Cuanto m¨¢s leve es la infecci¨®n por coronavirus, peor olfato

Anosmia, cacosmia, hiposmia, disgeusia, parosmia, fantosmia... Son algunos de los nombres que se refieren a alg¨²n trastorno del olfato o el gusto. Todos o casi est¨¢n entre los s¨ªntomas m¨¢s frecuentes en los enfermos por coronavirus. Ahora, un estudio muestra adem¨¢s que hay una relaci¨®n entre gravedad de la covid y estos problemas de olfato: cuanto m¨¢s leve cursa la enfermedad, peor se huele. Lo bueno es que, en la mayor¨ªa de los casos, la distorsi¨®n de los olores desaparece antes de los seis meses.

Un grupo de cient¨ªficos y m¨¦dicos ha estudiado la alteraci¨®n del olfato en casi 2.600 enfermos tratados o ingresados en 18 hospitales europeos. Los han seguido desde la aparici¨®n de los primeros s¨ªntomas hasta m¨¢s all¨¢ de los seis meses. La gran mayor¨ªa eran leves que no requirieron hospitalizaci¨®n, pero la muestra tambi¨¦n incluye a un centenar de casos moderados y otros casi trescientos entre severos y cr¨ªticos.

Los resultados del trabajo, publicados en el Journal of Internal Medicine, indican que el 74,2% de los analizados ten¨ªan anosmia o hiposmia (p¨¦rdida total o parcial del olfato, respectivamente). Ese porcentaje coloca a la disfunci¨®n olfatoria como el s¨ªntoma m¨¢s prevalente, por delante de los t¨ªpicamente respiratorios provocados por el coronavirus: tos, dificultad para respirar o fiebre, presentes en el 40%-50% de los casos.

Como reconocen los propios autores de la investigaci¨®n, existe un elevado riesgo de sesgo: un estudio hecho por otorrinolaring¨®logos para analizar la anosmia entre voluntarios probablemente haga que la muestra est¨¦ distorsionada en favor de los que tienen problemas olfatorios. Aun as¨ª, trabajos y encuestas anteriores confirman que los problemas para oler correctamente est¨¢n entre tres s¨ªntomas m¨¢s habituales de la enfermedad.

Mientras casi el 90% de los leves sufr¨ªa anosmia, solo el 6,9% de los graves o cr¨ªticos ten¨ªa problemas de olfato

Pero lo m¨¢s novedoso de este trabajo es la conexi¨®n entre el grado de gravedad de la covid y el alcance de la distorsi¨®n olfatoria. Mientras que en los casos leves, la anosmia y similares estaba presente en el 85,9% de ellos, ni los moderados ni los graves ni los cr¨ªticos superaban el 7%.

¡°Es como una marca natural para reconocer la firma del virus. Cuando compruebas la prevalencia de la disfunci¨®n olfatoria entre todos los grupos con respecto a la gravedad, se puede observar que en pacientes graves o cr¨ªticos, se da apenas en el 10% de los casos¡±, dice el investigador de la Universidad de Mons (B¨¦gica) y coautor del estudio J¨¦rome Lechien.

Los resultados de este trabajo se ven reforzados porque se trata del primero en el que al menos una parte de la muestra tuvo que pasar por una serie de pruebas objetivas para medir su grado de anosmia y las caracter¨ªsticas del trastorno. Hasta ahora, anteriores trabajos se basaban en lo que contaban los entrevistados. Su percepci¨®n de la p¨¦rdida de olfato era subjetiva. Pero una submuestra, en torno al 10% del total, fueron sometidos a un ensayo en el que ten¨ªan que oler 16 bastoncillos con distintos aromas e intensidades. El objetivo era contar una prueba id¨¦ntica para todos que eliminara la mayor parte de la subjetividad. Seg¨²n Lechien, ¡°los pacientes del cuestionario tend¨ªan a sobrevalorar su trastorno olfatorio¡±.

Entre los an¨®smicos, m¨¢s de la mitad ten¨ªan tambi¨¦n problemas con el sentido del gusto (disgeusia), en especial con los cuatro sabores b¨¢sicos. Casi 1.000 de los participantes del estudio sufr¨ªan cacosmia, una alteraci¨®n del olfato que se concreta en oler mal lo que antes ol¨ªa bien, como un perfume. Dos de cada diez padec¨ªan de fantosmia, percibiendo olores inexistentes, fantasmas.

¡°Estas alteraciones pueden tener una causa f¨ªsica o pueden ser secundarias a una alteraci¨®n neurol¨®gica¡±, comenta el otorrinolaring¨®logo e investigador del Hospital Universitario Donostia y coautor del estudio Carlos Miguel Chiesa. Las dos principales alucinaciones olfatorias, la cascosmia y la fantosmia, pueden darse a la vez. Como explica Chiesa, ¡°los pacientes que han sufrido una alteraci¨®n del olfato tras sufrir la COVID-19 podr¨¢n presentar ambos s¨ªntomas, bien sea en relaci¨®n con el proceso inflamatorio a nivel del bulbo olfatorio o como parte del proceso de recuperaci¨®n nerviosa¡±. Es decir, podr¨ªan ser un s¨ªntoma de la enfermedad o una prueba del proceso de recuperaci¨®n.

Entre las alucinaciones olfatorias est¨¢n la percepci¨®n del aroma de un perfume como pestilente o la de olores fantasma

El seguimiento de todos estos casos permite concluir que los problemas para oler remiten en la mayor¨ªa de ellos. De hecho, al mes de aparecer como s¨ªntoma, m¨¢s de la mitad de los pacientes ya hab¨ªan recuperado su olfato. Solo el 4,7% de los estudiados segu¨ªan con problemas olfatorios pasados seis meses.

¡°Puede persistir semanas, incluso meses, pero la mayor¨ªa de los pacientes experimenta mejor¨ªa, la cual puede ser muy lenta¡±, comenta el neur¨®logo y vocal de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN) David Garc¨ªa Azor¨ªn, que no ha intervenido en este estudio. La explicaci¨®n de este ritmo estar¨ªa, seg¨²n detalla Garc¨ªa Azor¨ªn, en que ¡°cuando existe da?o en un nervio, la regeneraci¨®n del nervio ocurre a una velocidad muy lenta, a un mil¨ªmetro cada d¨ªa-semana (en funci¨®n del nervio)¡±.

Los autores de la investigaci¨®n no han estudiado por qu¨¦ los leves huelen peor que los graves, pero mencionan en sus conclusiones una hip¨®tesis ya planteada en anteriores trabajos. En muchos de esos primeros casos, la levedad se debe a que el virus no pasa de la nariz, el coronavirus se ceba, por as¨ª decirlo, con las mucosas nasales, en particular la olfativa. Existe otra posibilidad que no descartan: que los graves y cr¨ªticos no estuvieran en condiciones de valorar su olfato.

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