As¨ª saldremos
El confinamiento funciona, pero faltan test, datos fiables y transparencia para ver el final del t¨²nel
Las cosas de las que nos sol¨ªamos ocupar los periodistas cient¨ªficos siguen ocurriendo. Un bosque submarino nos revela un tesoro de posibles medicamentos del futuro ¨²nico en el mundo. La imagen de un agujero negro que dio la vuelta al mundo hace un a?o escond¨ªa revelaciones sobre el universo que solo ahora empezamos a imaginar. Los neandertales com¨ªan mariscos y delfines. Los cigarrillos electr¨®nicos se estrellan contra los organismos reguladores de medio planeta. Pero todas esas noticias se perder¨¢n como l¨¢grimas bajo la lluvia de coronavirus que se nos ha venido encima. Ahora mismo nadie puede pensar en otra cosa, y quiz¨¢ la pregunta m¨¢s acuciante que nos hacemos todos es cu¨¢ndo y c¨®mo se acabar¨¢ esta pesadilla.
Sobre el cu¨¢ndo, cada vez tenemos menos idea. Mayo/junio parece una buena apuesta, pero seguimos sin tener los datos para calcularlo de manera fiable. El Gobierno persiste en informarnos a diario, y con lujo de decimales, de unas cifras de muertos y contagiados que son err¨®neas y no sirven de gran cosa, y las Administraciones, por alguna raz¨®n incomprensible, nos siguen hurtando los n¨²meros m¨¢s importantes para los cient¨ªficos, como la distribuci¨®n por franja de edad y sexo o el n¨²mero total de infectados, que obviamente son muchos m¨¢s de los 94.417 registrados el martes en las cifras oficiales.
Hay c¨¢lculos matem¨¢ticos muy solventes que los cifran en medio mill¨®n, y el Imperial College de Londres y la Universidad de Oxford elevan esa estimaci¨®n a siete millones. Podemos dar veinte vueltas a una mesa redonda discutiendo sobre unos millones arriba o abajo, y debemos hacerlo. Pero carece de sentido utilizar unos datos garrafalmente err¨®neos para extraer conclusiones sobre la evoluci¨®n de la pandemia en Espa?a, que si los casos aumentan pero se desaceleran, que si ahora ya no se desaceleran, que quiz¨¢ se deba al retraso con que las comunidades aut¨®nomas notifican sus cifras por el par¨®n del fin de semana, que ya les vale, y otras consideraciones deprimentes por obtusas. Necesitamos pruebas serol¨®gicas del virus, a cascoporro, y tambi¨¦n necesitamos que el Gobierno nos diga cu¨¢ntas se est¨¢n haciendo. Empiezo a detectar un cabreo generalizado de la comunidad cient¨ªfica por toda esa falta de trasparencia. Sanidad debe rectificar su rumbo.
Lo mejor que podemos hacer por el momento es mirar a la experiencia asi¨¢tica
Sobre el c¨®mo se acabar¨¢ la crisis, lo mejor que podemos hacer por el momento es mirar a la experiencia asi¨¢tica. Dennis Normile informa en Science que la mayor parte de China ha regresado a algo parecido a la normalidad despu¨¦s de tres meses de control estricto. Sube la manufactura, vuelven los atascos y tres de cada cuatro trabajadores han regresado a sus puestos. Tambi¨¦n hay que decir que el virus surgi¨® y se propag¨® sobre todo en la ciudad de Wuhan y su provincia de Hubei (60 millones de habitantes), y que all¨ª la recuperaci¨®n va m¨¢s lenta que en resto del pa¨ªs. Hagan sus c¨¢lculos, mientras esperamos los datos.
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