El hambre y las ganas de comer
Por parte del Gobierno, puede estar fallando la capacidad de dotar de consistencia y convicci¨®n a esta suerte de conversi¨®n presidencial al credo del crecimiento
El pasado 10 de mayo, en una fr¨ªa jornada de viernes, ministros de las ¨¢reas econ¨®mica y pol¨ªtica del Gobierno y altos exponentes de ambas c¨¢maras del Congreso dieron a conocer la voluntad compartida de dar fast track a un conjunto de 21 iniciativas contenidas en un Pacto por el Crecimiento Econ¨®mico, el Progreso Social y la Responsabilidad Fiscal y la Agenda de Probidad y Productividad, un nombre tan extenso que por ese solo hecho ya se hace dif¨ªcil pensar en un fast track.
Como sea, y sin entrar en si la idea de empaquetar tantas y tan diversas iniciativas en un gran pacto es razonable, o si es sensato aspirar, legislativamente hablando, a que los parlamentarios llamados a ver estos temas est¨¦n dispuestos a alinearse en un fast track cuando lo suyo ha sido cr¨®nicamente el movimiento centr¨ªfugo, no deja de llamar la atenci¨®n el sonoro silencio por parte del mundo empresarial que ha acompa?ado al anuncio de la autoridad.
Ha pasado poco menos de un mes desde Enade y pareciera que las confianzas mutuas entre Gobierno y empresarios siguen debilitadas. Sin ir m¨¢s lejos, el presidente Gabriel Boric admiti¨® sin tapujos este jueves 15 de mayo que su relaci¨®n con el gran empresariado chileno ha sido (y sigue siendo) ¡°distante y dif¨ªcil¡±, cuesti¨®n a estas alturas dif¨ªcil de negar, como tampoco lo es que este estado de cosas tiene probablemente responsabilidades compartidas.
Del lado del empresariado, ya sea por decepci¨®n y prejuicio, se percibe cierto miedo ser protagonistas de una nueva versi¨®n del cuento de la rana y el escorpi¨®n, en donde por bajar la guardia se termina mordido por la espalda. A ello se suma una cierta poca claridad respecto de qui¨¦nes est¨¢n dispuestos o habilitados a ser contrapartes del Gobierno, cuesti¨®n que quiz¨¢s de manera anecd¨®tica se manifiesta en que es la presidenta de Icare, Karen Thal, quien protocolarmente est¨¢ ocupando el lugar que en el pasado ten¨ªan los l¨ªderes de los grandes gremios en mesas de trabajo y negociaci¨®n.
Por parte del Gobierno, puede estar fallando la capacidad de dotar de consistencia y convicci¨®n a esta suerte de conversi¨®n presidencial al credo del crecimiento. Esto no quiere decir que el mandatario, su equipo y coalici¨®n tengan que terminar de negar a Cristo (el programa, donde ya han hecho varias concesiones), sino que marquetear mejor la invitaci¨®n al empresariado a empujar juntos el carro de la econom¨ªa. A lo que habr¨ªa que a?adir el cuidado de evitar autogoles con anuncios o medidas (condonaci¨®n del CAE mediante) que solo enrarecen la atm¨®sfera y hacen las veces de un pie de baile donde por cada paso hacia delante se da otro para atr¨¢s.
El momentum de la econom¨ªa, por lo dem¨¢s, se perfila como el indicado, con proyecciones del PIB que est¨¢n agarrando vuelo al alza y un precio del cobre en m¨¢ximos hist¨®ricos. Si el crecimiento es de verdad tan cr¨ªtico como se ha dicho para salir del pozo, no moverse alineadamente para darle m¨¢s impulso a la curva a lo menos ser¨¢ el derroche de una oportunidad.
Est¨¢ adem¨¢s el aval de expertos de distintas afinidades pol¨ªticas que son transversalmente respetados, quienes han convergido a relevar la urgencia de generar un punto de inflexi¨®n en la magra performance de la econom¨ªa de los ¨²ltimos casi 15 a?os. En esa l¨ªnea se inscriben, por supuesto, las conclusiones entregadas a fines de 2023 por la Comisi¨®n Marf¨¢n, en un documento que dot¨® de datos muy robustos toda la reflexi¨®n en torno a la necesidad de priorizar el crecimiento y de hacerlo bien, incluso con el coraje de corregir medidas que en el pasado le han salido muy caras al pa¨ªs, como la fuerte alza de impuestos a las empresas, que pasaron de 15% en el a?o 2000 a 27% en la actualidad.
Est¨¢ la oportunidad, est¨¢n la evidencia y los dados y est¨¢n, habr¨ªa que a?adir, las lecciones del pasado reciente, la falta de di¨¢logo deriva en leyes sacadas adelante contra viento y marea produciendo leyes que luego urge enmendar. Pas¨® con la reforma tributaria que se cocin¨® en 2014 y que ni la contrarreforma de Rodrigo Vald¨¦s de 2015 amortigu¨® del todo; y, m¨¢s recientemente, con la ley de fraudes bancarios que obstinadamente se legisl¨® y que se ha debido enmendar porque no solo creo una industria de la defraudaci¨®n, sino que tambi¨¦n al final termin¨® siendo un balazo en los pies del propio BancoEstado.
La pregunta contingente es si las lecciones obtenidas a lo largo de los a?os, si los informes de las comisiones, si los datos y pron¨®sticos permitir¨¢n alinear los astros en una din¨¢mica donde las hebras de un mayor crecimiento permitan una recaudaci¨®n fiscal y margen de gasto p¨²blico para atender las necesidades del pa¨ªs. Es decir, un cuadro donde se junten el hambre y las ganas de comer y se produzca, finalmente, un cambio de suma positiva y salir de la trampa esa que dice que es de locos seguir haciendo lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.
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