La m¨ªstica
Cuando vi que el Bayern iba por delante y que el Real Madrid hab¨ªa vuelto a remontar en los ¨²ltimos e incre¨ªbles 10 minutos, tuve la tentaci¨®n de apoyar la tesis de un amigo que cree que hay equipos con una tradici¨®n ganadora
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Dice un buen amigo futbolero que en esto del f¨²tbol hay que tener una tesis y mantenerla por mucho que las pruebas o los hechos apunten a que nos hemos equivocado en su formulaci¨®n. Como ejemplo suele poner eso de que hay clubes con una m¨ªstica ganadora y que eso ya es raz¨®n suficiente para que las esperanzas de sus seguidores aumenten. Dice mi amigo que, adem¨¢s, esa tesis de gen ganador atemoriza a los rivales y condiciona el resultado de no importa qu¨¦ sorteo de f¨²tbol porque que esa m¨ªstica deber¨ªa equilibrarse con alg¨²n otro elemento que convirtiera el futuro enfrentamiento en una contienda m¨¢s justa. Concluyendo, mi amigo considera que esa m¨ªstica es casi dopaje y altera el buen sentido de la competici¨®n.
Mi amigo consideraba que su tesis hab¨ªa vuelto a confirmarse en el Bernab¨¦u. Y claro, cuando vi que el Bayern iba por delante y que el Real Madrid hab¨ªa vuelto a remontar en los ¨²ltimos e incre¨ªbles 10 minutos, tuve una primera tentaci¨®n de confirmar la teor¨ªa y dar por bueno el razonamiento como si esa primera noche m¨¢gica de ese nuevo Santiago Bernab¨¦u viniera a confirmar que ni las obras ni los cambios alteraban ese mar de energ¨ªas positivas que se generan desde tiempos inmemoriales, como si la cosa fuera casi m¨¢s asunto de brujos y chamanes que de magn¨ªficos jugadores unidos a su p¨²blico por esa m¨¢gica cuerda emocional que les dice que todo es posible a¨²n cuando la realidad parezca apuntar en sentido adverso.
Pero tambi¨¦n se me ocurri¨® pensar en qui¨¦n era el rival del Real Madrid y pens¨¦ que si hay otro equipo unido en esa m¨ªstica ganadora ese es, ?era?, el Bayern de M¨²nich y, por extensi¨®n, el f¨²tbol alem¨¢n. Este es el momento en el que uno recurre a Gary Lineker y a su exacta definici¨®n del f¨²tbol como ese juego de 11 contra 11 y donde gana Alemania, tesis que tambi¨¦n se hab¨ªa confirmado por los dos costados, cuando la m¨ªstica ganadora alemana vestida de amarillo Borussia Dortmund hab¨ªa conseguido eliminar a la antim¨ªstica PSG, un equipo construido para ganar la Champions pero al que los dioses del Olimpo no admiten en su selecto club.
Se dir¨ªa que el Bayern es ese rival que nunca te quieres cruzar porque no se sabe c¨®mo pero te va a ganar. Ese club, ese f¨²tbol en el que unas veces por calidad y otras por convicci¨®n te ganaban con cierto punto de arrogancia como si cuanto m¨¢s cerca hubieras estado de la victoria ellos hubieran estado seguros de que te iban a acabar ganando. Si quieren un ejemplo de esos que tanto me gustan podemos mirar a Manuel Neuer, enorme portero, enorme carisma y un competidor nato que salt¨® al c¨¦sped del Bernab¨¦u dispuesto a medir el valor de cada m¨ªstica y convencido de que la b¨¢vara es la mejor y la m¨¢s fiable. Se dir¨ªa que Neuer sali¨® con una camiseta de criptonita que deshac¨ªa el poder m¨ªstico blanco y que conformaba toda la m¨ªstica de los grandes porteros teutones, grandes por calidad, enormes por personalidad, cuando se enred¨® en la pelota m¨¢s sencilla y all¨ª acudi¨® Joselu, uno de esos que siempre creen, para poner el empate y convertir al h¨¦roe b¨¢varo en un mortal.
Dicen que andan los dioses teutones confundidos desde que se empezaron a preguntar c¨®mo ganar en vez de quedarse en el simple ganar y punto, y que eso ha resquebrajado todas las confianzas, todas las energ¨ªas positivas, y andan m¨¢s en la duda que en la certeza con la que antes les ve¨ªamos caminar.
El caso es que si hay un lugar donde medir m¨ªsticas y asuntos mitol¨®gicos no se me ocurre uno mejor que Wembley, lugar de leyendas, magn¨ªfica vara de emociones y logros, all¨ª donde la ola blanca se va a encontrar con una amarilla que acudir¨¢ sin complejos.
Gran partido, gran estadio, gran final.
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