Una pandemia de falsos dilemas que polarizan y confunden a la poblaci¨®n
Econom¨ªa o salud, PCR o ant¨ªgenos, salvar la Navidad o no. Cada decisi¨®n sobre la covid se politiza deliberadamente en discusiones que ocultan los matices cient¨ªficos y las complejidades de la gesti¨®n
Desde que la pandemia de covid golpe¨® al planeta, cada nuevo factor o medida que surge en el debate p¨²blico se convierte en la discusi¨®n final, la decisi¨®n definitiva. No puede ser simplemente un aspecto a tener en cuenta que influya m¨¢s o menos, dependiendo de la circunstancia; o es la bala de plata que acaba con el problema o un error garrafal que provocar¨¢ una ola de muertos. Los ni?os pasaron de ser supercontagiadores a ser nadacontagiadores, las manifestaciones del 8M tuvieron la culpa de todo o no influyeron en absoluto, Suecia era el ejemplo a seguir o el mayor desastre de Europa, los test de ant¨ªgenos son la soluci¨®n milagrosa o una trampa mortal, Barajas es un coladero o las fronteras exteriores no importan. Cada semana, una controversia distinta, a cara de perro, forzada desde las altas esferas. ¡°Se est¨¢ dando un uso muy burdo de la tribalizaci¨®n¡±, denuncia Luis Miller, soci¨®logo del CSIC.
Un grupo de cient¨ªficos ha publicado un art¨ªculo criticando este fen¨®meno. ¡°Las falsas dicotom¨ªas son generalizadas y atractivas: ofrecen un escape ante la inquietante complejidad y la perdurable incertidumbre¡±, explica el art¨ªculo, firmado por la epidemi¨®loga Eleanor Murray, de la Universidad de Boston, y la vir¨®loga Angela Rasmussen, de la Universidad de Columbia, entre otros. Analizan seis factores en los que merece la pena pararse a describir los matices que hay entre el blanco o el negro. Econom¨ªa frente a salud, confinamiento indefinido frente a apertura ilimitada, contagios por asintom¨¢ticos o sintom¨¢ticos, transmisi¨®n por aerosoles o got¨ªculas, mascarillas universales y la existencia de reinfecciones. Una de sus conclusiones es que el partidismo pol¨ªtico perjudica a la gesti¨®n eficiente de este conocimiento: ¡°La politizaci¨®n de la incertidumbre y el desacuerdo en la ciencia impiden debatir las ventajas de distintas posiciones y refutar las afirmaciones espurias¡±.
¡°La politizaci¨®n de la incertidumbre y el desacuerdo en la ciencia impiden debatir las ventajas de distintas posiciones y refutar las afirmaciones espurias¡±
Y esa es la clave, la politizaci¨®n de las medidas que, en principio, tienen una motivaci¨®n cient¨ªfica y solo est¨¢n destinadas a salvar vidas. ¡°Se polariza desde las propias luchas entre los gobiernos; parece que te tengas que posicionar en una o en otra y a lo mejor no habr¨ªa que elegir¡±, critica la soci¨®loga Celia D¨ªaz, de la Universidad Complutense de Madrid. ¡°Hay demasiado ruido, se arrastra a la gente a pelear al ring sin informaci¨®n, a moverse entre dualismos sin una discusi¨®n sosegada previa, cuando en realidad hay una amalgama de situaciones y factores¡±, asegura D¨ªaz, que lamenta que la controversia provoca que ¡°el conocimiento cient¨ªfico no siempre se traduce en medidas¡±.
¡°No hab¨ªa diferencias entre votantes de partidos con las medidas que se tomaron al principio de la pandemia¡±, se?ala Miller, que ha estudiado c¨®mo interact¨²an la polarizaci¨®n y las medidas frente a la pandemia. Pero a lo largo de los meses, se ha forzado esta polarizaci¨®n con cada nueva propuesta, de una forma ¡°tremendamente burda y rudimentaria¡±, seg¨²n Miller. El mecanismo psicol¨®gico y pol¨ªtico que lo propicia es bien conocido: cuando no entendemos algo, tendemos a usar un atajo mental que consiste en fijarnos en qu¨¦ opina la gente de la que nos fiamos o los partidos a los que votamos. ¡°Sobre muchos de los temas de la pandemia no tenemos ni idea. Los partidos ya saben que la gente va a usar este atajo mental y lo usan una y otra vez, porque es muy f¨¢cil polarizar¡±, denuncia Miller.
¡°Es una manipulaci¨®n de la identidad, porque sabemos desde hace mucho que se puede crear identidad sobre cualquier cosa, por insignificante que sea, propiciando una polarizaci¨®n irreflexiva¡±Luis Miller, soci¨®logo del CSIC
Cuestiones como hacer test de ant¨ªgenos en lugar de PCR no tienen connotaciones ideol¨®gicas claras: en principio, no es bueno ni malo. ¡°No tenemos modelos mentales previos y al final es bueno o malo porque lo propone uno u otro. Es una manipulaci¨®n de la identidad, porque sabemos desde hace mucho que se puede crear identidad sobre cualquier cosa, por insignificante que sea, propiciando una polarizaci¨®n irreflexiva¡±, explica el experto del CSIC. ¡°Es gracioso, porque incluso han evolucionado con el tiempo hasta darse la vuelta, y ahora hay opiniones opuestas a las previas, como sucede con confinar m¨¢s o menos¡±, recuerda Miller.
Salvar la Navidad, ?s¨ª o no? Test en farmacias, ?s¨ª o no? Cribados aleatorios, ?s¨ª o no? Al final, se genera la sensaci¨®n de que cada medida es decisiva y excluyente, cuando la clave est¨¢ en los matices, en la finalidad, en su aplicaci¨®n. Elena Vanessa Mart¨ªnez, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, pone como ejemplo el dilema sobre si abrir o cerrar los restaurantes: ¡°No es blanco o negro, no es ¡®s¨ª o no¡¯. Muchas veces tienes que reinventarlo: por ejemplo, los restaurantes hay que sacarlos a la calle. Hay que adaptar los modelos al entorno¡±. Mart¨ªnez indica que estas disyuntivas sin matices provocan situaciones confusas para la poblaci¨®n, porque llevan las decisiones al extremo. ¡°A veces es un poco desconcertante, la gente no entiende que se hagan las cosas de manera diferente en algunas circunstancias, pero hay que explicar los matices, que no es lo mismo una incidencia de 500 [enfermos por 100.000 habitantes] en un pueblo que en una ciudad con Metro y con mucho movimiento entre barrios y con otros territorios¡±, indica la epidemi¨®loga con respecto a otra de las pol¨¦micas que se vivieron con m¨¢s tensi¨®n, hasta el punto de enfrentar al Gobierno central espa?ol con el de algunas autonom¨ªas. Como dicen los psic¨®logos sociales, la confusi¨®n sobre la l¨®gica de las medidas es un factor que mina el cumplimiento, porque se percibe como incongruente o injusto.
¡°No es blanco o negro, no es ¡®s¨ª o no¡¯. Muchas veces tienes que reinventarlo: por ejemplo, los restaurantes hay que sacarlos a la calle. Hay que adaptar los modelos al entorno¡±Elena Vanessa Mart¨ªnez, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa
Otra de las cuestiones que m¨¢s se suelen polarizar son medidas (supuestamente) exitosas (o fracasadas) en el extranjero, que se polarizan como balas de plata que habr¨ªa que importar. ¡°Podemos aprender de otros pa¨ªses, y yo siempre he abogado por aprender de los asi¨¢ticos, pero no siempre se pueden adoptar las mismas medidas porque la cultura y el contexto pol¨ªtico y social tambi¨¦n afectan mucho a la efectividad¡±, advierte Helena Legido-Quigley, experta en sistemas de salud de la Universidad Nacional de Singapur. Y recuerda: ¡°Las personas expertas tienen la responsabilidad de no opinar sobre ¨¢reas donde no tienen suficiente conocimiento y evitar dar opiniones de s¨ª o no, o predecir el futuro, sin explicar la evidencia que existe o la falta de evidencia en las opiniones que se dan¡±.
Pero si hay una dicotom¨ªa que triunf¨® desde el primer d¨ªa fue el de econom¨ªa o salud, confinar o abrir. ¡°Salvar vidas o salvar el sustento. Este es un falso dilema: tener el virus bajo control es, en todo caso, un requisito previo para salvar el modo de ganarnos la vida¡±, publicaron en abril, en un art¨ªculo conjunto, la directora general del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, y Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Casi con las mismas palabras, el secretario general de la OCDE, ?ngel Gurr¨ªa, insist¨ªa en junio en que ¡°presentar el problema como una elecci¨®n entre vidas y sustento, entre salud y econom¨ªa, es un falso dilema¡±, y dec¨ªa que ¡°si la pandemia no es controlada, no habr¨¢ una recuperaci¨®n econ¨®mica robusta¡±. De nada sirvi¨® que el FMI, la OCDE y la OMS dijeran que era un dilema falso: ocho meses despu¨¦s, todav¨ªa se plantea como si hubiera que elegir entre cara o cruz.
¡°A algunos pa¨ªses que nunca introdujeron confinamientos les ha ido mal econ¨®micamente y a algunos lugares que s¨ª que introdujeron confinamientos les ha ido muy bien¡±Helena Legido-Quigley, Universidad Nacional de Singapur
¡°A algunos pa¨ªses que nunca introdujeron confinamientos les ha ido mal econ¨®micamente y a algunos lugares que s¨ª que introdujeron confinamientos les ha ido muy bien¡±, se?ala Legido-Quigley. Y a?ade: ¡°Los indicadores econ¨®micos, seg¨²n un estudio en 45 pa¨ªses, muestran que los pa¨ªses que han contenido el virus tambi¨¦n tienden a haber tenido impactos econ¨®micos menos severos que aquellos que no lo han hecho¡±. Y como ejemplo de los matices que habr¨ªa que introducir cuando se plantean los confinamientos, indica que estos sirven de verdad si se aprovechan para prepararse e invertir en los sistemas de salud que contendr¨¢n los nuevos casos al abrir las puertas de nuevo.
En su art¨ªculo, Rasmussen, Murray y el resto de firmantes avisan de que los distintos factores de la pandemia ¡°se encuentran en un degradado de tonos grises entre los extremos del blanco y el negro; dif¨ªcilmente son binarios, simples, establecidos o uniformes, y no deben enmarcarse como tales¡± porque ¡°las incertidumbres y complejidades son parte integrante de la ciencia¡±. Y concluyen: ¡°La salud p¨²blica prospera al aceptar la incertidumbre y participar en debates equilibrados sobre los matices y la complejidad¡±.
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