Cosas que no sabremos
Vistos los hechos del Capitolio, es dudoso que la pandemia haya tenido alg¨²n efecto en la derrota de Trump
Saber siempre es mejor que no saber, porque ayuda a percibir d¨®nde residen las inc¨®gnitas y por tanto es una v¨ªa segura para despejarlas. Ojos que no ven, coraz¨®n que no siente, solemos decir, pero el coraz¨®n no suele necesitar a los ojos para sentir que algo va mal, que ya nada volver¨¢ a ser lo mismo. Quien prefiere no saber est¨¢ traicionando a su propia naturaleza humana, un tejido hecho de curiosidad, indagaci¨®n y descubrimiento. Los soci¨®logos dicen que la vida en grupo ser¨ªa inviable si no existieran los secretos, y seguro que es cierto, pero la raz¨®n es que no hemos sido educados para aceptar con naturalidad que la gente miente y que nunca llegas a conocer a nadie por m¨¢s que duermas con ¨¦l. Saber siempre es mejor que no saber.
Pero hay cosas que nunca sabremos. Hace poco, una teor¨ªa extendida sosten¨ªa que la deplorable gesti¨®n de la pandemia sentenciar¨ªa el final de Donald Trump. Despu¨¦s del espantoso asalto al Capitolio que todo el planeta ha presenciado en directo, cabe dudar de que la cr¨ªtica racional a la actuaci¨®n de Trump contra el coronavirus haya sido un factor de peso en su derrota electoral. El individuo bicorne de torso velludo que ha capturado la atenci¨®n de los fot¨®grafos y sus compa?eros de asalto al Capitolio no est¨¢n familiarizados con el concepto de verdad, y parecen creer realmente que un contubernio internacional y pederasta les ha robado las elecciones. Visto lo cual, ?qu¨¦ demonios les va a importar lo que haya hecho Trump con un virus que seg¨²n ellos no existe?
?Sabremos alg¨²n d¨ªa qu¨¦ influencia ha tenido la pandemia en la derrota de Trump? No es probable. La demoscopia podr¨ªa elaborar estad¨ªsticas preguntando a la gente si eso influy¨® en su voto, pero los encuestados suelen mentir como bellacos ante ese tipo de interrogantes, ya sea por ignorancia o mala uva. Lo que lleva a un ciudadano a meter su voto en una urna es una cuesti¨®n de una complejidad disuasoria y ni siquiera el sujeto dispone de una explicaci¨®n veros¨ªmil de su propio comportamiento. Alg¨²n d¨ªa, cuando descifremos el funcionamiento del cerebro, esos prodigios ser¨¢n abordables, pero ese d¨ªa no ha llegado a¨²n.
M¨¢s preguntas dif¨ªciles de responder. ?Cu¨¢ntos infectados y cu¨¢ntos muertos del pr¨®ximo mes ser¨¢n adjudicables a la relajaci¨®n navide?a de las medidas de protecci¨®n? Tener ese dato ser¨ªa interesante, no ya para atribuir responsabilidades a los pol¨ªticos que han ignorado el consejo casi universal de los cient¨ªficos de cancelar las navidades, sino sobre todo para corregir los errores que nos conducen a esas muertes evitables. ?Ha merecido la pena el empe?o en salvar la campa?a de Navidad de los comercios y la hosteler¨ªa? Cabe suponer que no, puesto que los comerciantes y hosteleros se siguen quejando con frenes¨ª. Pero ?c¨®mo se mide eso? Ya hay acciones judiciales por la p¨¦rdida de vidas, y es seguro que habr¨¢ m¨¢s, pero ?qu¨¦ clase de evidencia convencer¨¢ a un juez?
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.