La internacional borjamari
Para entender las protestas de N¨²?ez de Balboa no miren al franquismo, sino a la red profunda
Sobre la rebeli¨®n borjamari se ha dicho todo menos una cosa: que eso no es ninguna peculiaridad espa?ola. Los pijos espa?oles no son muy de inventar cosas, y prefieren copi¨¢rselas a sus ¨ªdolos en la carrera tubo abajo por llegar al fondo de la mentira y la irracionalidad en que anda enfangado Occidente. A los asombrosos manifestantes de la calle N¨²?ez de Balboa de Madrid se les podr¨¢ acusar de cualquier cosa menos de creatividad, un concepto que seguramente les resultar¨¢ feo y comunista-separatista.
Grupos enojados de ciudadanos llevan d¨ªas protestando ruidosamente contra las medidas de confinamiento en 30 de las 50 capitales estatales de Estados Unidos, seg¨²n el recuento de The Economist. No se lo han copiado a N¨²?ez de Balboa. Es m¨¢s probable que haya ocurrido al rev¨¦s. El presidente Donald Trump les ha atizado con proclamas para liberar sus Estados, muy en la l¨ªnea de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, que ha aconsejado al Gobierno que ¡°se vaya preparando¡± para las arrasadoras protestas de pijosdalgo que han de venir por los siglos de los siglos. Seguramente sabe lo que dice.
En Trumpilandia, los manifestantes comparan a sus gobernadores con los nazis, igual que aqu¨ª claman por romper las crueles cadenas de una dictadura. All¨ª salen con fusiles de asalto y aqu¨ª con cacerolas ¨Clo que es muy de agradecer¡ª, y all¨ª visten con camisas hawaianas mientras que aqu¨ª llevan esa especie de chaleco de boatin¨¦ con mocasines castellanos, pero ambos uniformes quieren decir lo mismo a los dos lados del charco: no busqu¨¦is a nadie a mi derecha.
Hay unas cuantas cosas que todav¨ªa no han copiado Vox ni Ayuso ni la FAES, por fortuna para todos. Por ejemplo, en Espa?a no ha habido llamamientos a los contagiados de coronavirus a que infecten a los polic¨ªas y a los jud¨ªos, como s¨ª ha ocurrido en Norteam¨¦rica, ni s¨¦ de nadie que haya disparado ataques inform¨¢ticos a la gente de otras tendencias pol¨ªticas que se re¨²ne por Zoom, ni que sature las l¨ªneas de emergencias de Nueva York. Para todo eso habr¨¢ que esperar a avanzar de fase, si hemos de creer las amenazas de la presidenta Ayuso. Tampoco ha habido planes de bombardear ning¨²n hospital, como s¨ª ha ocurrido en Missouri. En este cap¨ªtulo se ve un poco flojo a N¨²?ez de Balboa. Ten¨¦is que estudiar un poco m¨¢s, muchachos.
Una de las principales man¨ªas de los analistas de este pa¨ªs es sostener que Espa?a tiene peculiaridades que impiden entenderla con los meros criterios internacionales que se suelen usar para otros pa¨ªses. Tambi¨¦n resultan cansinos los reportajes de la prensa internacional que rara vez llegan al segundo p¨¢rrafo sin mencionar a Franco. La gente de menos de cuarenta a?os no sabe ni qui¨¦n es Franco, y eso incluye a los j¨®venes borjamaris de N¨²?ez de Balboa. Si quieren entenderles, es mejor que busquen en la red profunda.
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