2020, el a?o en el que los edificios superaron a los ¨¢rboles
La masa de lo fabricado por los humanos sobrepasa por primera vez a la de todos los seres vivos
Por primera vez en la historia, la masa de las carreteras, edificios, botellas, bricks o juguetes supera a la de todos los seres vivos (biomasa). Un estudio que se remonta a 1900 muestra c¨®mo a la vez que los kilos de animales y plantas se han reducido de forma acelerada, crec¨ªa a un ritmo a¨²n mayor la cantidad de hormig¨®n, ladrillo, aglomerados o pl¨¢sticos. La acumulaci¨®n de lo artificial es tal que se ven¨ªa doblando cada 20 a?os, pero se triplicar¨¢ en las dos pr¨®ximas d¨¦cadas.
Un grupo de investigadores se ha apoyado en una amplia colecci¨®n de estudios, estad¨ªsticas e informes para estimar la biomasa que representan las bacterias, hongos, protistas, arqueas, plantas y animales. Han hecho lo mismo con la masa incorporada a todo lo construido por los humanos, desde v¨ªas f¨¦rreas hasta latas de refrescos, pasando por las ventanas de cristal o los chips de los ordenadores. Despu¨¦s, compararon ambas cifras. Seg¨²n publican en Nature, en 2020, la masa artificial ha superado por primera vez a la natural. Este vuelco podr¨ªa verse como un hito en el inicio de lo que llaman el Antropoceno, la era de los humanos y su legado.
El estudio destaca c¨®mo los 7.700 millones de seres humanos apenas suponen el 0,01% de toda la biomasa. Sin embargo, sus obras, expresas como masa antropog¨¦nica, ya han superado la cifra de los 1,1 billones de toneladas (teratonelada, Tt) frente a poco m¨¢s de una teratonelada que representan todos los seres vivos del resto de especies que habitan la Tierra.
¡°En el trabajo, mostramos que la masa de todos los edificios e infraestructuras es mayor que la masa de todos los ¨¢rboles y matorrales¡±, ejemplifica la principal autora de la investigaci¨®n, la investigadora medioambiental del Instituto Weizmann de Ciencias (Israel) Emily Elhacham. Y tienen m¨¢s ejemplos: la masa de los pl¨¢sticos ya dobla a la de todos los animales, terrestres y marinos. Solo las calles, edificios, puentes... de Nueva York ya pesa m¨¢s que el total de peces que hay en los mares. En la web Anthropogenic mass han publicado a¨²n m¨¢s comparaciones y resumido sus resultados.
Aurora Torres, investigadora de la masa antropog¨¦nica y sus impactos en las universidades Cat¨®lica de Lovaina (B¨¦lgica) y Michigan State (EE UU) a?ade otro ejemplo aunque no se trata de biomasa: los sedimentos de la miner¨ªa ya han superado a los propios de los r¨ªos. Tambi¨¦n geol¨®gico es el hecho de que los humanos han creado ya 208 nuevos minerales. Para la cient¨ªfica espa?ola, que no ha intervenido en esta investigaci¨®n, este evento es un indicador m¨¢s de que hemos entrado en el Antropoceno, pero ¡°no el ¨²nico¡±.
La masa de los pl¨¢sticos dobla a la de todos los animales y las calles, edificios, puentes... de Nueva York ya pesan m¨¢s que el total de peces que hay en los mares
Los autores del estudio dividen la masa antropog¨¦nica en seis grandes categor¨ªas: hormig¨®n, asfalto agregados (arenas y gravas), ladrillos, metales y otros (pl¨¢sticos, cristal...). Aunque los dos primeros son los artificios humanos m¨¢s abundantes, en ambos la presencia de la arena o la grava es fundamental, lo que lleva a Torres a afirmar que ¡°la base de toda esta acumulaci¨®n est¨¢ en los ¨¢ridos¡±. Un informe de la OCDE estim¨® que se arrancaron de la Tierra 24.000 millones de toneladas de agregados en 2011 y hay estudios que calculan que el sustento de la sociedad es casi en un 80% arena. Con financiaci¨®n europea, Torres lidera el proyecto Sandlinks (conexiones de arena), que estudia la crisis mundial de este material y sus impactos.
Adem¨¢s del sorpaso, lo m¨¢s llamativo es el ritmo que ha llevado hasta ¨¦l. Usando proyecciones de los datos disponibles, en 1900, la masa antropog¨¦nica era apenas el 3% de lo que supon¨ªa la biomasa. Por entonces, esta rondaba las dos teratoneladas. Sin embargo, desde inicios de siglo, mientras que lo artificial no ha dejado de aumentar, lo natural no ha parado de menguar.
As¨ª, los artefactos e infraestructuras humanas han duplicado su masa cada 20 a?os de media en un proceso que se aceler¨® tras la II Guerra Mundial. De hecho, hasta cuatro quintas partes de los productos y objetos en uso tienen menos de 30 a?os. En paralelo y probablemente muy relacionado, la biomasa ha descendido hasta la mitad. Aunque la extinci¨®n de especies animales sea lo m¨¢s llamativo, el 90% de la masa natural es de origen vegetal. As¨ª que aqu¨ª se ha concentrado la reducci¨®n, siendo la deforestaci¨®n y otros cambios en el uso del suelo (urbanizaci¨®n, despliegue de infraestructuras, miner¨ªa...) los principales responsables del declive natural.
¡°Los resultados son muy s¨®lidos¡±, comenta sobre el estudio el economista del Instituto de Ecolog¨ªa Social de la Universidad Viena (Austria) Fridolin Krausmann, no relacionado con el trabajo. Y lo detalla: ¡°Primero, hay un lento pero continuado y persistente declive de la biomasa inducido por los humanos. Segundo, un r¨¢pido, exponencial, incremento de la masa antropog¨¦nica. Y tercero, ya hemos alcanzado o estamos a punto de llegar al punto de cruce de ambas tendencias, donde la masa de la sociedad supera a la de la biosfera¡±.
¡°?Cu¨¢nta masa antropog¨¦nica necesitamos para [tener] una buena vida? ?Cu¨¢l es el ¨ªndice de masa corporal saludable y adecuado para la sociedad?¡±Fridolin Krausmann, experto en ecolog¨ªa industrial del Instituto de Ecolog¨ªa Social de Viena (Austria)
Krausmann, uno de los principales autores en el terreno de la ecolog¨ªa industrial, investiga el flujo y stock de materiales en lo que se ha llamado el metabolismo de las sociedades. En 2017 public¨® un c¨¢lculo de la cantidad de recursos naturales no biol¨®gicos que sosten¨ªan a las colectividades humanas: con datos de 2010, la cifra casi superaba las 800 teratoneladas. Pero m¨¢s relevante que cu¨¢ndo lo artificial ha superado a lo natural es ¡°lo alarmante de sendas tendencias y sus impactos ambientales¡±, mantiene.
Aunque la acumulaci¨®n a lo largo de los ¨²ltimos 120 a?os ha sido explosiva, su ascenso no fue lineal. Durante las grandes crisis econ¨®micas y guerras mundiales hubo descensos de la masa antropog¨¦nica. Pero fueron de breve duraci¨®n. De hecho, las tres primeras d¨¦cadas tras la II Guerra Mundial son conocidas como la gran aceleraci¨®n. En ese lapso, el ritmo de creaci¨®n artificial sub¨ªa un 5% cada a?o impulsado por la recuperaci¨®n demogr¨¢fica y el desarrollo econ¨®mico y urbano.
¡°El periodo posterior a la IIGM supone un reinicio de las sociedades y econom¨ªas humanas tras el shock de las dos guerras mundiales y la Gran Depresi¨®n¡±, recuerda el investigador del Centro de Resiliencia de Estocolmo (Suecia) Will Steffen, experto en sostenibilidad global y Antropoceno. ¡°El factor m¨¢s importante fue probablemente el grupo de nuevas instituciones, Naciones Unidas, Banco Mundial, Fondo Monetario internacional... as¨ª como el acelerado desarrollo tecnol¨®gico, que crearon un marco para una r¨¢pida recuperaci¨®n y el crecimiento de la econom¨ªa global¡±, a?ade. Pero duda de que tanta acumulaci¨®n de masa antropog¨¦nica sea la marca definitiva del Antropoceno.
¡°El periodo posterior a la IIGM supone un reinicio de las sociedades y econom¨ªas humanas tras el shock de las dos guerras mundiales y la Gran Depresi¨®n¡±Will Steffen, investigador del Centro de Resiliencia de Estocolmo (Suecia)
El trabajo ahora publicado en Nature no incluye en la masa antropog¨¦nica todo el material ya en desuso, obsoleto o simplemente convertido en basura. De hacerlo, la masa antropog¨¦nica a¨²n ser¨ªa mayor. Adem¨¢s, como destacaba Krausmann, de seguir al ritmo actual, lo artificial superar¨¢ los tres billones de toneladas en 2040, triplicando en solo dos d¨¦cadas la cantidad acumulada en m¨¢s de un siglo.
Como recuerda Elhacham, la coautora del estudio, ¡°en los ¨²ltimos a?os, se ha alcanzado un grado en el que, de media, por cada persona se crea una cantidad de masa igual a su peso corporal cada semana¡±. ¡°La gran pregunta es¡±, plantea Krausmann, ¡°?cu¨¢nta masa antropog¨¦nica necesitamos para [tener] una buena vida? ?Cu¨¢l es el ¨ªndice de masa corporal saludable y adecuado para la sociedad?¡±.
Puedes escribirnos a miguel@esmateria.com o seguir a MATERIA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.