Las variantes var¨ªan poco
Los coronavirus mutantes convergen en unos pocos trucos que podemos gestionar

Imagina en qu¨¦ podr¨ªa consistir una bomba gen¨¦tica. Piensa un rato y dime lo que se te ha ocurrido. Tal vez una lluvia de microorganismos extraterrestres llegados de m¨¢s all¨¢ de Ori¨®n, o quiz¨¢ un experimento maligno del Doctor No, ?no? Son los dos temas cl¨¢sicos de puro pertinaces que han lastrado la ciencia ficci¨®n desde el dos veces centenario Frankenstein de Mary Shelley. El ataque de los otros y el genio cient¨ªfico cuya ambici¨®n es superior a su talento. Los dos clich¨¦s del g¨¦nero para destruir el mundo. Un rollo.
Pero la realidad supera a la ficci¨®n ¨Dotro clich¨¦¡ª y las bombas gen¨¦ticas existen en la naturaleza, y han sido perfeccionadas por el talento cient¨ªfico. Hay genes que significan ¡°prop¨¢game¡±. El fen¨®meno se llama meiotic drive en la jerga, lo que requiere un peque?o repaso de la biolog¨ªa de bachillerato. Las personas llevamos dos copias de cada cromosoma, una de mam¨¢ y otra de pap¨¢. Las dos se entremezclan (recombinan) en tus ¨®vulos o en tus espermatozoides, as¨ª que lo que pasas a tu hijo es un cromosoma que t¨² nunca tuviste, porque es una combinaci¨®n de los genes de tus padres, los abuelos del ni?o.
?Podr¨ªa el SARS-CoV-2 convertirse en una bomba gen¨¦tica?
Hasta ah¨ª todo bien. Pero hay genes prop¨¢game que, en una versi¨®n microsc¨®pica de la selecci¨®n natural, se aseguran un predominio num¨¦rico en la siguiente generaci¨®n. Como esto ocurre durante la meiosis, el proceso de barajado de genes que ocurre en las g¨®nadas, se llama meiotic drive (impulso mei¨®tico). Los genetistas han perfeccionado ese mecanismo natural hasta el punto de que est¨¢n preparados para extinguir a la especie de mosquitos que m¨¢s trasmite la malaria. Solemos llamarlo reacci¨®n gen¨¦tica en cadena, lo que no solo da una idea de su eficacia, sino tambi¨¦n de sus riesgos. S¨ª, amigos, las bombas gen¨¦ticas existen, y no son como las hab¨ªais imaginado.
?Podr¨ªa el SARS-CoV-2 convertirse en una bomba gen¨¦tica? Para empezar, ?qu¨¦ quiere decir eso exactamente? Quiere decir que el coronavirus evoluciona con la geometr¨ªa de un ¨¢rbol, donde el tronco original se bifurca en grandes ramas, peque?as ramas, ramitas y brotes axilares en una pesadilla fractal de mutaci¨®n y victoria en la guerra incesante del genoma del virus contra nuestro sistema inmune. Para nuestra alegr¨ªa y fortuna, este no parece ser el caso.
El microbi¨®logo evolutivo Vaughn Cooper, de la Universidad de Pittsburgh, Pensilvania, expone un an¨¢lisis concienzudo del asunto en Scientific American. La fuente es buena, porque el laboratorio de Cooper ha descrito en Estados Unidos siete linajes independientes del SARS-CoV-2 que han descubierto cada uno por su cuenta la misma mutaci¨®n en la misma prote¨ªna del virus. Se trata, seg¨²n el cient¨ªfico de Pittsburgh, de un caso de evoluci¨®n convergente como pocos han sido documentados hasta ahora. El virus muta todo lo que quiere, pero las variantes exitosas se basan siempre en los mismos cambios. Los dem¨¢s no parecen funcionar. Son muy buenas noticias, porque significan que no habr¨¢ bomba gen¨¦tica, sino solo unos pocos trucos que podemos gestionar.
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