?La salud en manos de la especulaci¨®n?
El autor critica el "excesivo" precio del f¨¢rmaco remdesivir, el ¨²nico aprobado para tratar la covid aunque su eficacia est¨¢ en discusi¨®n
La epidemia de coronavirus sin duda ha trastocado muchas cosas en nuestras sociedades, en muchos casos para mal, con el barrido de una generaci¨®n de personas mayores, y en otros para bien, mostrando la capacidad de esfuerzo y solidaridad de personas que son esenciales para el mantenimiento de lo que podr¨ªamos llamar ¡°vida normal¡±: sanitarios, personal de limpieza, suministros¡ y tambi¨¦n de los investigadores que sobre el esqueleto de una estructura depauperada han tratado y conseguido, ayudar en los diagn¨®sticos y trabajar afanosamente para conocer mejor el SARS-Cov-2, para combatirlo y prevenirlo con el desarrollo de nuevos f¨¢rmacos y vacunas seguras y eficaces. Otros, sin embargo, los llamados neoliberales, han visto en esta conmoci¨®n mundial lo que eufem¨ªsticamente llaman ¡°una oportunidad¡±: desde aquellos que han especulado con el precio de una mascarilla de protecci¨®n, hasta los que, seguro, est¨¢n pensando en c¨®mo enriquecerse gracias al uso que pueda darse a f¨¢rmacos ya conocidos o en desarrollo para combatir la epidemia de la covid.
Esta larga introducci¨®n viene a cuento del precio que ha puesto la farmac¨¦utica biotecnol¨®gica Gilead, recientemente comprada por una gran multinacional, al remdesivir. Es un antiv¨ªrico ya usado contra el virus del ¨¦bola y que ha mostrado una utilidad muy mediocre frente al SARS-CoV-2. No es eficaz en los casos graves y solo ha demostrado su utilidad acortando el tiempo de recuperaci¨®n en los casos de gravedad moderada, en un tercio, de acuerdo al estudio que dio a conocer el Dr. Fauci, una autoridad mundial, en su momento. Aun as¨ª, ha sido autorizado su uso por las agencias nacionales del medicamento. Ya que no hay un tratamiento establecido, usemos lo que hay, aunque no sea lo mejor, es el razonamiento.
¡°En la carrera para la obtenci¨®n de una vacuna eficaz, tradicionalmente considerada as¨ª cuando supera el 60% de protecci¨®n en las personas vacunadas, se puede ver que hay empresas multinacionales que han priorizado la rapidez sobre otros par¨¢metros, como la eficacia¡±
El precio de una dosis supera largamente los 300 euros y un tratamiento habitual, supera los 2.000. Nadie duda del derecho de las farmac¨¦uticas a tener beneficios y a tener en cuenta los costes de desarrollo de los f¨¢rmacos, que son muy elevados. No obstante, semejantes precios por algo que se sabe que es muy poco eficaz parece excesivo y su posibilidad de venta se basa en que hay pocos antiv¨ªricos probados y que da alg¨²n resultado frente a una enfermedad para la que no hay tratamiento asentado. Parece poco bagaje para un f¨¢rmaco de primera l¨ªnea en un tratamiento.
Me temo que no va a ser el ¨²ltimo caso. En la carrera para la obtenci¨®n de una vacuna eficaz, tradicionalmente considerada as¨ª cuando supera el 60% de protecci¨®n en las personas vacunadas, se puede ver que hay empresas multinacionales que han priorizado la rapidez sobre otros par¨¢metros, como la eficacia. Las empresas que van m¨¢s adelantadas no avanzan los porcentajes de protecci¨®n que proporcionan sus candidatos. De la fase I del candidato de la empresa Moderna se puede deducir que solo un tercio de los voluntarios alcanzaron niveles suficientes de producci¨®n de IgGs protectoras. En el caso de la vacuna de Oxford-Astra/Z¨¦neca se nos dice que la protecci¨®n (medida, falta de pruebas de campo, como inducci¨®n/producci¨®n de inmunoglobulinas espec¨ªficas frente al virus), es ¡°cercana¡± al 50%, con todas las dudas que suscita el t¨¦rmino ¡°cercana¡±. Este tipo de protecci¨®n no ser¨ªa admitido, en ning¨²n caso, en las condiciones normales tradicionales de actuaci¨®n de las agencias del medicamento que no aceptaban ning¨²n candidato que indujera una protecci¨®n inferior al 60%. En este caso, volver¨¢ a funcionar el ¡°ya que no hay otra cosa¡± puesto que el resto de los candidatos que est¨¢n prob¨¢ndose, y que esperemos que induzcan altos niveles de protecci¨®n frente a la infecci¨®n, tardar¨¢n un a?o, al menos, en estar disponibles. Nos volveremos a encontrar con unos f¨¢rmacos, esta vez vacunas que no parece, por lo que se ha visto hasta ahora que tengan unos porcentajes elevados de protecci¨®n y que ser¨¢n requeridos ansiosamente por los Gobiernos que quieren proteger a sus ciudadanos de esta epidemia. Me temo que la tentaci¨®n del dinero f¨¢cil con unos precios muy superiores a los que indicar¨ªan los costes de desarrollo y producci¨®n volver¨¢ a hacerse presente. Esta especulaci¨®n siempre puede maquillarse con donaciones de dosis de la vacuna a pa¨ªses sin medios, largamente compensados con los beneficios obtenidos en otros pa¨ªses.
Me parece que es misi¨®n de los gobiernos proteger a sus ciudadanos de la enfermedad, pero tambi¨¦n de la especulaci¨®n que ser¨¢ jaleada por muchos neocon o neoliberales en nombre de ¡°la libertad de empresa¡±. Est¨¢ claro que vivimos, los espa?oles y el resto de los ciudadanos del mundo occidental, en un mundo capitalista y yo me he acostumbrado a vivir en ¨¦l. Pero eso no implica adorar al becerro de oro. Habr¨¢ que estar atentos a los movimientos que pretendan especular con la salud de las personas. Esta tambi¨¦n es una de las misiones de los poderes p¨²blicos.
Vicente Larraga es profesor de Investigaci¨®n del CSIC. Actualmente lidera uno de los proyectos del CIB-CSIC (Centro de Investigaciones Biol¨®gicas Margarita Salas) para buscar una vacunas contra el coronavirus.
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