Sin visa para un sue?o
Luciano Cabral es el mejor jugador de la liga chilena, pero no podr¨¢ vestir los colores del pa¨ªs en la Copa Am¨¦rica porque pag¨® con cinco a?os de c¨¢rcel su participaci¨®n en un homicidio. Como consuelo, espera ahora firmar el mejor contrato de su vida
Luciano Cabral, la mejor figura del torneo nacional, no podr¨¢ saltar a la cancha defendiendo a la selecci¨®n chilena en el debut de la Copa Am¨¦rica. La raz¨®n es simple y contundente: no obtuvo visa para ingresar a los Estados Unidos debido a que purg¨® en la c¨¢rcel una condena por homicidio simple.
Mientras la selecci¨®n de Ricardo Gareca debuta frente a Per¨², Cabral espera en Chile el contrato m¨¢s importante de su carrera. Pretendido por el grupo Pachuca de M¨¦xico, los principales clubes del pa¨ªs y por otras varias instituciones del extranjero, est¨¢ imposibilitado de defender a la Roja pese a que ya visti¨® la camiseta de la sub 20, antes del juicio y el fallo que le cambi¨® la vida para siempre.
Luciano naci¨® en General Alvear, provincia de Mendoza, Argentina. Gracias a su abuelo chileno pudo obtener la nacionalidad, lo que le permiti¨® disputar el Sudamericano Juvenil del 2015 en Punta del Este, tras lo cual debut¨® en Argentinos Juniors para luego ser cedido a pr¨¦stamo al Atl¨¦tico Paranaense de Brasil.
Pero el ¨¦xito le cobr¨® la cuenta. En la madrugada del 1 de enero del 2017 particip¨® en una ri?a callejera en General Alvear, donde su grupo familiar se enfrent¨® a los golpes con Joan Villegas, de 27 a?os, quien falleci¨® producto de los golpes recibidos. En el juicio, Jos¨¦ Cabral, su padre, explic¨® que la v¨ªctima era un pendenciero que lo extorsionaba con hacerle da?o al futbolista cada vez que retornaba a su localidad natal, y que la muerte fue producto de una disputa provocada por Villegas. En uno de los antecedentes probatorios del juicio, las zapatillas ensangrentadas de Luciano Cabral lo situaron en el sitio del suceso, aunque ante los jueces y en un mensaje enviado a la madre de la v¨ªctima subray¨® que ¨¦l ¡°no hab¨ªa matado a Joan¡±.
La sentencia fue lapidaria. Diez a?os para Luciano y 18 para su padre, aunque el futbolista, por su buen comportamiento, sali¨® de prisi¨®n tras cinco a?os de condena. Fue entonces cuando Coquimbo Unido confi¨® en que manten¨ªa intactas sus capacidades. Talentoso y perseverante, Cabral tard¨® un a?o en adaptarse plenamente al juego, liderando un cuadro de expectativas moderadas en el campeonato chileno.
En un pa¨ªs donde no abundan los volantes habilidosos, Cabral se ha llenado de elogios, al punto de ganarse un puesto en la pre-n¨®mina de Gareca para la Copa Am¨¦rica de los Estados Unidos. Sin embargo, todos los esfuerzos de la Federaci¨®n por conseguirle visa de ingreso resultaron vanos, pese a que el futbolista jug¨® en Argentina, Brasil y Paraguay en representaci¨®n de los coquimbanos en la Copa Sudamericana.
La sorprendente historia de Cabral tiene pocos precedentes en el f¨²tbol mundial. La mayor parte de los jugadores condenados que cumplen pena en prisi¨®n no consiguen mantenerse en forma para reanudar su carrera. La mayor¨ªa, en medio del proceso, son suspendidos por los clubes hasta la dictaci¨®n del fallo. La excepci¨®n es el brasile?o Breno -Vinicus Rodr¨ªguez, quien fue a prisi¨®n durante tres a?os acusado de quemar su casa cuando militaba en el Bayern Munich. Tras cumplir la condena retorn¨® a Brasil, donde jug¨® en S?o Paulo y Vasco da Gama, ganando t¨ªtulos y cosechando elogios.
Cabral podr¨¢ no jugar la Copa Am¨¦rica por culpa de las pol¨ªticas migratorias estadounidenses, pero espera expectante su futuro. Desde su club, Coquimbo Unido, hacen esfuerzos para lograr el mejor precio de transferencia y para que se enrole en el extranjero. Los reglamentos de la Liga local permiten a un jugador defender a dos equipos en el torneo, por lo que Cabral podr¨ªa ser el mayor enemigo de las pretensiones de su escuadra por conseguir el primer t¨ªtulo de su historia.
Nimiedades al lado de una inmensa historia de redenci¨®n que tiene al f¨²tbol como escenario. Y a un joven que, una vez pagados sus pecados, quiere so?ar en grande.
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