Gabriel Salazar, historiador: ¡°El sentido de futuro ha desaparecido de la mente de los chilenos¡±
El Premio Nacional de Historia 2006, con una perspectiva del ¨²ltimo siglo, revisa el momento pol¨ªtico que atraviesa Chile a dos semanas del plebiscito constitucional
El historiador, soci¨®logo y fil¨®sofo Gabriel Salazar (87 a?os, Santiago de Chile) tiene cinco bibliotecas en su amplia casa del municipio de La Reina, en la zona oriente de la capital chilena. En el jard¨ªn trasero, entre rosales y cardenales, aparece un espacio que utiliza como escritorio donde solo guarda los libros sobre la historia de Chile. Calcula que tiene entre 15.000 y 17.000. Hace unos a?os la catalog¨® y avalu¨® en 130 millones de pesos (150.000 d¨®lares). Hace poco su senda colecci¨®n sum¨® un nuevo ejemplar, su reciente libro Recabarren. Drama pol¨ªtico: Deliberaci¨®n, soberan¨ªa, tragedia (Ceibo Ediciones). Junto a Nelda Muray, relata la trayectoria de Luis Emilio Recabarren, fundador del Partido Obrero Socialista a comienzos del siglo pasado.
¡°Es el ¨²nico intelectual org¨¢nico que hemos tenido. Un intelectual que trabajaba desde dentro del pueblo, dialogando con el pueblo, con la memoria y opini¨®n del pueblo, no con la exquisitez de la academia. El ¨²nico. Y en un per¨ªodo constituyente. Por eso recuper¨¦ esa figura¡±, explica este jueves bajo un parr¨®n el Premio Nacional de Historia 2006. Un siglo despu¨¦s, el pa¨ªs sudamericano debate una propuesta constitucional que se plebiscitar¨¢ en dos semanas m¨¢s, con resultado incierto. ¡°Este ser¨ªa el und¨¦cimo intento fracasado de darle al pa¨ªs una Constituci¨®n pol¨ªtica que sea de acuerdo a sus problemas y sus realidades y sus futuros¡±, apunta el historiador Salazar.
Pregunta. ?En qu¨¦ punto est¨¢ Chile?
Respuesta. Para variar est¨¢ en una encrucijada, es decir, en una coyuntura hist¨®rica de transici¨®n, de transformaci¨®n. Todo hay que cambiarlo, pero no sabemos c¨®mo. Chile est¨¢ en un periodo muy particular que, justamente, es un gran desaf¨ªo para el pensamiento hist¨®rico y pol¨ªtico. Con un gran desconcierto para la ciudadan¨ªa.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque est¨¢ saliendo de un largo peri¨®dico hist¨®rico: son 200 a?os en que la ciudadan¨ªa se acostumbr¨® a ser gobernada por sus representantes. Y ahora estamos entrando en un periodo bastante nuevo, hist¨®ricamente hablando, en que la ciudadan¨ªa est¨¢ rechazando a sus representantes. Hay una enorme crisis de representaci¨®n en Chile que casi marca r¨¦cord mundial. Desde los ¨²ltimos siete a?os m¨¢s o menos, las cifras revelan que la ciudadan¨ªa est¨¢ rechazando entre un 96% y un 99% a la clase pol¨ªtica.
P. ?Y c¨®mo calificar¨ªa este momento?
R. De desconcierto del lado de los pol¨ªticos que tratan de mantenerse flotando en el monopolio del Estado y la ciudadan¨ªa que no los quiere y no sabe c¨®mo echarlos. Porque si los echan, entonces tiene que ella asumir su poder soberano. Y como lleva 200 a?os sin ejercer el poder soberano, tiene que descubrirlo y desarrollarlo para poder actuar por s¨ª misma. Estamos en un per¨ªodo de transici¨®n que va a tomar a?os. No es un tema de un a?o o dos, sino que seis, siete, 10, probablemente m¨¢s.
P. ?C¨®mo llega a esa conclusi¨®n?
R. No hay otra alternativa. Se expresa en el 99% de rechazo a los pol¨ªticos. Los grandes soci¨®logos y cientistas pol¨ªticos que est¨¢n trabajando los problemas actuales te hablan de que esto est¨¢ en crisis y que lo que est¨¢ en desarrollo es la sociedad civil y la comunidad local. Porque la soberan¨ªa, justamente al ser una voluntad colectiva, solo se desarrolla en las comunidades locales, no en la Naci¨®n, que es un conglomerado abstracto. La Naci¨®n no existe como comunidad. Es un constructo pol¨ªtico.
P. ?Cu¨¢ndo, piensa usted, funcion¨® bien la democracia chilena?
R. El sistema democr¨¢tico basado en el voto individual en Chile funcion¨® mucho mejor cuando los partidos pol¨ªticos quer¨ªan votar de acuerdo a las necesidades reales del pueblo. Entre el 1938 y 1973. De ah¨ª viene el populismo. De ah¨ª viene Eduardo Frei Montalva. En esa ¨¦poca am¨¢bamos a nuestros pol¨ªticos porque nos promet¨ªan y trataban de llevar a cabo la reforma agraria, tributaria, educacional... Pero con la derrota de Allende, con la instalaci¨®n del modelo neoliberal, los partidos ni siquiera prometen [esos cambios]. No es comparable la Democracia Cristiana de ese tiempo con la actual. Ni siquiera el Partido Comunista. Ni uno de los partidos est¨¢ jug¨¢ndosela en serio por las promesas que le hacen al pueblo.
P. ?C¨®mo se explica el estallido social de 2019?
R. Es muy dif¨ªcil interpretarlo, porque la ¨²nica manera es meti¨¦ndose en coordenadas de larga duraci¨®n. Y por eso es que a los historiadores nos pareci¨® l¨®gico que hubiera un estallido. Porque el problema de fondo es que Chile trae problemas hist¨®ricos no resueltos que se arrastran desde el siglo XVI, XVII. Que no los resolvi¨® la otra democracia de la ¨¦poca de Allende y que el sistema neoliberal los agrav¨® y los multiplic¨®. La cantidad de problemas hist¨®ricos no resueltos que se vienen arrastrando sobre la masa ciudadana y que la rasgu?an y la hieren por distintos lados es de una enorme envergadura. Hoy d¨ªa se insiste mucho en la delincuencia, porque la misma derecha resalta eso como importante. Cuando lo importante es el modelo neoliberal.
P. Pero la ciudadan¨ªa muestra su preocupaci¨®n por la delincuencia.
R. Claro, porque la delincuencia es consecuencia del modelo neoliberal. ?Cu¨¢l es la esencia de ese modelo en Chile? El trabajo precario. ?Qu¨¦ significa? El trabajo temporal. Con eso no tengo seguridad de futuro. Si no tengo seguridad de futuro, ?para qu¨¦ me caso? Si me caso, no me la puedo, me separo y dejo la escoba. Entonces, hoy d¨ªa ha desaparecido de la mente de los chilenos lo que en los a?os de Allende o de Frei Montalva, etc¨¦tera, exist¨ªa: el sentido de futuro.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. Se hablaba en ese tiempo de desarrollo hacia el futuro. Todo el pa¨ªs, todo el Gobierno, todos los partidos pol¨ªticos, menos la ultraderecha. Entonces, t¨² te educabas para el futuro. Y los j¨®venes ten¨ªan, ten¨ªamos futuro. Eso nos daba seguridad y alegr¨ªa. Eso explica esa incre¨ªble d¨¦cada de los 60. Los j¨®venes en ese per¨ªodo se apoderan de la m¨²sica, cosa que antes era de los viejos. Aparece, adem¨¢s, la p¨ªldora. Aparece esta idea del cambio social. ¡°?Somos due?os del futuro!¡±, grit¨¢bamos por las calles. Y si t¨² compartes un futuro, tienes amistad, solidaridad, fraternidad, porque vamos todos juntos de la mano. Si t¨² escuchas la m¨²sica de izquierda, por decirlo as¨ª, la nueva canci¨®n chilena, es alegre. Eso hoy d¨ªa no existe en ninguna parte. Porque no tenemos futuro.
P. ?Y por qu¨¦ Chile perdi¨® el sentido de futuro?
R. Lo que describo es producto del modelo laboral que se instal¨® en Chile. Eso implic¨® no tener futuro, no tienes metas-objetivos. La revoluci¨®n ten¨ªa objetivo. Entonces, tu desaz¨®n, tu descontento, lo expresas como un no gigantesco. Y eso fue el estallido de 2019.
P. Luego la ciudadan¨ªa rechaz¨® en 2022 la propuesta de una Convenci¨®n Constitucional y ahora, en dos semanas m¨¢s, podr¨ªan volverlo a hacer con el segundo texto.
R. Pero hay un problema que hay que tener claro y es que en el primer intento la gente no conoci¨® bien el texto. En Chile se est¨¢ leyendo muy poco, y los que leen no entienden. Hay estudios que lo comprueban. La gente est¨¢ fascinada con los v¨ªdeos, con las redes sociales, con la far¨¢ndula de la televisi¨®n, con los conciertos masivos, todo aquello. Tiene un acceso visual y auditivo al conocimiento. Yo no digo que sean ignorantes, digo que tienen un acceso de ese tipo al conocimiento. Y por ese camino no llegan a conocer la historia de Chile en profundidad. Adem¨¢s no se ha contado ¨Ces la tarea nuestra, de los historiadores¨C, pero estamos reci¨¦n en ello. Entonces, la gente no conoce su historia, para empezar. Prohibieron la historia de Chile en tercer y cuarto a?o medio. No hay ning¨²n curso de historia social profundo formal en ninguna universidad. Y el conocimiento sobre la historia de Chile no se encuentra en los v¨ªdeos que circulan por las redes.
P. Y, la gente, quiz¨¢, piensa que la Constituci¨®n no le va a solucionar sus problemas del d¨ªa a d¨ªa.
R. Ese es otro problema importante. El problema te¨®rico, de fondo. Porque ?qu¨¦ es lo que hace una Constituci¨®n? Una buena Constituci¨®n pol¨ªtica en un pa¨ªs como Chile deber¨ªa preguntarse qu¨¦ problemas tenemos que resolver con una nueva Carta Fundamental. No hay ning¨²n estudio, no hay ning¨²n diagn¨®stico. La nueva propuesta empieza con el enunciado dogm¨¢tico, metaf¨ªsico. Dice: ¡°La Naci¨®n es ¨²nica e indivisible¡±. Parten con un concepto metaf¨ªsico. Plat¨®nico.
P. Esta propuesta que se plebiscitar¨¢ el d¨ªa 17 ha sido presentada por las derechas como la Constituci¨®n de la seguridad.
P. Claro, pero para hacer una Constituci¨®n inteligente respecto de ese problema, t¨² tienes que hacer un diagn¨®stico. ?Por qu¨¦ hay delincuencia en Chile? ?Por qu¨¦ desde que hay modelo neoliberal aument¨® el trabajo precario, el trabajo ambulante, el autoempleo? El pueblo resolviendo los problemas de la cesant¨ªa por s¨ª mismo. Hace mucho tiempo que se sabe que si la tasa de la utilidad de la delincuencia es muy alta y supera la tasa de ingreso del salario, t¨² vas a tener delincuencia masiva. Y eso est¨¢ pasando en Chile. El aparato de seguridad tiene que empezar por el empleo. Somos un pa¨ªs que est¨¢ todav¨ªa en el tercer d¨ªa de la creaci¨®n, si hablamos como la Biblia.
P. ?Y c¨®mo proyecta el cuarto, quinto d¨ªa?
R. Siguiendo con la met¨¢fora de la Biblia, estamos pegados en el tercer d¨ªa de la creaci¨®n, porque Dios se fue a descansar antes de tiempo. Por tanto, ?qui¨¦nes terminan los siete d¨ªas necesarios? Nosotros. Si no lo hacemos nosotros, vamos a seguir 100 a?os m¨¢s igual que los 200 anteriores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.