Fracaso constitucional
Tal vez la principal lecci¨®n de estos cuatro a?os sea que las revanchas electorales tienen corta vida, pan para hoy hambre para ma?ana
Chile nuevamente rechaza el texto constitucional. La brecha entre ambas posturas es m¨¢s amplia que la que se presagiaba. ?Qu¨¦ nos dicen estos resultados? La primera lectura, la m¨¢s evidente, es el fracaso de la derecha por conducir a buen puerto este segundo intento constitucional. El principal responsable de este fracaso es sin duda el Partido Republicano, que tuvo la oportunidad de elaborar un texto que concitara a la unidad y se la farre¨®, como se la farre¨® la izquierda en el proceso anterior. Ahora bien, la centro derecha tambi¨¦n es responsable de este fracaso, pues debi¨® haber hecho mucho m¨¢s por lograr incluir a la social democracia, pero prefiri¨® jugar duro aline¨¢ndose con Republicanos, probablemente para evitar la fuga de votantes.
Para la izquierda y la centro izquierda este resultado sin duda es un alivio. La propuesta constitucional constitucionalizaba la provisi¨®n mixta de los derechos sociales y la libertad de elecci¨®n, dejando as¨ª fuera del juego pol¨ªtico a la izquierda. Con todo, esta victoria no deja de tener un gusto amargo para ellos. La nueva Constituci¨®n es una demanda originaria de la izquierda para superar la ¡°Constituci¨®n de Pinochet¡± y hoy esa izquierda prefiri¨® la ¡°Constituci¨®n de Pinochet¡± a este nuevo texto nacido en democracia. Una tragedia griega. Tal vez el m¨¢s beneficiado con este resultado sea el Gobierno. La derecha hizo lo imposible para convertir este plebiscito constitucional en un refer¨¦ndum al Gobierno y le hizo un favor, pues, de ser as¨ª, el resultado ser¨ªa excepcional. Por cierto, el Ejecutivo cometer¨ªa un tremendo error si creyera que este triunfo del en contra es una adhesi¨®n al Gobierno, pero tampoco debe ser ingenuo para no utilizar este resultado para impulsar una agenda, esa que todav¨ªa no vemos.
Pero ojo, estas lecturas son lineales. El voto por el en contra puede tambi¨¦n reflejar un rechazo a toda la clase pol¨ªtica. Las cuentas no son alegres. Despu¨¦s de cuatro a?os y dos intentos constitucionales, estamos peor que antes: m¨¢s polarizados, con una situaci¨®n econ¨®mica compleja, m¨¢s inseguridad ciudadana, m¨¢s desconfianza en las instituciones. Las personas tienen rabia, est¨¢n decepcionadas, cansadas; la pol¨ªtica, de derecha y de izquierda, no ha sabido responder a la demanda de los ciudadanos, su polarizaci¨®n solo ha debilitado nuestra democracia; y el resultado de este plebiscito puede ser el s¨ªntoma de su crisis.
?Y ahora qu¨¦? ?C¨®mo seguimos adelante? ?Hay alguna lecci¨®n que podamos sacar de todo esto?
Tal vez la principal lecci¨®n de estos cuatro a?os sea que las revanchas electorales tienen corta vida, pan para hoy hambre para ma?ana. Solo se puede avanzar con unidad, con grandes acuerdos, con amistad c¨ªvica sin perder nuestras leg¨ªtimas diferencias. Ese fue el secreto del ¨¦xito de la Concertaci¨®n; secreto considerado pecado para los j¨®venes revolucionarios del Frente Amplio que hoy gobiernan sin gobernar. Chile no puede seguir esperando. Necesitamos pol¨ªticos m¨¢s humildes y generosos. Lleg¨® la hora de darle una mano al Gobierno que la necesita de forma urgente y este abandonar su infantilismo y arrogancia para de una vez empezar a hacer la pega con responsabilidad de cara a la ciudadan¨ªa.
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