Gerald Holton, premio Fronteras del Conocimiento por sus estudios sobre la dimensi¨®n social de la ciencia
El f¨ªsico, uno de los pensadores m¨¢s influyentes de los ¨²ltimos a?os, ha sido galardonado por la Fundaci¨®n BBVA por su estudio de la relaci¨®n entre ciencia y sociedad
Gerald Holton (Berl¨ªn, 98 a?os), profesor em¨¦rito de F¨ªsica e Historia de la Ciencia en la Universidad de Harvard, ha sido galardonado con el Premio Fronteras del Conocimiento en la categor¨ªa de Humanidades y Ciencias Sociales que otorga la Fundaci¨®n BBVA, por sus investigaciones sobre c¨®mo el conocimiento cient¨ªfico influye en la construcci¨®n de la cultura y c¨®mo esta, a su vez, condiciona la creaci¨®n de teor¨ªas y modelos cient¨ªficos. A lo largo de su carrera ha abordado diferentes campos de estudio. Comenz¨® su labor de investigaci¨®n clasificando el legado documental de Albert Einstein, ha combatido contra las pseudociencias (o lo que ¨¦l llama anticiencia) e incluso ha indagado sobre el valor de la racionalidad y el conocimiento objetivo frente a la exaltaci¨®n social que provoca totalitarismos, persecuci¨®n de minor¨ªas y exclusi¨®n. En los ¨²ltimos a?os de su trayectoria, Holton se ha dedicado a profundizar en el papel de la mujer en la ciencia a trav¨¦s del llamado Project Access. El anterior ganador en esta categor¨ªa fue el ling¨¹ista estadounidense Noam Chomsky.
¡°La ciencia est¨¢ entrelazada plenamente con su contexto¡±, ha asegurado el galardonado, quien ha defendido que la ciencia aporta racionalidad y herramientas a cualquier sociedad para resolver sus problemas, adem¨¢s de generar crecimiento econ¨®mico y mejorar la eficacia tecnol¨®gica. ¡°La ciencia deber¨ªa atesorar la historia, y el estudio de la historia deber¨ªa atesorar la ciencia¡±, ha remarcado. Si bien Holton no desmerece el papel del arte y la literatura como elementos de una cultura, considera que es imprescindible el rol que desempe?a la ciencia a la hora de configurar formas de pensar y actuar, tanto a nivel individual como colectivo.
El rol que desempe?a la ciencia es imprescindible a la hora de configurar formas de pensar y actuar, tanto a nivel individual como colectivo.
Se adentr¨® en la obra de Albert Einstein poco despu¨¦s de su muerte en 1955, cuando un compa?ero le sugiri¨® que preparase una historia de los descubrimientos del f¨ªsico para una ceremonia en su homenaje. Durante esta tarea, Holton percibi¨® que los estudios sobre la investigaci¨®n de Einstein eran muy escasos, por lo que comenz¨® a clasificar y analizar los m¨¢s de 40.000 documentos que se conservaban en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, donde Einstein pas¨® la ¨²ltima etapa de su carrera. ¡°Pens¨¦ que era mi obligaci¨®n moral ordenar todo esto en un archivo que pudieran utilizar los investigadores¡±, ha comentado Holton en ocasiones.
Fue as¨ª como Holton identific¨® los themata, una serie de ideas generales que se muestran en el pensamiento de los cient¨ªficos m¨¢s importantes de la historia y que muestran la huella de la cultura en la ciencia. ¡°Me di cuenta de que Einstein obedec¨ªa a una compulsi¨®n epistemol¨®gica, como tantos otros cient¨ªficos, de ver la ciencia como si miraran a trav¨¦s de ciertas cerraduras, ciertas lentes¡±, explic¨®. ¡°Los denomin¨¦ themata ¨C temas ¨C es decir, ideas que est¨¢n tan grabadas en sus mentes que quiz¨¢s no eran plenamente conscientes de ellas. Estas ideas determinan la estructura b¨¢sica que subyace a todo su trabajo¡±, a?adi¨®.
En varios trabajos, el investigador ha insistido en que, aunque la ciencia avance y la sociedad obtenga mejores tecnolog¨ªas, eso no garantiza que la cultura general se desarrolle en la misma direcci¨®n. Como ejemplo, Holton se?ala el caso de la Alemania nazi, donde a pesar de los grandes avances cient¨ªficos en numerosos campos, en la sociedad germinaron valores e ideas contrarias a la raz¨®n cient¨ªfica, basados en la exaltaci¨®n y en las emociones. En su obra Ciencia y anticiencia (1993), el autor se?ala que la irracionalidad, mezclada con populismo y nacionalismo desemboca normalmente en corrientes y reg¨ªmenes totalitarios.
Todos los grandes cient¨ªficos ten¨ªan una serie de ideas generales que mostraban la huella de la cultura en la ciencia. A esas ideas, Holton las llam¨® ¡°themata¡±.
Durante la ¨²ltima etapa de su carrera, Holton comenz¨® junto al soci¨®logo de la ciencia Gerhard Sonnert el llamado Project Access, que qued¨® plasmado en dos publicaciones. Una de las principales conclusiones de estos trabajos es que las cient¨ªficas sol¨ªan escoger problemas m¨¢s complicados, pero dedicaban mucho tiempo al estudio, mientras que los hombres eleg¨ªan problemas m¨¢s sencillos y r¨¢pidos de resolver y por ello publicaban m¨¢s. ¡°Pedimos a un grupo de cient¨ªficos y cient¨ªficas que presentaran los que consideraban sus mejores trabajos, eliminando sus firmas, y pedimos a un grupo de distinguidos cient¨ªficos que evaluaran su calidad. Comprobamos que, de media, los trabajos eran igual de buenos. [¡] Para los hombres lo importante era la carrera, mientras que para las mujeres pesaba m¨¢s su vocaci¨®n por la ciencia¡±, explic¨® Holton.
El propio Holton, hijo de un abogado y una fisioterapeuta, se vio obligado a huir de la Alemania nazi junto a su familia, algo que ha marcado sus investigaciones. Fueron acogidos en Inglaterra y m¨¢s tarde en EE UU, donde se form¨® como f¨ªsico e historiador en la Wesleyan University en Middletown (Connecticut). Durante la II Guerra Mundial, Holton fue invitado a participar en el desarrollo del Proyecto Manhattan para la creaci¨®n de la primera bomba at¨®mica, algo a lo que se neg¨®. Su participaci¨®n en la guerra se limit¨® a ense?ar a usar el radar a los oficiales de la Marina. Una vez terminada la guerra, se doctor¨® en Harvard en 1947 gracias a su investigaci¨®n sobre la estructura de la materia a altas presiones. Hasta el d¨ªa de hoy, a sus 98 a?os, Holton sigue ligado a esta universidad.
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