Gareca, el hombre que no cambia
Chile se juega ante Venezuela la ¨²ltima e improbable carta para reengancharse en la clasificatoria, donde marcha ¨²ltimo. Los dardos contra el entrenador crecen
Se jugaba el minuto 90 del cl¨¢sico del Pac¨ªfico en Lima. Los dos colistas de las clasificatorias sudamericanas empataban cero a cero, ratificando el mayor de sus males en este tr¨¢nsito a la Copa del Mundo: la falta de gol. Lo hab¨ªan tenido los del Rimac en un remate de Adv¨ªncula y en una arremetida de Paolo Guerrero tras un disparo que dio en el poste. Casi celebra Chile en varias llegadas del primer tiempo en que Arturo Vidal, reci¨¦n convocado por el t¨¦cnico Ricardo Gareca tras convertirse en el principal detractor del seleccionado, reparti¨® bien la baraja en el contragolpe. Agrupado, lento y previsible, el conjunto chileno comenz¨® a desmoronarse f¨ªsicamente cuando los dos sobrevivientes de la Generaci¨®n Dorada, Vidal y Eduardo Vargas, comenzaron a sentir el traj¨ªn de un duelo apretado.
All¨ª fue donde Fossati recurri¨® a sus cinco cambios, d¨¢ndole un aire nuevo a los locales en el Monumental de Ate. Mientras Gareca, el argentino que llev¨® a Per¨² de vuelta a los mundiales despu¨¦s de 36 a?os, que cay¨® luego en un dram¨¢tico repechaje ante Australia y se fue dejando una estatua en su honor en San Miguel, un barrio lime?o, despert¨® otra vez la pol¨¦mica entre los aficionados y especialistas en Chile.
Gareca parlament¨® largamente con sus ayudantes durante el segundo tiempo, pero solo se anim¨® a hacer cambios cuando ya el tiempo reglamentario se hab¨ªa agotado. Casi como un gesto postrero, un gui?o para consumir tiempo, un caramelo para sus detractores, mand¨® a la cancha a Esteban Pavez y Felipe Mora para que participaran de los cinco minutos de tiempo agregado. Como una mueca del destino, en la ¨²nica jugada en que particip¨® Mora -jugador de la MLS que debutaba en la gesti¨®n del t¨¦cnico- cometi¨® un ingenuo y claro penal, que solo fue anulado por el ¨¢rbitro cuando el Var le descubri¨® una posici¨®n de adelanto a Lapadula, el italiano que juega para Per¨².
Luego del partido, Gareca desdramatiz¨® se?alando que ¡°no hubo necesidad de cambiar¡±, porque ve¨ªa bien al equipo, lo que desencaden¨® una andanada de cr¨ªticas. Chile est¨¢ al borde de la eliminaci¨®n, fue superado por los locales y sobre el final del partido se defendi¨® con gran actuaci¨®n del portero Brayan Cort¨¦s.
Fue la ¨²ltima decisi¨®n del entrenador argentino que desencaden¨® las cr¨ªticas del medio, tras una serie de medidas que lo han ido distanciando del entusiasmo inicial que despert¨® su llegada. La anterior fue anunciar que no ir¨ªa m¨¢s a los partidos de la competencia local porque quiere evitar confrontaciones con los hinchas.
Parad¨®jicamente, Gareca ha tenido un tr¨¢nsito imprevisible en su proceso. Convoca y desconvoca jugadores, se aferr¨® a un esquema para luego cambiarlo, nomin¨® a Mauricio Isla, lo convirti¨® en capit¨¢n, lo margin¨® y volvi¨® a llamarlo en la emergencia, aceptando el clamor de la cr¨ªtica para darle un cupo a Luciano Cabral, para luego no darle ni un minuto en cancha. Cansados de malos resultados, de un discurso cada vez m¨¢s extraviado y de una gestualidad resignada en el banco, los hinchas le restaron el cr¨¦dito entregado en su llegada.
Ahora, frente a Venezuela, afronta lo que podr¨ªa ser su ¨²ltimo partido al frente de La Roja. Otra derrota hist¨®rica, como la sufrida enter Bolivia en Santiago, reflotar¨ªa el debate sobre el costo de su indemnizaci¨®n, un aspecto donde Gareca no cambia ni transa. Cada vez que le han consultado por una renuncia, invoca a su abogado, en un gesto claro de que, pese al evidente divorcio, a¨²n no quiere irse de la casa.
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