Orrego versus Orrego: la contienda por la gobernaci¨®n de la Regi¨®n Metropolitana
Como en 2021, que se impuso por un estrecho margen, Claudio Orrego se enfrenta a una candidatura competitiva, pese a correr con ventaja dada su votaci¨®n alcanzada en primera vuelta
Al ritmo de gingle ¡®Karina de la cara¡¯, entre mayo y junio de 2021 figuras del Frente Amplio (FA) y del Partido Comunista (PC) llamaban a votar por Karina Oliva como candidata a gobernadora por la Regi¨®n Metropolitana. En los videos de esa campa?a ¨Ca¨²n disponibles en YouTube¨C aparecen bailando y cantando por Oliva el actual presidente Gabriel Boric, adem¨¢s de Giorgio Jackson, Marisela Santib¨¢?ez, Camila Vallejo, Tom¨¢s Hirsch, Karol Cariola, Daniel Jadue, Gonzalo Winter, Marcelo D¨ªaz, Gonzalo Dur¨¢n, Daniel Stingo y uno que otro artista. Oliva (militante de Comunes), era apoyada por Apruebo dignidad, pacto conformado por el PC y el FA. El contendor de Oliva era Claudio Orrego, quien segu¨ªa siendo militante de la Democracia Cristiana (DC) y contaba con el apoyo de los otros partidos de la debilitada ex Concertaci¨®n: Socialista (PS), por la Democracia (PPD) y Radical (PR).
Semanas antes de esa segunda vuelta, realizada el 13 de junio, el entonces precandidato Daniel Jadue hab¨ªa propuesto destruir pol¨ªticamente a la DC. Iniciativa replicada por otros dirigentes de ¡®Apruebo dignidad¡¯, que aprovecharon de denostar las posiciones del PS. As¨ª, la campa?a por Oliva adopt¨® una notoria virulencia hacia la candidatura de Orrego. ¡®Apruebo dignidad¡¯ presentaba a Oliva como la oportunidad de renovaci¨®n y desplazamiento de los partidos tradicionales. En uno de sus spots se utiliz¨® la canci¨®n de Le¨®n Gieco Los salieris de Charly, para resaltar que la juventud de Oliva no ten¨ªa experiencia de robar ni de mentir. En otro, hablaba de terminar con el ¡®choreo¡¯ (robar), al mismo tiempo que Camila Vallejo, Gonzalo Winter y Marisela Santib¨¢?ez hac¨ªan el gesto del ¡®flaite¡¯ (persona extravagante) y el uso de la expresi¨®n ¡°???qu¨¦ pasa!!!¡±.
Por su parte, Orrego sosten¨ªa su campa?a en un peque?o grupo de dirigentes de la exConcertaci¨®n, con evidentes problemas comunicacionales para exaltar sus virtudes y propuestas. La izquierda, a cada momento, mostraba a Orrego como el exponente de una ¨¦lite a la que se deb¨ªa desplazar del poder. Durante la campa?a, nadie de izquierda y pocos dirigentes de la exConcertaci¨®n, recordaron que Orrego hab¨ªa sido una figura reconocida de la lucha contra la dictadura, un activo miembro del Movimiento contra la Tortura Sebasti¨¢n Acevedo y un importante dirigente estudiantil que alcanz¨® la presidencia de la FEUC en 1989. Tampoco se record¨® que, como muchos de quienes se formaron en los a?os ochenta, tuvo enormes dificultades para abrirse paso entre dirigentes de la exConcertaci¨®n, que nunca comprendieron el valor del recambio generacional.
En la actualidad Claudio Orrego es de nuevo candidato a gobernador. Aspira a ser reelecto, esta vez representando al oficialismo que, en una parte, est¨¢ integrado por aquellos que respaldaron a Oliva en 2021. La misma izquierda que ha demostrado ser err¨¢tica, al mismo tiempo que Orrego se ha esforzado por estar en el lugar correcto, acorde con su trayectoria y convicciones. Esta vez, Claudio Orrego se enfrenta a un joven militante de Renovaci¨®n Nacional (RN), de nombre Francisco Orrego que cuenta con el respaldo de Chile Vamos, adem¨¢s de los partidos Republicano y Social Cristiano. Como en 2021, que se impuso por un estrecho margen, Claudio Orrego se enfrenta a una candidatura competitiva, pese a correr con ventaja dada su votaci¨®n alcanzada en primera vuelta.
En efecto, Francisco Orrego no es cualquier candidato, por m¨¢s que la izquierda lo subestime y mire con desprecio. Se trata de una figura emergente, con proyecciones, m¨¢s all¨¢ del resultado final. Ya evit¨®, por poco, que la candidatura de Claudio Orrego se impusiera en primera vuelta. Aunque carece de experiencia en t¨¦rminos de gesti¨®n p¨²blica, posee una buena formaci¨®n y una reconocida presencia medi¨¢tica. Adem¨¢s, sintoniza con un sentir de la ciudadan¨ªa al mostrarse ¨¦l mismo como un genuino ¡®facho pobre¡¯. Es decir, como aquel sujeto com¨²n, menospreciado por la izquierda, que manifiesta aspiraciones de superaci¨®n y logros materiales a trav¨¦s del esfuerzo individual. Un sujeto muy arraigado en comunas populares y en barrios ¡®aspiracionales¡¯, cuyas demandas y expectativas ¡ªdicho por el alcalde electo Mat¨ªas Toledo¡ª cierta izquierda se niega a comprender. Francisco puede lograr poner en peligro a Claudio, e incluso frustrar su reelecci¨®n, si es que conquista el voto de aquellas comunas que respaldaron la candidatura de Oliva en 2021. Le basta insistir en el tema de la seguridad, pero sobre todo en el valor del m¨¦rito y del esfuerzo individual.
Por apariencia, e incluso, por qu¨¦ no decirlo, en t¨¦rminos discursivos, Francisco podr¨ªa pasar por cualquiera de esos dirigentes del FA que provienen del ¨¢mbito estudiantil-universitario. Francisco, en la actualidad, despliega un discurso anti¨¦lite, que Claudio no usa, entre otras cosas, porque ser¨ªa una clara impostura. Francisco habla de la ¡°casta¡± y de su lucha en contra de ella. Ahora bien, Claudio no necesita de un gran esfuerzo para demostrar su vinculaci¨®n con el centro y asegurar el apoyo de los sectores moderados. Por imagen, le conviene alejarse del gobierno, que sigue profundizando la crisis interna, derivada del caso Monsalve, al haberse negado a cambiar a todo el equipo pol¨ªtico del gabinete.
A Claudio tampoco le conviene fiarse de los asesores del ¡®segundo piso¡¯, que en 2021 se encargaron de denostarlo. Tampoco de un comando constituido principalmente por alcaldes, pese a sus altas votaciones. La experiencia demuestra que los alcaldes no son buenos traspasando votos a otras candidaturas que no sean las propias. Una eventual reelecci¨®n de Claudio Orrego no solo podr¨¢ significar un respiro para el gobierno actual, sino adem¨¢s la emergencia de una opci¨®n de centro-izquierda con miras a las presidenciales de 2025.
Aunque posean el mismo apellido, es el candidato del oficialismo el que proviene de la ¨¦lite, mientras que el de la oposici¨®n no. Francisco, a ratos, es la versi¨®n masculina de Oliva. Adem¨¢s, adopta una ret¨®rica antipol¨ªtica, mientras que Claudio debe reivindicarla, a cada momento. Es Francisco quien amenaza con avanzar en las comunas populares, en cambio, a diferencia de 2021, Claudio ya no podr¨¢ contar con un apoyo contundente del barrio alto.
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