Lo que quer¨ªa decir Boris Johnson

Se supone que la informaci¨®n cient¨ªfica es un mero rumor mientras no se publique, pero hay varias formas de saltarse esa restricci¨®n venerable. A un cient¨ªfico se le puede ir la lengua en una entrevista, por ejemplo. Tambi¨¦n hay repositorios de preprints (borradores) que hacen p¨²blica una investigaci¨®n que a¨²n no ha sido tasada por cient¨ªficos independientes (peer reviewed, o revisada por pares). Por ¨²ltimo est¨¢ el pol¨ªtico bocazas que suelta lo que sabe por sus privilegiados canales oficiales sin aportar las pruebas. El arquetipo es seguramente el primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, que anunci¨® la semana pasada que hab¨ªa indicios de que la variante brit¨¢nica del coronavirus (B.1.1.7, tambi¨¦n llamada VOC 20202/01) no solo se asociaba a una alta propagaci¨®n, sino tambi¨¦n a una mayor letalidad. No est¨¢ claro por qu¨¦ Johnson adelant¨® ese dato, pero el caso es que no present¨® los argumentos ni las evidencias.

La variante brit¨¢nica se detect¨® por primera vez en septiembre de 2020 y se ha extendido por medio mundo

El sistema de publicaci¨®n cient¨ªfica, sin embargo, s¨ª ha presentado esos datos. La facultad de higiene y medicina tropical de Londres (LSHTM), un centro de referencia mundial en la lucha contra los virus, ha publicado el an¨¢lisis preliminar al que se refer¨ªa el primer ministro brit¨¢nico. Lo ha hecho en medRxiv, uno de los repositorios de preprints a los que nos refer¨ªamos antes. Recordemos que esto implica que el art¨ªculo no ha sido a¨²n revisado por pares, y los datos deben considerarse provisionales por el momento. Dicho lo cual, el trabajo se titula ¡°Riesgo incrementado de muerte en los casos examinados en la poblaci¨®n de la variante VOC 20202/01¡±. Les recuerdo que esa es la variante brit¨¢nica, aunque entiendo que los cient¨ªficos del pa¨ªs se resistan a utilizar esa expresi¨®n estigmatizante. Mientras los t¨¦cnicos fijan la nomenclatura, sin embargo, tendremos que entendernos de alguna forma.

La variante brit¨¢nica se detect¨® por primera vez en septiembre de 2020 y se ha extendido por medio mundo. Poco despu¨¦s de su descubrimiento se hizo patente que era m¨¢s trasmisible que la versi¨®n anterior del virus, pero no que causara una mayor letalidad, definida como la proporci¨®n de muertos respecto a los infectados por la variante. Esta precisi¨®n es importante, porque la variante brit¨¢nica puede aumentar la mortalidad poblacional por el mero hecho de que se propaga m¨¢s deprisa: cuantos m¨¢s contagiados, m¨¢s muertos, como es de sentido com¨²n. La ¡®inc¨®gnita de Boris¡¯ es si el virus mutante es m¨¢s letal en s¨ª mismo, independientemente de su propagaci¨®n.

Los cient¨ªficos del LSHTM londinense han analizado las grandes bases de datos que el Reino Unido ha atesorado sobre las pruebas diagn¨®sticas del SARS-CoV-2 y las muertes por la enfermedad que causa, la covid-19. Sus c¨¢lculos indican que el riesgo de muerte es un 30% m¨¢s alto entre los infectados por la variante brit¨¢nica que entre los contagiados por la versi¨®n est¨¢ndar. Por ejemplo, un hombre de 55-70 a?os tiene un riesgo de morir del 0,56% (con el virus est¨¢ndar) y del 0,73% (con la variante brit¨¢nica). S¨¦ que esas cifras parecen l¨¢grimas en el oc¨¦ano, pero multipl¨ªquenlas por los millones de infectados y ver¨¢n lo que suponen para los cementerios.

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