Chile camina al plebiscito por una nueva Constituci¨®n en medio de un debate acalorado por la delincuencia

Chile camina a paso veloz a una nueva cita electoral con la que, en apariencia, cerrar¨¢ su momento constituyente abierto hace cuatro a?os, tras el estallido social de octubre de 2019. El domingo 17 de diciembre, 15.406.352 ciudadanos est¨¢n convocados a las urnas para votar A favor o En contra de nueva propuesta apoyada por sectores de centro y las derechas. Pero en Chile no solo no se respira un ambiente electoral ¨Cun 47% de la gente declara estar no muy interesada o nada interesada en el proceso, seg¨²n la reciente encuesta CEP¨C, sino que el debate de largo plazo que parece inherente a una nueva Carta Fundamental parece totalmente cruzado por una discusi¨®n acalorada acerca de la delincuencia, que urge a los chilenos ahora. No solo se trata de la principal prioridad de la sociedad (la misma encuesta CEP lo dice), sino que los hechos delictivos diarios no dan tregua a una ciudadan¨ªa impaciente y asustada.

El gobernador de la Regi¨®n Metropolitana, Claudio Orrego, de la centroizquierda, pero no oficialista, bautiz¨® este mes como el ¡°noviembre rojo¡± por su ¡°escalada de homicidios¡±: se han registrado 35 solo en la ciudad de Santiago, dijo, y se han contabilizado otros 43 en calidad de frustrados. Orrego ¨Cexmilitante democristiano¨C ha sido el que ha abierto el debate sobre la necesidad de decretar un Estado de Excepci¨®n en la regi¨®n capitalina (como sucede hoy en d¨ªa en La Araucan¨ªa y en las regiones vecinas, en el sur de Chile, y en la zona norte, donde los militares est¨¢n desplegados hace unos 250 d¨ªas). El Gobierno de Gabriel Boric, sin embargo, no est¨¢ por la medida, por considerar que no solo implica un r¨¦gimen excepcional de libertades, sino que, adem¨¢s, un r¨¦gimen excepcional de intervenci¨®n de las Fuerzas Armadas, como sostuvo en la semana el ministro de Justicia, Luis Cordero.

Es un asunto diario lo de los cr¨ªmenes que generan impacto en la opini¨®n p¨²blica. En los ¨²ltimos dos d¨ªas, un conductor de una aplicaci¨®n de transporte fue asesinado en la zona sur de Santiago, en La Granja, mientras un hombre fue acribillado fuera de una botiller¨ªa en el municipio de Estaci¨®n Central, en la zona poniente de la capital, con al menos 14 balazos. Seg¨²n las autoridades del Gobierno actual, como el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, la criminalidad comenz¨® a cambiar en torno a 2015. La derecha responde que no ayud¨® la actitud con que las izquierdas respondieron a la violencia del estallido social de octubre de 2019 y a la postura de la entonces oposici¨®n al Gobierno conservador de Sebasti¨¢n Pi?era ante proyectos de ley que buscaban mayor dureza. El panorama chileno parece complejo: desde alg¨²n sector de la izquierda moderada y oficialista se empujan iniciativas como la del senador Pedro Araya, que busca sancionar con c¨¢rcel a los menores de edad desde los 16 a?os. Mientras, las c¨¢rceles se llenan. Si a fines de 2021 hab¨ªa 40 mil personas privadas de libertad, hoy llegan a 54 mil.

Es de lo que se habla hoy en Chile, no de la nueva Constituci¨®n, aunque los equipos de campa?a saben ocupar sus respectivos momentos. Desde las derechas que empujan la opci¨®n A favor, se despliega la estrategia de hablar de la propuesta como la Constituci¨®n de la seguridad y de hacer de este refer¨¦ndum un plebiscito respecto del propio Gobierno. Qued¨® en evidencia en un v¨ªdeo de campa?a por el A favor, divulgado la semana pasada, donde se interpela a la nueva generaci¨®n de izquierda que hoy est¨¢ en el poder y que hoy est¨¢ por el En contra, aunque no se explicite. ¡°Voy a votar A favor y que se jodan¡±, dice la publicidad, que caus¨® bastante pol¨¦mica.

Las encuestas y pron¨®sticos dan ventaja al En contra, apoyado por la centroizquierda y las izquierda. La Data Influye, por ejemplo, difundida esta semana, muestra que se mantiene la distancia entre la opci¨®n En contra (50%) y la opci¨®n A favor (27%). Pero el sondeo CEP de la semana pasada indica que un 53% a¨²n no ha decidido su voto, por lo que analistas y expertos hablan todav¨ªa de un resultado abierto. Chile apenas retom¨® hace dos elecciones el voto obligatorio, lo que aumenta la incertidumbre sobre el comportamiento electoral de los grandes bolsones de votantes nuevos y alejados de la pol¨ªtica.

Es el escenario en que el Gobierno de Boric enfrenta, a su vez, este nuevo proceso electoral. Entre la contradicci¨®n de apoyar el texto actual y no la propuesta, pese a que ha sido una demanda hist¨®rica de la izquierda superar la Constituci¨®n de Pinochet, reformada unas 70 veces desde 1989; y la presi¨®n por mostrar resultados en materia de orden p¨²blico, tras casi dos a?os de Gobierno. El presidente esta semana ha dado se?ales. ¡°La seguridad p¨²blica es la preocupaci¨®n central en nuestro pa¨ªs (...). Lo peor que podr¨ªa pasar es que desde el sistema pol¨ªtico perdamos tiempo enfrent¨¢ndonos para sacar r¨¦ditos de largo plazo. En esto, la l¨®gica Gobierno-oposici¨®n no es necesariamente ¨²til para poder enfrentar el problema¡±, plante¨® Boric el martes. Y luego reflexion¨®: ¡°Yo s¨¦ que desde la oposici¨®n deben estar pensando: ¡®Es muy f¨¢cil decirlo ahora que eres Gobierno, pero cuando eras oposici¨®n nos sacaste la cresta [nos golpeaste duro]. Hay algo de cierto en eso¡±, reconoci¨® el presidente.

Lo hizo en la misma l¨ªnea que la portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, que en entrevista con EL PA?S asegur¨®: ¡°Uno puede respetar las cr¨ªticas de la actual oposici¨®n respecto a nuestro rol en la oposici¨®n de su momento, pero la pregunta que uno tiene que hacerse frente a esa cr¨ªtica es si eso les da derecho a ser igual o peor que nosotros. Si en pol¨ªtica vamos con el ojo por ojo, todos nos vamos a quedar ciegos. Y nuevamente quienes pierden son las personas, la democracia, las instituciones¡±.

Hoy en d¨ªa, en medio de un clima de campa?a, parece improbable la altura de miras de lado y lado. Todas las fuerzas pol¨ªticas est¨¢n exigidas por las elecciones y, al miemos tiempo, interpeladas por la ciudadan¨ªa. Mientras, la delincuencia lo toca todo. Hace unos d¨ªas, Boric subi¨® a sus redes una foto subiendo en bicicleta el cerro San Crist¨®bal, un icono de la capital. El presidente del partido de la derecha tradicional UDI, Javier Macaya, dijo que el v¨ªdeo con la frase ¡°que se jodan¡± respond¨ªa a ¡°la rabia de ver al Gobierno bailando y andando en bicicleta¡±. El mismo Boric le respondi¨®: ¡°Hoy en la ma?ana temprano, a las 6.30, sub¨ª el cerro en bicicleta. Espero que al senador Macaya no le moleste¡±, dijo el martes.