?Le cuesta pensar y no para de comer? Astronautas y cient¨ªficos polares saben c¨®mo lidiar con el aislamiento
Los estudios sobre la psicolog¨ªa del confinamiento se?alan claves para superar los deterioros que causa, como el humor, celebrar peque?as victorias y respetar el espacio de los dem¨¢s
Una de las llamadas m¨¢s extra?as que pueden realizarse es la que comunica a los cient¨ªficos de la base Concordia, en medio de la Ant¨¢rtida, con los astronautas de la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS), a 400 kil¨®metros de la superficie terrestre. Esa llamada muestra el gran v¨ªnculo que une a esos dos grupos humanos: el gigantesco aislamiento en el que viven. Tanto es as¨ª, que esa nave espacial es el vecino m¨¢s pr¨®ximo de Concordia, ya que los humanos m¨¢s cercanos en tierra est¨¢n a 600 kil¨®metros, en la base rusa Vostok. La Agencia Espacial Europea (ESA) pone en contacto a los astronautas con esa base en su estudio del efecto psicol¨®gico de la reclusi¨®n. Durante d¨¦cadas, muchos especialistas han estudiado la salud mental de este reducido grupo de personas situaciones extremas; ahora sus lecciones son ¨²tiles para todo el planeta, con millones de personas encerradas en sus casas por la pandemia.
¡°Estos d¨ªas hemos escuchado muchas historias de aumento de sensaciones de depresi¨®n, ansiedad, irritabilidad y trastornos del sue?o experimentados por personas aisladas por el coronavirus, muy similar a lo que experimentan algunos astronautas y expedicionarios polares¡±, asegura Larry Palinkas, psic¨®logo de la Universidad del Sur de California. ¡°No todos los humanos pueden adaptarse f¨¢cilmente¡±, a?ade este experto, que lleva d¨¦cadas estudiando a personas sometidas a estas condiciones, tambi¨¦n para la NASA. Pero aunque no es un reto f¨¢cil, Palinkas cree que la experiencia de astronautas y expedicionarios puede ser de gran utilidad ahora. Evidentemente, sin olvidar las condiciones sociales y econ¨®micas de cada uno: los astronautas no tienen que reparar la nave con un beb¨¦ en brazos ni bajar a la calle a ganarse unos euros para pagar el alquiler.
Un repaso a los s¨ªntomas habituales resulta demasiado familiar: dolores de cabeza, aburrimiento, fatiga, falta de higiene, menor motivaci¨®n y aumento de peso provocado por un mayor apetito
¡°Ellos saben que habr¨¢ d¨ªas malos, pero que pasar¨¢n¡±, afirma Emma Barrett, experta en la psicolog¨ªa de estas situaciones extremas de la Universidad de Manchester. ¡°Lo importante es centrarse en el presente y tratar de no detenerse en un futuro incierto. Conc¨¦ntrese en las cosas que puede controlar, no en lo que no puede. La ansiedad puede salirse de control si pasas todo el d¨ªa preocup¨¢ndote por el futuro¡±, insiste Barrett.
Muchas aventuras polares del siglo XIX terminaban como la del explorador estadounidense Arthur Greely, con el grupo abocado ¡°al mot¨ªn, la locura, el suicidio y el canibalismo, dejando a seis supervivientes de una tripulaci¨®n de 25 hombres¡±, seg¨²n explica Palinkas. Pero las condiciones actuales de los cient¨ªficos de Concordia no son tan extremas, con todas las necesidades cubiertas, y se parecen mucho m¨¢s a las que vive hoy la ciudadan¨ªa en sus casas. Un repaso a los s¨ªntomas habituales de los cient¨ªficos polares le puede resultar demasiado familiar: dolores de cabeza, aburrimiento, fatiga, falta de atenci¨®n a la higiene personal, menor motivaci¨®n con ¡°inercia intelectual¡± y aumento de peso provocado por un mayor apetito. ¡°Sin embargo¡±, advierte Palinkas en uno de sus trabajos, ¡°los s¨ªntomas m¨¢s comunes de las personas que realizan expediciones polares incluyen trastornos del sue?o, deterioro del rendimiento cognitivo, emociones negativas y tensi¨®n interpersonal y conflicto¡±.
Y, entre todos ellos, resalta un s¨ªntoma m¨¢s difuso, pero que muchos enclaustrados est¨¢n sufriendo ya: la empanada mental. ¡°Algunas personas pueden experimentar dificultades para recordar cosas y completar ciertas tareas a medida que sus mentes comienzan a experimentar una forma de hibernaci¨®n psicol¨®gica¡±, explica Palinkas. Esta hibernaci¨®n cerebral es un fen¨®meno que se ha observado durante experimentos de simulaci¨®n espacial de larga duraci¨®n y en bases polares y se refiere a una ¡°desaceleraci¨®n del cuerpo y la mente debido a la estimulaci¨®n restringida", en palabras de Palinkas. ¡°La gente dormir¨¢ m¨¢s tiempo o tendr¨¢ dificultades para dormir y su funcionamiento cognitivo mostrar¨¢ signos de peque?o deterioro¡±, a?ade. En un estudio reciente en Concordia, se descubri¨® que los cerebros se dejaban llevar en lugar de hacer frente a la situaci¨®n. "Es un mecanismo de protecci¨®n contra el estr¨¦s cr¨®nico, lo cual tiene sentido: si las condiciones son incontrolables, pero sabes que en alg¨²n momento en el futuro las cosas mejorar¨¢n, puedes optar por reducir los esfuerzos mentales para preservar la energ¨ªa¡±, explicaba Nathan Smith, de la Universidad de Manchester.
Astronautas y expedicionarios son seleccionados para estas duras pruebas seg¨²n su perfil psicol¨®gico, y realizan entrenamientos para prepararse, como cuando la ESA atrapa durante d¨ªas en cuevas de Cerde?a (Italia) a sus elegidos. Nada de eso vale en la situaci¨®n actual: todo el mundo est¨¢ en esta reclusi¨®n y nadie tuvo tiempo de prepararse. Pero la experiencia puede ofrecer algunas claves ¨²tiles para la poblaci¨®n. Por ejemplo, como han dicho ya muchos expertos, adaptarse al cambio marc¨¢ndose una rutina que ayude a reducir la incertidumbre al construir una estructura firme en el d¨ªa a d¨ªa. O el ejercicio. Entre 2010 y 2011, ocho voluntarios pasaron 520 d¨ªas encerrados simulando una misi¨®n a Marte. Los cientos de estudios que se realizaron sobre el comportamiento de los tripulantes de la Mars 500 muestran que el ejercicio de resistencia (correr, bicicleta) ayudaba no solo f¨ªsicamente, sino que tambi¨¦n mejoraba la adaptaci¨®n en t¨¦rminos psicol¨®gicos de rendimiento cognitivo, mientras que el ejercicio de fuerza no.
¡°Algunas personas pueden experimentar dificultades para recordar cosas y completar ciertas tareas a medida que sus mentes comienzan a experimentar una forma de hibernaci¨®n psicol¨®gica¡±Larry Palinkas, psic¨®logo de la Universidad del Sur de California
Los expertos tambi¨¦n recomiendan escribir, por ejemplo un diario, ya que proporciona una v¨¢lvula de escape para expresar sus sentimientos, adem¨¢s de ocupar el tiempo. Diego Urbina, uno de los tripulantes de Mars 500, recomendaba hace unos d¨ªas escribir cartas o emails en lugar de redes sociales: ¡°Escribir mensajes largos y cartas ayuda a reflexionar, a hacer introspecci¨®n y permite un contacto humano m¨¢s profundo que el que podemos tener hoy a trav¨¦s de WhatsApp¡±. Barrett tambi¨¦n cree que es ¨²til porque ayuda a darle un sentido al caos. Adem¨¢s, Urbina aconseja encontrar un espacio propio en el que aislarse de los dem¨¢s compa?eros de encierro. Es algo que aparece en todos los estudios: por peque?a que sea la nave o la base, aunque sea ¨²nicamente el catre, todos deben tener un lugar sagrado en el que poder estar c¨®modos y que los dem¨¢s tienen que respetar.
¡°Hoy ha sido dif¨ªcil. No entendemos lo que nos est¨¢ pasando. Caminamos uno en silencio junto al otro, sinti¨¦ndonos ofendidos. Tenemos que encontrar alguna manera de mejorar las cosas". Escrib¨ªa estas palabras el cosmonauta sovi¨¦tico Valentine Lebedev, quien pas¨® 211 d¨ªas a bordo de la Mir en 1982: calcul¨® que el 30% del tiempo en el espacio involucraba conflictos de la tripulaci¨®n. Generalmente por simples malentendidos que se magnifican. La doctora Beth Healey, que pas¨® un a?o en Concordia para los estudios de la ESA lo resum¨ªa as¨ª: ¡°Todos lo notan todo. Incluso un cambio en lo que comiste en el desayuno se convierte en objeto de largas discusiones¡±. Por eso, se recomienda respetar el espacio de los dem¨¢s y ser especialmente tolerante y dialogante si ha tocado pasar el encierro acompa?ado. ¡°Se concentran en ser agradables¡±, resume Barrett.
Para mitigar los roces, en la base polar se obligan a comer todos juntos, para tumbar la tentaci¨®n de evitar a alguien permanentemente. Y tanto los astronautas como la gente de ciencia usan un recurso que est¨¢ en nuestras manos: celebrar. Festejar cumplea?os, peque?os logros o inventar motivos para organizar una fiesta es fundamental para disfrutar de un momento de relajaci¨®n divertida. ¡°Estas personas valoran los aspectos positivos de su situaci¨®n, como una taza de caf¨¦ perfecta o unas risas, se centran en peque?os logros y celebran esas peque?as victorias con el grupo¡±, apunta Barrett.
Barrett asegura que valoran los aspectos positivos de su situaci¨®n, como una taza de caf¨¦ perfecta o unas risas, se centran en peque?os logros y celebran esas peque?as victorias con su grupo
Frente al aburrimiento, esta especialista recuerda que suelen combatir la monoton¨ªa con actividades pasivas, como ver la tele, y activas, como crear minirepresentaciones teatrales, compartir un rato de juegos, cocinar, etc¨¦tera. ¡°Lo que me ha sorprendido estos d¨ªas es la creatividad de la gente para mantenerse mentalmente sana y feliz y conectada con los dem¨¢s¡±, asegura Palinkas. Ya sean celebraciones nocturnas desde el balc¨®n o al pasear al perro por el vecindario, esos contactos sociales, ¡°incluso si son breves, son extremadamente importantes y ayudan a sentir que no es el ¨²nico que est¨¢ pasando por estos cambios¡±, asegura.
Por ¨²ltimo, pero no menos importante, contamos con una gran herramienta: el humor. "La risa es la mejor medicina¡±, apunta Palinkas, ¡°es ciertamente importante porque permite el ejercicio de la creatividad y ayuda a desviar la tensi¨®n social y reducir el potencial conflicto¡±. Un estudio con diversas tripulaciones espaciales observ¨® que el humor era un mecanismo habitual para afrontar las tensiones en todas las culturas y situaciones, y aunque usaban todo tipo de humor, tend¨ªan a utilizar m¨¢s el positivo. Al usarlo, ca¨ªan los niveles de soledad, depresi¨®n, estr¨¦s, tensi¨®n y ansiedad entre los astronautas, mientras mejoraban los sentimientos de amistad, autoestima y optimismo.
En un estudio sobre las tripulaciones de submarinos de Israel, los cient¨ªficos se mostraban sorprendidos por los altos niveles de cinismo y humor con los que afrontaban el encierro los marineros. La mayor manifestaci¨®n de esta actitud era El diario nocturno, una especie de peri¨®dico sat¨ªrico que confeccionan con fotos, enlaces a noticias y otros materiales, para repasar lo sucedido durante el d¨ªa. ¡°Es nuestra forma de lidiar con cosas dolorosas y expresar cinismo. Refleja cinismo. En lugar de que alguien vaya y les diga a los dem¨¢s lo que quiere decirles, simplemente lo agrega al peri¨®dico nocturno y as¨ª es como todo el mundo lo sabe. Es un diario divertido y c¨ªnico que facilita la rutina, para generar risas¡±, explicaba uno de los tripulantes. ¡°Hay muchas pruebas de que el tipo correcto de humor puede ser crucial para afrontar altos niveles de estr¨¦s ante la adversidad. Pero hay que tener cuidado: el chiste alegre de una persona puede ser irritante para otra o incluso puede sentirse hostigado. El humor ayuda a aliviar el estr¨¦s siempre que no caiga en la intimidaci¨®n¡±, advierte Barrett.
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