Las m¨¢quinas ya nos ganaban, ahora tambi¨¦n nos convencen
IBM desarrolla una inteligencia artificial capaz de competir con humanos en el arte de la oratoria
Imagine que en el pr¨®ximo debate electoral madrile?o apareciera una nueva candidata desconocida que convenciera a la mayor parte de la audiencia. Y que este repaso dial¨¦ctico no lo diera una persona, sino un ordenador. Es el territorio en el que se mueve el ¨²ltimo hito de la inteligencia artificial, el de la complejidad del debate y la oratoria humanas. La compa?¨ªa IBM presenta en la revista cient¨ªfica m¨¢s prestigiosa, Nature, un logro en el que han trabajado durante casi una d¨¦cada: una m¨¢quina capaz de convencer con argumentos. El equipo cient¨ªfico defiende que es un salto cualitativo enorme desde las brillantes victorias que los cerebros de silicio se han anotado frente a humanos en terrenos como el ajedrez, el Go y los videojuegos m¨¢s sofisticados.
Esta m¨¢quina con voz femenina, denominada Project Debater, es capaz de estudiar un asunto controvertido, como la legalizaci¨®n de las drogas o las subvenciones a la educaci¨®n infantil, para plantear un discurso articulado que defienda una postura a favor o en contra. No solo eso: en la din¨¢mica de los debates que ya ha mantenido con expertos en oratoria, tambi¨¦n se ha mostrado capaz de rebatir los argumentos de su oponente. El resultado: el 64% de los especialistas que serv¨ªan de jurado consideraron que la m¨¢quina demuestra un buen rendimiento como orador convincente en el debate.
Tenemos que alejarnos de los juegos, de los retos de blanco o negro. La inteligencia artificial va a lidiar con la subjetividad de la realidad humanaRanit Aharonov, IBM
La m¨¢quina comete errores peculiares desde la perspectiva humana. Por ejemplo, al defender el uso de inseminaci¨®n artificial, Project Debater incluy¨® argumentos que hac¨ªan referencia a la inseminaci¨®n de ganado, ¡°algo que puede sonar raro en este debate¡±, reconoce el equipo cient¨ªfico en Nature. Esto sucede por la forma en la que el ordenador de IBM construye su argumentaci¨®n, basada en cuatro m¨®dulos de trabajo: ¡°Estos errores de naturaleza compleja ilustran la necesidad de un entendimiento matizado y general del contexto¡±, se?alan los investigadores en el estudio.
Los dos primeros pasos que da la m¨¢quina se centran en la recopilaci¨®n de contenidos y argumentos. Nada m¨¢s establecerse el tema de la discusi¨®n, el programa extrae razonamientos de una gran base de datos con 400 millones de art¨ªculos period¨ªsticos, que se estructuran gracias a los conceptos que cataloga la Wikipedia. Despu¨¦s, la m¨¢quina encuentra semejanzas entre razonamientos generales de distintos debates; por ejemplo, si se discute la prohibici¨®n de sustancias o actividades, se suscita la posible aparici¨®n de un mercado negro.
Documental sobre Project Debater realizado por IBM.
Adem¨¢s, en ese mismo proceso de an¨¢lisis de un tema, Project Debater comienza a recopilar posibles contrargumentaciones a los previsibles razonamientos que usar¨¢ su adversario. Tambi¨¦n se sirve de t¨¦rminos clave que apelen a sentimientos, como ¡°da?ino¡±, que podr¨ªan usarse para afianzar su discurso. Por ¨²ltimo, la m¨¢quina es capaz de hilar una argumentaci¨®n que evite redundancias y que tenga una forma de alegato que sea convincente, no una simple concatenaci¨®n de frases y datos. Esos discursos son los que evaluaron los jueces para concluir que da el pego.
Aunque en el estudio no se mencionan, este robot con forma de tele alargada tambi¨¦n usa recursos ret¨®ricos muy humanos. Por ejemplo, parec¨ªa atacar el amor propio de su rival humano al descalificar como ingenuos, pasados de moda o rom¨¢nticos sus argumentos. En otro, inform¨® en voz alta del n¨²mero de palabras que su oponente dec¨ªa por minuto y provoc¨® la hilaridad del p¨²blico cuando le espet¨®: ¡°No te apresures, tenemos mucho tiempo. Por favor, reduce la velocidad y presenta tus argumentos de forma sosegada¡±. Sus programadores aseguran que no le escriben ninguna frase, salvo la oraci¨®n inicial de saludo en cada evento.
La compa?¨ªa buscaba un nuevo reto tras sus dos grandes ¨¦xitos anteriores: cuando Deep Blue descifr¨® los mecanismos del ajedrez para vencer a Garry Kasparov y cuando Watson deconstruy¨® el lenguaje natural para vencer en el popular concurso televisivo Jeopardy. Pero el reto era notable, como explica Ranit Aharonov, directora del proyecto, en un documental de IBM sobre su m¨¢quina: ¡°Al contrario que en los juegos, en los problemas del mundo real no tienes un resultado final victorioso claro. Tenemos que alejarnos de los juegos, de los retos de blanco o negro. La inteligencia artificial ahora va a lidiar con la subjetividad de la realidad humana¡±, explicaba Aharonov, que firma el estudio junto a su equipo.
IBM ya vende su proyecto para ¡°tomar mejores decisiones¡± en el ¨¢mbito empresarial, el legal y el m¨¦dico, pero incluso habla del ¡°futuro de la democracia¡±
Su equipo asegura que ha sacado a la inteligencia artificial de la ¡°zona de confort¡±, la de las reglas simples de los juegos. En ese terreno, las m¨¢quinas siempre pueden optimizar su rendimiento con la vista puesta en la victoria, usando atajos y reforzando solo estrategias eficientes de victoria, algo que no sirve de nada en un contexto subjetivo como el de la argumentaci¨®n. En este caso, adem¨¢s, los pasos a seguir no est¨¢n definidos de antemano: un pe¨®n avanza por el tablero en l¨ªnea recta y come en diagonal, pero ?qu¨¦ es un buen argumento? Todav¨ªa est¨¢ por ver si este desarrollo inform¨¢tico dar¨¢ claves que den la vuelta como un calcet¨ªn al razonamiento humano, como pas¨® con el ajedrez y el Go cuando la inteligencia artificial aterriz¨® en sus tableros.
Por el momento, IBM ya vende su proyecto para ¡°tomar mejores decisiones en tiempos de noticias falsas y c¨¢maras de eco¡±, como soluciones estrat¨¦gicas empresariales, la construcci¨®n de argumentos legales y el an¨¢lisis entre posibles tratamientos m¨¦dicos. Pero se atreve a ir mucho m¨¢s all¨¢, y habla incluso del ¡°futuro de la democracia¡±. En la ciudad suiza de Lugano se us¨® para ¡°entender¡± lo que piensan sus ciudadanos sobre los coches aut¨®nomos sin conductor. All¨ª la m¨¢quina solo se aliment¨® con el millar de opiniones que dejaron los lugare?os. Una experiencia que ilustra las dudas que genera c¨®mo deciden las inteligencias artificiales, con qu¨¦ sesgos y qu¨¦ intereses, a partir de la informaci¨®n que se le proporciona y, por ejemplo, al determinar qu¨¦ ciudadanos intervienen en la conversaci¨®n.
¡°La inteligencia artificial no podr¨¢ tomar decisiones moralmente correctas porque la moralidad es exclusiva de los humanos¡±, asegur¨® la ¡°suave voz femenina¡± de Project Debater en la Universidad de Cambridge, en un debate sobre ese asunto. Un argumento que pudo calmar a quienes temen las consecuencias de su desarrollo, hasta que despu¨¦s a?adi¨® una afirmaci¨®n que podr¨ªa entenderse como contradictoria: ¡°La inteligencia artificial tiene una tasa de error m¨¢s baja que los humanos¡±.
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