Plebiscito constitucional: la pol赤tica en deuda
Se cierra la discusi車n constitucional, pero ello no asegura legitimidad futura. El presidente Boric se dirigi車 al pa赤s para asegurar que se cierra la discusi車n constitucional durante su mandato
A pocas semanas de cerrar el 2023, las chilenas y chilenos volvieron a rechazar un borrador para un nuevo texto constitucional. Con voto obligatorio y una participaci車n electoral del 84,3%, una mayor赤a (55,8%) se inclin車 por rechazar la propuesta elaborada por el Consejo Constitucional. Transformando al pa赤s en un caso in谷dito a nivel mundial, con dos rechazos consecutivos a propuestas constitucionales redactadas por 車rganos electos...
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A pocas semanas de cerrar el 2023, las chilenas y chilenos volvieron a rechazar un borrador para un nuevo texto constitucional. Con voto obligatorio y una participaci車n electoral del 84,3%, una mayor赤a (55,8%) se inclin車 por rechazar la propuesta elaborada por el Consejo Constitucional. Transformando al pa赤s en un caso in谷dito a nivel mundial, con dos rechazos consecutivos a propuestas constitucionales redactadas por 車rganos electos espec赤ficamente para ese fin.
Entender las razones que llevaron a esto y sus implicancias para el futuro tomar芍 tiempo, estudio y debate. Para aportar a ello, cinco lecciones y reflexiones iniciales que nos deja este resultado.
La democracia electoral ha salido fortalecida. A pesar de preocupantes tendencias globales, y aislados intentos en a?os recientes en Chile, las instituciones electorales lograron lidiar exitosamente con un calendario electoral sin precedentes, sumando a escrutinios regulares otras cinco contiendas en tres a?os: un plebiscito de entrada, dos de salida, dos elecciones de constituyentes. Este domingo, a pesar de una campa?a altamente polarizada, con altos grados de desinformaci車n, incitaci車n a la rabia y al miedo, las personas concurrieron a votar en tranquilidad y sin incidentes, a menos de una hora de cerradas las urnas ya hab赤a c車mputos oficiales con tendencias claras, y los distintos sectores aceptaron r芍pidamente el veredicto popular. La volatilidad en las preferencias de la ciudadan赤a durante este largo ciclo termin車 fortaleciendo la legitimidad de las elecciones en tanto qued車 demostrado que existe la posibilidad de una competencia efectiva. La integridad, transparencia y eficiencia de las elecciones salieron fortalecidas.
Dise?ar procesos constitucionales requiere diagn車sticos acabados, no s車lo acuerdos. El dise?o del primer proceso constitucional cont車 con amplia participaci車n de los partidos pol赤ticos, la sociedad civil, especialistas y acad谷micos, con un debate que se extendi車 por varios meses. Despu谷s del aplastante rechazo de la propuesta de texto en septiembre del 2022, los partidos se apresuraron a dise?ar un nuevo proceso en un tiempo acotado y con menor participaci車n de actores externos. Se gener車 un amplio acuerdo entre las fuerzas pol赤ticas de que era necesario y positivo impulsar un nuevo proceso constituyente a pesar de que cada sector interpret車 el triunfo del rechazo desde sus propias preferencias y no compart赤an un diagn車stico com迆n para explicar lo qu谷 estaba ocurriendo en la sociedad chilena. As赤, la labor de la Comisi車n de Expertas/os y del Consejo Constitucional estuvo marcada por bajo involucramiento, inter谷s y apoyo ciudadano. El rechazo final del texto puede bien ser producto de una falta de conexi車n entre las necesidades y demandas de la sociedad y la oferta propuesta por 谷lites pol赤ticas.
La lectura del primer rechazo constitucional debe ser revisada a la luz de un segundo rechazo. El relato que se ha construido respecto de las razones del triunfo del voto en contra en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022 puso foco en el contenido del texto y en el accionar de las/os convencionales. El contenido de una propuesta que buscaba expandir derechos y fortalecer el rol del Estado, ampliar mecanismos de participaci車n, adem芍s de un 車rgano ideologizado y partisano ser赤an las principales razones que lo explicaban. Las chilenas y chilenos no quer赤an un texto refundacional progresista. Muchos llamaron la atenci車n, adem芍s, al papel de independientes y movimientos sociales en la convenci車n; ser赤a su presencia la causante de la incapacidad de ofrecer a la sociedad un texto transversal.
Hoy ese primer rechazo debe ser revisado a la luz de esta nueva negativa, ahora de un texto con un enfoque ideol車gico diametralmente opuesto al primero, con un enfoque neoliberal, orientado a limitar el rol del Estado. Proceso que adem芍s fue dise?ado y compuesto 赤ntegramente por representantes de partidos pol赤ticos con experiencia en negociaci車n. Entender el fracaso de ambos procesos para construir legitimidad social en procesos con tan disimiles dise?os institucionales, composici車n y enfoques debe, necesariamente, mirar m芍s all芍 de la esfera institucional, y las particularidades idiosincr芍ticas de actores individuales, para evaluar din芍micas sociales y la interacci車n entre pol赤tica y sociedad.
La debilidad de la pol赤tica. El resultado de este segundo plebiscito de salida deja en evidencia la incapacidad de la pol赤tica institucional para cumplir con el mandato que el pueblo de Chile les habr赤a conferido en 2020 para arribar a un nuevo pacto constitucional en democracia. Quienes tuvieron el liderazgo y el poder para definir el contenido de este texto e impulsaron su aprobaci車n sin acuerdos con sus adversarios tienen por cierto responsabilidad en este resultado. Pero el problema es m芍s transversal y profundo. La debilidad de la pol赤tica para resolver los problemas m芍s complejos de la sociedad ha quedado de manifiesto y representa un riesgo para la democracia.
Se cierra la discusi車n constitucional, pero ello no asegura legitimidad futura. El presidente Boric se dirigi車 al pa赤s para asegurar que se cierra la discusi車n constitucional durante su mandato. Los partidos de gobierno y oposici車n han reafirmado lo mismo. Ya no hay 芍nimo ni inter谷s para persistir en un esfuerzo que se inicia post en 2018 pero que se extendi車 por m芍s de una d谷cada: ya en 2013 emerge un movimiento ciudadano pidiendo reemplazar la Constituci車n a trav谷s de una asamblea constituyente (Marca tu voto) y la entonces candidata Michelle Bachelet propon赤a al pa赤s un proceso constituyente durante su segundo Gobierno. La posibilidad de reemplazar el texto constitucional de manera 赤ntegra y total queda cerrada para las actuales generaciones. Sin embargo, el cierre del proceso no significa que la pol赤tica haya logrado recomponer la confianza de las personas en las instituciones, ni que los sucesivos fracasos en redactar un nuevo texto lograran construir legitimidad social para la actual Constituci車n. Esa es por ahora una pregunta abierta.
Finalmente, la experiencia chilena servir芍 sin duda para que otros pa赤ses que buscan establecer nuevos contratos sociales y/o adaptar sus instituciones al mundo actual, eval迆en seriamente si el remplazo constitucional es la 迆nica o mejor forma de hacerlo.