La bah¨ªa de M¨¢laga, el refugio del boquer¨®n
Una investigaci¨®n del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa revela que las larvas de este pez se agrupan en el fondo de la ensenada, que funciona como un criadero clave para su supervivencia
El boquer¨®n (Engraulis encrasicolus) es una de las especies de pescado referente en M¨¢laga. Su calidad, una enorme tradici¨®n y su precio ¡ªunos tres euros el kilo en lonja¡ª hacen que se consuma mucho. Tanto, que a los malague?os se les conoce con el sobrenombre de ¡°boquerones¡±. Las capturas de esta especie a lo largo del tiempo han sido muy variables, con a?os buenos y malos y una tendencia a la baja. Ahora, una investigaci¨®n del ...
El boquer¨®n (Engraulis encrasicolus) es una de las especies de pescado referente en M¨¢laga. Su calidad, una enorme tradici¨®n y su precio ¡ªunos tres euros el kilo en lonja¡ª hacen que se consuma mucho. Tanto, que a los malague?os se les conoce con el sobrenombre de ¡°boquerones¡±. Las capturas de esta especie a lo largo del tiempo han sido muy variables, con a?os buenos y malos y una tendencia a la baja. Ahora, una investigaci¨®n del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO) desarrollada con metodolog¨ªas ac¨²sticas ha permitido comprobar las condiciones que hacen de la bah¨ªa de M¨¢laga el refugio ideal para las larvas de esta variedad. Y, sobre todo, c¨®mo los reci¨¦n nacidos se desplazan en grandes masas hacia el fondo marino para protegerse. ¡°Ahora podemos entender mucho mejor el ciclo biol¨®gico de la especie y ayudar a tener una pesquer¨ªa sostenible¡±, explica Ana Ventero, doctora en ecolog¨ªa marina y autora principal de un estudio publicado en la revista especializada Fisheries Research, que viene a confirmar lo que la tradici¨®n y los estudios de ictiolog¨ªa (la rama de la zoolog¨ªa dedicada a los peces) realizados en la zona ven¨ªan apuntando desde hace a?os.
Ventero es una de las investigadoras que forma parte de las campa?as Medias (MEDiterranean International Acoustic Survey, estudio ac¨²stico internacional del Mediterr¨¢neo). Cada a?o, surcan el Mediterr¨¢neo desde la frontera con Francia hasta C¨¢diz para conocer la abundancia de sardina y anchoa existente en aguas espa?olas. Lo hacen mediante ecosondas cient¨ªficas que emiten sonidos hacia el agua para detectar la biomasa. El eco de lo que las ondas encuentran a su camino permite conocer el tama?o, cantidad y la posici¨®n de los bancos de peces, labor que se complementa con la pesca para conocer la especie detectada. Es un trabajo que realizan, junto a otros pa¨ªses mediterr¨¢neos, para ayudar a gestionar las pesquer¨ªas y por encargo de la Uni¨®n Europea. En su camino se encuentran sorpresas que, cuando se dan las condiciones adecuadas, pueden estudiar. Es lo que les ocurri¨® en verano de 2016 cuando navegaban por el mar de Albor¨¢n y en sus pantallas vieron una especie de alfombra que cubr¨ªa la bah¨ªa malague?a, y que se levantaba entre 5 y 20 metros sobre el fondo marino.
Los min¨²sculos boquerones conforman grandes agregaciones mientras crecen protegidos
Ventero recuerda: ¡°Pens¨¢bamos que era plancton¡±. Por eso, su equipo lanz¨® un arte de pesca para capturar estos min¨²sculos seres vivos. En la red encontraron, sin embargo, gran cantidad de larvas de boquer¨®n. Fue un hallazgo tan sorprendente como relevante, y el verano siguiente repitieron la operaci¨®n. La ecosonda volvi¨® a encontrar esa segunda piel sobre la arena y, de nuevo, era una agregaci¨®n de peque?os boqueroncitos de entre 2 y 40 mil¨ªmetros. El descubrimiento ha permitido entender que, tras eclosionar, las larvas se dirigen hacia el fondo marino a una profundidad de entre 70 y 200 metros. La investigadora subraya: ¡°Ah¨ª abajo quedan retenidos sin estar a merced de los vientos, con m¨¢s alimento gracias a la entrada de agua del Atl¨¢ntico que fertiliza la bah¨ªa y, como es zona restringida a la pesca de arrastre, tampoco tienen esa perturbaci¨®n externa¡±.
Bajo esa protecci¨®n, los min¨²sculos boquerones conforman grandes agregaciones mientras crecen. Es un momento crucial porque todav¨ªa no tienen desarrolladas ni las aletas ni la l¨ªnea lateral ¡ªsu ¨®rgano de orientaci¨®n y equilibro¡ª, b¨¢sicos para nadar organizados en los card¨²menes. Cuando adquieren capacidad natatoria y superan los tres cent¨ªmetros, vuelven a emerger de las profundidades en bancos y comienzan a ganar peso y tama?o. Algunos se quedan a vivir en la zona, mientras que otros se desplazan por el mar de Albor¨¢n hacia Motril al este o Estepona al oeste. Ventero explica: ¡°La bah¨ªa funciona como una zona de criadero, y eso es muy importante porque nos ayuda a hacer una gesti¨®n m¨¢s sostenible de una especie cuya poblaci¨®n no pasa por su mejor momento¡±. La zona acoge casi el 80% de las capturas anuales de boquer¨®n en el mar de Albor¨¢n, seg¨²n los datos del IEO, donde subrayan la importancia de las nuevas metodolog¨ªas ac¨²sticas como complemento a las tradicionales.
Magdalena Iglesias, investigadora y responsable de la campa?a Medias, afirma: ¡°Si puedes detectar a los peque?os, eres capaz de defenderlos¡±. La experta subraya que en su trabajo analizan el n¨²mero de adultos, pero tambi¨¦n c¨®mo se ha desarrollado la puesta de huevos. ¡°Si ha ido bien, las cuotas de captura se ampl¨ªan. Si ha ido mal, son m¨¢s estrictas¡±, explica. Por eso, ahora tambi¨¦n trabajan en intentar obtener datos de las agregaciones de larvas en el fondo marino, porque su ¨ªndice puede ayudar a conocer c¨®mo estar¨¢ la especie un a?o despu¨¦s, cuando esos peque?os peces sean adultos y hayan superado los nueve cent¨ªmetros de talla m¨ªnima para su pesca. Ventero concluye: ¡°Si podemos dar datos reales, nos ayudar¨¢ a todos a conseguir poblaciones estables y, por tanto, el boquer¨®n podr¨¢ seguir siendo un gran recurso durante mucho tiempo¡±.
Momento cr¨ªtico para el boquer¨®n
En lo que llevamos de siglo XXI, la media de capturas de boquer¨®n en todo el mar de Albor¨¢n es de 944 toneladas anuales. En los a?os ochenta, superaba las 2.000. La tendencia es descendente, pero desde el Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa apuntan a que la poblaci¨®n se recupera lentamente. De hecho, las capturas del a?o 2019 son m¨¢s del doble que las del a?o anterior: 2.341 toneladas frente a 1.086, un indicio de que la situaci¨®n ha mejorado.
Ana Gir¨¢ldez, investigadora del IEO en Fuengirola, asegura que la poblaci¨®n est¨¢ muy lejos de la situaci¨®n ¨®ptima que hab¨ªa, por ejemplo, en los a?os setenta; sin embargo, apunta a que hay factores ambientales ¡ªcorrientes, temperaturas del agua, vientos, entre otros¡ª que influyen en el n¨²mero de ejemplares. Adem¨¢s, subraya que la pesca est¨¢ regulada en su talla m¨ªnima (nueve cent¨ªmetros), cuotas de desembarco semanales (7.000 kilos), el tama?o de las artes o hasta un paro de un mes al a?o. Y destaca que pr¨¢cticamente han desaparecido pr¨¢cticas tradicionales como la pesca de los llamados boquerones victorianos ¡ªjuveniles¡ª y los mal llamados chanquetes ¡ªen realidad, larvas¡ª. Todo ello ayuda a la recuperaci¨®n de la especie pero, por ahora, ¡°los grupos de trabajo de evaluaci¨®n recomiendan no aumentar el esfuerzo pesquero sobre el boquer¨®n en el mar de Albor¨¢n¡±, se?ala la especialista.
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