninguno sigui¨® sus pasos. Por sus venas corre sangre mapuche y una tradici¨®n ligada al campo chileno que Hugo, maratonista chileno y medalla de plata en los Juegos Panamericanos que se celebran en Chile, representa con orgullo. Por lo mismo, no dud¨® en celebrar su triunfo con la bandera mapuche tras alcanzar la meta en la carrera de 42 kil¨®metros, que corri¨® por primera vez con su madre como testigo, alent¨¢ndolo desde el p¨²blico. ¡°Es un triunfo para el pueblo mapuche y el pueblo chileno¡±, fueron sus palabras al terminar la carrera el domingo pasado.

Su infancia, dice, no fue m¨¢s dura que la del resto. Al menos, as¨ª la vivi¨® ¨¦l. Cuando terminaba el a?o escolar, Hugo se instalaba los veranos en Puerto Saavedra, un pueblo costero de la regi¨®n de La Araucan¨ªa, a ayudar a sus padres en el campo. Cortaba trigo, sacaba papas de la tierra y cosechaba arvejas. Nunca tuvo vacaciones, pero hac¨ªa dibujos en los campos de trigo y se entreten¨ªa en las tardes jugando f¨²tbol solo con unos arcos fabricados por ¨¦l. ¡°Lo pasaba bien, ten¨ªa un patio enorme para jugar y para nosotros, que ven¨ªamos de una parte rural, eso era totalmente normal. Trabajar en el campo nunca fue un castigo, es algo que yo agradezco¡±, cuenta.

Junto a su padre, disfrutaba sentarse en las tardes a ver televisi¨®n y seguir los diferentes deportes que daban en los canales locales. ¡°Siempre el deporte nos uni¨®. Cada vez que pasaban los mundiales de atletismo segu¨ªamos las carreras, ve¨ªamos los triatlones, el boxeo y el deporte que hab¨ªa, acu¨¢tico, terrestre, a¨¦reo, de todo. Ve¨ªamos mucho a B¨¢rbara Riveros (triatleta chilena, ganadora de varias medallas ol¨ªmpicas y que en 2016 fue elegida la Mejor Deportista del a?o en Chile), a quien despu¨¦s conoc¨ª y que me escribi¨® ahora felicit¨¢ndome por el resultado¡±, dice.

Cuando Hugo miraba a esos deportistas en la televisi¨®n, algo se despertaba en ¨¦l, quer¨ªa sentir lo que ellos transmit¨ªan. ¡°Siempre me encant¨¦ de eso. Un sue?o m¨ªo era ser futbolista o deportista de algo, pero ser profesional, sentirme como ellos se sienten, sentir esa sensaci¨®n, y hoy d¨ªa la estoy viviendo. Soy un agradecido de Dios y de la vida de poder tener esto¡±, dice sentado en el bar del hotel donde se hospeda en Santiago, en Vitacura, una comuna acomodada de la capital chilena.

Su figura no pasa desapercibida. Las personas que trabajan en el hotel le piden fotos y ya en la calle, mientras camina para las fotograf¨ªas, las personas lo paran, lo felicitan y desde los autos le tocan la bocina y por la ventana le gritan v¨ªtores para celebrar su triunfo.

La medalla de plata que obtuvo tras llegar en segundo lugar, luego de lograr un tiempo de 2 horas, 12 minutos y siete segundos en el marat¨®n, es una victoria que Hugo esperaba desde hace mucho tiempo. Dice que est¨¢ tranquilo, que sabe que debe tomarse con calma este resultado, pero que tambi¨¦n tiene que aprovechar este minuto para visibilizar el trabajo de los deportistas y capitalizar su nombre. ¡°Probablemente despu¨¦s se acabe la efervescencia y siga la vida normal o cotidiana. Entonces, tengo que aprovechar este momento. Los deportistas tenemos que aprovechar los Panamericanos para poder estar m¨¢s en la palestra, en la noticia, mostrarnos al mundo entero¡±, dice.

Un d¨ªa despu¨¦s de esta entrevista tomar¨¢ un vuelo a Temuco, visitar¨¢ a su familia en Puerto Saavedra y luego se instalar¨¢ nuevamente en la parcela en la que vive junto a Mat¨ªas Silva, quien obtuvo el cuarto lugar en el marat¨®n de los Panamericanos, y el mesoterapeuta de ambos, Mat¨ªas Sep¨²lveda, para volver a su rutina normal de entrenamiento.

¡°En el marat¨®n sufres m¨¢s, me gusta esa sensaci¨®n¡±

Hugo Catrileo decidi¨® que quer¨ªa ser atleta a los 16 a?os, cuando parti¨® a estudiar al Liceo en Nueva Imperial y empez¨® a trabajar con su entrenador, V¨ªctor Hugo Belmar, quien lo acompa?a hasta hoy. Fue ¨¦l quien le dijo que ser¨ªa maratonista y el joven se lo tom¨® en serio. ¡°Yo creo que fue uno de los puntos importantes de por qu¨¦ me dediqu¨¦ al atletismo¡±, dice recordando aquellos a?os. Lo que m¨¢s le gusta de correr, cuenta, es que depende de ¨¦l mismo, de su esfuerzo. ¡°Cosechas lo que siembras¡±, reflexiona.

Eligi¨® el marat¨®n porque ¡°se sufr¨ªa m¨¢s¡±. ¡°Con 100 metros planos puedes sufrir la previa, el momento, es mucha adrenalina, pero dura unos cuantos segundos. Con el marat¨®n sufres m¨¢s, me gusta sentir esa sensaci¨®n. Es una lucha mental que tienes durante 42 kil¨®metros. Yo creo que los corredores, cuando van ah¨ª, te transmiten algo, y es lo que yo sent¨ª cuando los ve¨ªa correr. Ahora, verme a m¨ª ah¨ª, lo encuentro muy lindo. Estoy feliz del trabajo que hemos hecho con mi entrenador¡±, dice.

Pero fuera de las pistas, a Hugo tambi¨¦n le ha tocado sufrir. Estudi¨® t¨¦cnico en preparaci¨®n f¨ªsica en la Universidad Cat¨®lica de Temuco, una carrera que le gustaba, pero a la que entr¨®, dice, m¨¢s por presi¨®n social que por ser algo a lo que quer¨ªa dedicarse en la vida. Nunca ejerci¨®, porque tras egresar en 2017 se dedic¨® de lleno al entrenamiento. Iba muy bien encaminado, con buen estado f¨ªsico, preparado mentalmente, pero la pandemia lo hizo replantearse muchas cosas. ¡°Todo se fue a un hoyo. Creo que si no tienes un objetivo en la vida, no tienes sentido de vivir. Y en la pandemia no pod¨ªa salir a correr, no hab¨ªa carreras, intent¨¦ buscar la clasificaci¨®n a los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio, pero todo se suspend¨ªa. Me frustr¨¦, que es totalmente normal. Somos humanos y tuve que pasar por diferentes obst¨¢culos¡±, cuenta.

Para poder tener algo de dinero empez¨® a trabajar en una forestal, luego con un amigo se dedic¨® a hacer muebles y despu¨¦s termin¨® trabajando en Movistar, de donde fue despedido porque le dedicaba mucho tiempo al entrenamiento. ¡°Los han hecho harto pedazo en las redes sociales por eso, pero yo soy un agradecido porque en ese momento yo no ten¨ªa nada¡±, dice.

Luego de esos traspi¨¦s, Hugo volvi¨® a enfocarse, a entrenar profesionalmente y a prepararse mentalmente para los Panamericanos. Hoy tiene dos auspiciadores grandes, Adidas y Gatorade, y aunque dice que ¡°no le sobra¡±, logra tener una vida tranquila y dedicarse a lo que m¨¢s le gusta: correr.

No siente que tenga que esforzarse m¨¢s que los dem¨¢s deportistas. De hecho, encuentra injusto cuando dicen que ¨¦l s¨ª se ha esforzado, en comparaci¨®n con otros atletas que tienen mejor situaci¨®n econ¨®mica. ¡°Yo no nac¨ª en cuna de oro, como muchos otros deportistas, pero a veces se minimiza mucho el esfuerzo que hace una persona que s¨ª tiene los medios, porque hay quienes a¨²n teni¨¦ndolo todo se esfuerzan y eso es admirable tambi¨¦n. Porque una cosa es tener la oportunidad y otra cosa es aprovecharla¡±, dice.

Pero tambi¨¦n reflexiona sobre la vida de los atletas y la ayuda que reciben. ¡°Siempre faltan los recursos. No por nada los deportistas siempre hablamos de la falta de apoyo y eso es normal¡±, plantea, pero considera que si bien reciben financiamiento para las concentraciones, para nutricionista, entrenador y otras necesidades de su actividad, muchas veces la sociedad se olvida que son personas y que tienen que pagar arriendo, cuentas, tel¨¦fono y por qu¨¦ no, darse alg¨²n gusto. Por eso, dice que aprendi¨® mucho de los a?os en los que estuvo empleado: ¡°Con ese trabajo yo pude sacar mi auto, trabajar, tener cosas de mi nombre. No grandes cosas, pero me ayud¨® mucho a conocer el mundo laboral y a valorizar m¨¢s mi tiempo para, ahora, tomar mi carrera con mayor profesionalismo¡±.

Una de las conclusiones a las que ha llegado Hugo con su amigo Mat¨ªas Silva es que es hay un puente entre los 20 y 25 a?os cuando es importante que las personas que tengan proyecci¨®n en alg¨²n deporte puedan tener apoyo suficiente para apostar por sus carreras deportivas. ¡°A esa edad es importante que tengan seguridad econ¨®mica b¨¢sica, porque si no, te empiezas a cuestionar, empiezas a estudiar, conocer gente, puedes tener pareja, un hijo, entonces las decisiones entre trabajar empleado o dedicarse al deporte, es cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Cuando est¨¢s pasando por ese momento necesitas de esa ayuda econ¨®mica, sicol¨®gica y a veces tambi¨¦n a que te ense?en c¨®mo tratar la vida. Mi entrenador ha sido un pilar fundamental en eso¡±.

Ahora, el medallista busca seguir conquistando podios y corriendo maratones. Su pr¨®ximo objetivo es clasificar para los Ol¨ªmpicos de Par¨ªs en 2024 y obtener un buen resultado: ¡°No es solo viajar y decir que soy ol¨ªmpico. No, quiero correr, quiero competir¡±. ?Vienen muchos oro por delante? ¡°Eso quiero, esperemos que sea as¨ª¡±, dice la nueva estrella del deporte chileno.