La batalla por encontrar al paciente cero del coronavirus
China se muestra abierta, ante las presiones internacionales, a un estudio de la OMS sobre el origen de la pandemia
El amplio mercado de Huanan, en la ciudad china de Wuhan, es ya solo una concha vac¨ªa. Una estructura de galer¨ªas rodeada de vallas azules y de polic¨ªa donde solo el mal olor ¡ªy los letreros que a¨²n se entrev¨¦n detr¨¢s de las barreras pese a las telas negras que los cubren¡ª apuntan al comercio legal e ilegal de animales que se desarroll¨® fren¨¦ticamente en su interior hasta diciembre pasado. Entonces se detectaron los primeros casos de la misteriosa neumon¨ªa que con el tiempo se acabar¨ªa llamando covid-19, y que parec¨ªan tener en su mayor¨ªa un origen com¨²n entre esos puestos. Hoy, vetado el paso y fuertemente vigilado, solo acceden investigadores vestidos con el uniforme de la pandemia, sin un solo cent¨ªmetro de piel expuesto: traje protector, gorro, gafas, guante y visera. Est¨¢n, cuentan cuando se les lanza una pregunta desde la distancia, ¡°tomando muestras y haciendo rastreos¡±. Son parte de los expertos que tratan de localizar el origen de la enfermedad y el posible ¡°paciente cero¡±.
Conocer c¨®mo, y de d¨®nde, salt¨® el coronavirus SARS-COV-2 al ser humano es ¡°verdaderamente importante¡±, ha subrayado la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, por boca de su portavoz, Christopher Lindmeier, en Ginebra. Esta instituci¨®n se encuentra en conversaciones con Pek¨ªn sobre la posibilidad de enviar una nueva misi¨®n a Wuhan, despu¨¦s de la que mand¨® en febrero, para tratar de esclarecer el origen de la pandemia. Un dato que es a¨²n un misterio y fuente de encendidos debates pol¨ªticos entre China, que sostiene que nada est¨¢ claro, y Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, cree que el pat¨®geno sali¨® de un laboratorio de Wuhan. Pero sin tener esa pieza es imposible completar el puzle que es el retrato del virus, y muy dif¨ªcil dise?ar armas para combatirlo.
¡°Esto tiene una importancia vital para la salud p¨²blica, porque sin saber cu¨¢l es el origen animal, es dif¨ªcil que podamos intentar prevenir que esto se repita en el futuro¡±, ha explicado la epidemi¨®loga de la OMS Maria Van Kerkhove.
Solo est¨¢ claro, de momento, que el virus tiene origen animal. Ante las insinuaciones de Trump y su Gobierno, la oficina del Director Nacional de Inteligencia estadounidense ha salido al paso para asegurar que el pat¨®geno no fue creado por seres humanos ni modificado gen¨¦ticamente. Las apuestas se dirigen casi con toda seguridad hacia el murci¨¦lago de herradura ¡ªllamado as¨ª por la forma de su nariz¡ª, posiblemente con otra especie animal (la civeta, el pangol¨ªn¡) como intermediaria.
Entre lo que se desconoce est¨¢ en qu¨¦ momento salt¨® al ser humano. Los m¨¦dicos chinos comenzaron a ver casos de aquella misteriosa neumon¨ªa que no sab¨ªan c¨®mo tratar a mediados de diciembre en Wuhan. El 31 de aquel mes se anunciaba que se hab¨ªa detectado una nueva enfermedad. Pero m¨¢s tarde, los expertos chinos detectaron un caso anterior, el 1 de diciembre, el de un anciano con alzh¨¦imer que por su enfermedad no sal¨ªa de casa y que, en todo caso, viv¨ªa lejos del mercado de Huanan.
Si ya los investigadores ten¨ªan claro que el virus estaba en circulaci¨®n antes de aquellos primeros casos confirmados ¡ªnoviembre, quiz¨¢s octubre, aprendiendo c¨®mo adaptarse a su nuevo portador, c¨®mo reproducirse y c¨®mo propagarse entre los seres humanos¡ª, la semana pasada se ha complicado el jerogl¨ªfico. O se ha a?adido una nueva pista. Seg¨²n se ha sabido ahora, un pescadero franc¨¦s sin conexiones con China se hab¨ªa contagiado supuestamente ya en diciembre.
Pero adem¨¢s del cu¨¢ndo, est¨¢ la inc¨®gnita del d¨®nde. Trump insiste, sin presentar pruebas, en que sali¨® del Instituto de Virolog¨ªa de Wuhan, donde se estudiaban coronavirus en murci¨¦lagos. La cient¨ªfica Shi Zhengli, responsable de esa rama de investigaci¨®n en el centro, cont¨® en un art¨ªculo publicado en la revista Scientific American en marzo c¨®mo estuvo comprobando los registros del laboratorio en busca de posibles violaciones de los protocolos de seguridad y c¨®mo suspir¨® de alivio cuando los an¨¢lisis descartaron que el SARS-COV-2 fuera alguno de los virus que hab¨ªan utilizado en sus experimentos. ¡°No hab¨ªa dormido en d¨ªas¡±, recuerda la investigadora en la entrevista. A las acusaciones de Estados Unidos, diplom¨¢ticos chinos han respondido haciendo circular la teor¨ªa de que el virus pudo llegar a Wuhan tra¨ªdo por los soldados norteamericanos participantes en los Juegos Militares que esa ciudad acogi¨® en octubre.
Con tantas inc¨®gnitas con resolver, con tanto en juego para la salud mundial y con la guerra de declaraciones cada vez m¨¢s intensa entre Estados Unidos y China, crecen las presiones para que Pek¨ªn permita una investigaci¨®n internacional sobre los or¨ªgenes de la pandemia. La Uni¨®n Europea ha anunciado que copatrocinar¨¢ un borrador de resoluci¨®n para reclamar una ¡°revisi¨®n independiente¡± sobre el comienzo de la pandemia cuando se re¨²na la Asamblea Mundial de la Salud el 18 de mayo. Australia prev¨¦ presentar en ese foro una propuesta similar, que enviar¨ªa investigadores internacionales a Wuhan.
Seg¨²n ha explicado la OMS, la misi¨®n que le gustar¨ªa enviar a China ser¨ªa ¡°m¨¢s acad¨¦mica¡± que la anterior y ¡°centrada en examinar lo que pas¨® al principio, en lo que respecta al contacto con diferentes animales¡±.
Pek¨ªn, que inicialmente hab¨ªa rechazado con rotundidad una investigaci¨®n internacional, ha suavizado un tanto su postura y se ha mostrado abierta a una pesquisa conjunta, bajo la supervisi¨®n de la ONU ¡°en un momento adecuado¡±, cuando haya pasado la pandemia, seg¨²n ha declarado la portavoz del Ministerio de Exteriores en Pek¨ªn, Hua Chunying. Hua tambi¨¦n ha insistido en que China rechaza ¡°cualquier presunci¨®n de culpa¡± sobre la pandemia.
Mientras tanto, cient¨ªficos como el epidemi¨®logo estadounidense Ian Lipkin, que ya colabor¨® con Pek¨ªn en 2003 durante la epidemia de SARS predecesora de la pandemia actual, cooperan con investigadores chinos para tratar de analizar muestras de sangre tomadas en China antes de que se detectaran los primeros casos, para determinar si portan anticuerpos y establecer cu¨¢ndo el virus salt¨® al ser humano. Y los investigadores en el mercado de Huanan, enfundados en sus trajes protectores, siguen extrayendo muestras y recabando datos.
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