El veneno de la aventura
A principios de los a?os ochenta, el etnobot¨¢nico Wade Davis se present¨® por primera vez en Puerto Pr¨ªncipe, dispuesto a descubrir los secretos que esconde la ceremonia vud¨²
Hay veces en las que diagnosticar la muerte resulta arriesgado. Por eso, en la antigua Roma se fijaba un intervalo de ocho d¨ªas antes de trasladar un cuerpo a la pira funeraria. De esta manera, los romanos se aseguraban de que nadie fuese entregado con vida a las llamas.
La frontera con la muerte nunca ha sido un l¨ªmite que pueda fijar la ciencia. Porque no siempre puede asegurarse el cese de las funciones vitales; es m¨¢s, la suspensi¨®n de las mismas puede conducir a error en el diagn¨®stico. En las obras de Plinio el Viejo podemos encontrar relatos de hombres salvados de la pira funeraria en el ¨²ltimo momento, y entre los practicantes del vud¨² existe la creencia de que hay muertos que se levantan de su tumba para luego acabar vendidos como esclavos. El caso m¨¢s c¨¦lebre es el de Clairvius Narcisse, un haitiano que hab¨ªa muerto en 1962, y que reapareci¨® en 1980 convertido en zombi.
Este caso, tan ins¨®lito como siniestro, llev¨® al etnobot¨¢nico canadiense Wade Davis a explorar los rincones m¨¢s oscuros del ritual haitiano. A principios de los a?os ochenta, Wade Davis se present¨® por primera vez en Puerto Pr¨ªncipe. Llegaba dispuesto a desvelar los misterios de una ceremonia macabra; un ritual por el que se mataba y reviv¨ªa a los seres humanos hasta dejarlos sin voluntad. La fenomenolog¨ªa no dejaba ver otra cosa.
Pero Wade Davis, de formaci¨®n cient¨ªfica, no se dej¨® llevar por las apariencias. Buscando la esencia del mundo secreto, dio con la causa o sustancia. Se trata de un compuesto t¨®xico hecho a base de plantas, animales y restos humanos; una mezcla venenosa que convert¨ªa a los seres humanos en muertos vivientes o zombis. Sus ingredientes activos incluyen tetrodotoxina y bufotenina, venenos de alto riesgo. Por un lado, la tetrodotoxina es una sustancia que se obtiene del pez globo, conocido como fugu, una exquisitez gastron¨®mica japonesa que puede ser letal si no est¨¢ bien cocinada debido a su alta toxicidad, capaz de provocar la suspensi¨®n card¨ªaca.
La bufotenina se obtiene del sapo bufo, y es un potente alucin¨®geno que puede llevar a la muerte
Por otro lado, la bufotenina se obtiene del sapo bufo, y es un potente alucin¨®geno que puede llevar a la muerte, tal y como hemos visto estos d¨ªas con lo sucedido al fot¨®grafo valenciano Jos¨¦ Luis Abad, v¨ªctima de un ritual en el que se inhala la ¡°mol¨¦cula de Dios¡±, nombre popular con el que se conoce este veneno.
En la ceremonia vud¨², una vez que la v¨ªctima ha ingerido la mezcla, y es dada por muerta, se le da sepultura. Horas despu¨¦s, el brujo encargado de la ceremonia lo desentierra y le pone otro preparado compuesto por atropina y escopolamina, alcaloides de la planta Datura Stramonium, conocida como Estramonio, y una de las plantas m¨¢s venenosas del mundo. Hay que apuntar que la escopolamina tambi¨¦n ha saltado a las p¨¢ginas de sucesos con el nombre de burundanga, la droga que utilizan los violadores.
Tras esta ¨²ltima ingesta, el cuerpo que ha sido sometido al ritual vud¨² se recupera, aunque no su mente, y eso fue lo que le pas¨® a Clairvius Narcisse cuando qued¨® convertido en un zombi, sujeto a la voluntad de su amo, el mismo brujo que organiz¨® el ritual vud¨² y que luego lo oblig¨® a trabajar en unas plantaciones de az¨²car.
El relato de estos hechos, as¨ª como el descubrimiento de la verdadera causa de la zombificaci¨®n de las personas en Hait¨ª, quedan reflejados en el libro que escribi¨® Wade Davis con el t¨ªtulo ¡®El enigma zombi¡¯
El relato de estos hechos, as¨ª como el descubrimiento de la verdadera causa de la zombificaci¨®n de las personas en Hait¨ª, quedan reflejados en el libro que escribi¨® Wade Davis con el t¨ªtulo El enigma zombi; uno de los mejores reportajes hasta la fecha sobre los rituales secretos, y heredero de ese otro, publicado en 1920 bajo el t¨ªtulo de La isla m¨¢gica, donde el periodista norteamericano William Seabrook daba cuenta de su estancia en Hait¨ª y de los rituales de magia negra que practicaban los nativos de la isla.
Con todo, el libro de Wade Davis es m¨¢s definitivo debido a la investigaci¨®n cient¨ªfica que el etnobot¨¢nico realiza. Escrito con prosa ¨¢gil, la historia arranca en un caf¨¦ de Harvard Square donde un mapamundi cubre una de las paredes. Inclinado sobre su taza de caf¨¦, Wade Davies no puede apartar la mirada de aquella invitaci¨®n donde la cartograf¨ªa es algo m¨¢s que un motivo de decoraci¨®n. El veneno de la aventura empezaba a hacer efecto y Wade Davis no estaba dispuesto a desaprovecharlo.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
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