?Por qu¨¦ duelen los huesos cuando hay humedad?
Los estudios realizados para investigar la posible relaci¨®n entre el clima y el dolor ¨®seo no han encontrado resultados estad¨ªsticamente significativos
La pregunta se las trae porque es una de las cosas que siempre se dicen pero de la que no hay evidencia cient¨ªfica. Lo que est¨¢ claro es que hay personas que se quejan de mayor dolor de los huesos o de las articulaciones con el cambio de tiempo, no solo con la humedad. Son, sobre todo, las personas con dolor cr¨®nico y tambi¨¦n las que se recuperan de lesiones, como fracturas.
En los estudios que se han hecho para investigar la posible relaci¨®n entre el clima y el dolor ¨®seo o articular no se han encontrado resultados estad¨ªsticamente significativos. Sin embargo, se observan datos que parecen indicar que las personas con dolor cr¨®nico son m¨¢s sensibles a los cambios en el tiempo atmosf¨¦rico. Es posible que aunque la relaci¨®n entre el dolor de un grupo y el clima sea cerca de 0 (es decir, no se aprecia relaci¨®n) existan variaciones individuales que cuando se toman en grupo se anulen unas a otras.
En 2011 se hizo una investigaci¨®n sobre pacientes con artritis reumatoide y se vio que una peque?a parte de los pacientes s¨ª eran sensibles, no a un clima concreto, sino a los cambios meteorol¨®gicos. Y adem¨¢s no a todos los componentes del clima, solo a algunos: humedad, presi¨®n y temperatura.
Algunos investigadores han intentado aislar una sola variable, por ejemplo, la humedad o la temperatura, para ver si ten¨ªa relaci¨®n con el dolor, pero no han podido demostrarlo
Hay una cosa que s¨ª debe quedar clara y es que el dolor no se asocia con un tipo de condiciones meteorol¨®gicas concretas. Es decir, el dolor no tiene que ver con vivir en un clima h¨²medo o un clima fr¨ªo, porque entonces las personas que viven en regiones con esos climas deber¨ªan tener m¨¢s dolor y eso no es as¨ª. Parece es todos tenemos un equilibrio con el clima local y que son los cambios en dicho clima local los que pueden producir un aumento de dolor.
Tambi¨¦n es verdad que hay que tener en cuenta que el clima tiene un patr¨®n muy complejo con distintas variables. Algunos investigadores han intentado aislar una sola variable, por ejemplo, la humedad o la temperatura, para ver si ten¨ªa relaci¨®n con el dolor, pero no han podido demostrarlo. Sin embargo s¨ª se ha encontrado relaci¨®n del dolor con la presi¨®n atmosf¨¦rica, o m¨¢s bien, como te dec¨ªa antes, con sus cambios.
?Y qu¨¦ puede suceder en nuestro cuerpo con los cambios de presi¨®n atmosf¨¦rica? Parece que estos pueden producir un impacto biofisiol¨®gico sobre el cuerpo, pero no se conoce bien. En nuestros tejidos hay receptores nerviosos que recogen lo que acontece en cada zona de nuestro cuerpo. Estos receptores son de dolor, de temperatura y tambi¨¦n de presi¨®n. Se encargan de captar el est¨ªmulo y transmitirlo al cerebro que as¨ª se entera de lo que est¨¢ pasando. Un ejemplo muy sencillo: si acercas un dedo a una fuente de calor y te quemas, la retirada del dedo es porque el impulso del dolor llega al cerebro que manda inmediatamente una orden para retirar el dedo.
El cuerpo, por otro lado, tiene diferentes tejidos con distintas densidades: tendones, m¨²sculos, huesos, ¨¢reas de cicatrizaci¨®n, zonas de fractura que est¨¢n consolidando¡, y claro, al tener distintas densidades quiz¨¢ los cambios de presi¨®n influyan de manera diferente en cada una de ellas. Parece posible que con los cambios de presi¨®n atmosf¨¦rica, los distintos tejidos se puedan contraer o expandir cada uno de distinta forma. Y es posible que esas expansiones o contracciones puedan estimular de maneras diferentes y que a¨²n no conocemos bien a los distintos receptores y hacer que transmitan m¨¢s impulsos de dolor al cerebro e incluso que los impulsos de presi¨®n o de temperatura sean transformados y sentidos como dolor.
En resumen, los cambios de presi¨®n atmosf¨¦rica pueden provocar un desequilibrio transitorio en la presi¨®n de los tejidos de nuestro cuerpo y esto puede sensibilizar los receptores nerviosos, que quiz¨¢ transmiten m¨¢s impulsos de dolor hacia el cerebro.
Pero, tranquila, esto no quiere decir que nuestras articulaciones o nuestros huesos se deterioren m¨¢s con un cambio de tiempo, sino que los receptores encargados de transmitir los impulsos de dolor est¨¢n m¨¢s sensibles y m¨¢s activos, y eso es lo que registra nuestro cerebro.
Concha Delgado es jefa del Servicio de Reumatolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
Pregunta enviada v¨ªa email por P¨ªa P¨¢saro
Nosotras respondemos es un consultorio cient¨ªfico semanal, patrocinado por la Fundaci¨®n Dr. Antoni Esteve y el programa L¡¯Or¨¦al-Unesco ¡®For Women in Science¡¯, que contesta a las dudas de los lectores sobre ciencia y tecnolog¨ªa. Son cient¨ªficas y tecn¨®logas, socias de AMIT (Asociaci¨®n de Mujeres Investigadoras y Tecn¨®logas), las que responden a esas dudas. Env¨ªa tus preguntas a nosotrasrespondemos@gmail.com o por Twitter #nosotrasrespondemos.
Coordinaci¨®n y redacci¨®n: Victoria Toro
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