Una investigaci¨®n encuentra al presunto ¡®padre¡¯ de la sand¨ªa
El estudio de pinturas del Antiguo Egipto y un an¨¢lisis gen¨¦tico apuntan al mel¨®n de Kordof¨¢n, una variedad ancestral de pulpa blanca que todav¨ªa se cultiva en Sud¨¢n
Al poeta Pablo Neruda casi se le acaban las met¨¢foras cant¨¢ndole a la sand¨ªa: ¡°la ballena verde del verano¡±, el ¡°cofre de agua¡±, ¡°el m¨¢s fresco de todos los planetas¡±, ¡°la fruta del ¨¢rbol de la sed¡±. Una raja de sand¨ªa tambi¨¦n se puede contemplar como una p¨¢gina de un libro de historia. El nombre del fruto es un derivado del ¨¢rabe sindiyyah, que significa ¡°de Sind¡±, la regi¨®n de Pakist¨¢n de la que supuestamente proceder¨ªa la planta, seg¨²n consta en el Diccionario de la Real Academia Espa?ola. Pero es una pista falsa. Una nueva investigaci¨®n sugiere una historia mucho m¨¢s antigua y enrevesada, que atravesar¨ªa el Egipto de los faraones y cuyo origen se remontar¨ªa a los agricultores nubios que habitaron el actual Sud¨¢n hace m¨¢s de cuatro milenios.
El equipo de la bot¨¢nica alemana Susanne Renner rastrea el origen de la sand¨ªa como los exploradores europeos buscaban el nacimiento del r¨ªo Nilo hace cuatro siglos. Renner y sus colegas analizan las huellas hist¨®ricas m¨¢s antiguas del fruto: dos dibujos del Antiguo Egipto que sugieren que los egipcios ya com¨ªan sand¨ªa hace 4.360 a?os. Son ilustraciones ¡ªencontradas en tumbas de personajes poderosos en las necr¨®polis de Saqqara y Mair¡ª que muestran una especie de sand¨ªas alargadas servidas en bandejas. Un tercer dibujo, hallado en el papiro de Kamara, de unos 3.000 a?os de antig¨¹edad, incluye lo que parece una peque?a sand¨ªa esf¨¦rica y rayada sobre una mesa. El grupo de Renner cree que es un mel¨®n de Kordof¨¢n, una variedad ancestral que todav¨ªa se cultiva en Darfur, una regi¨®n del occidente de Sud¨¢n golpeada por la guerra desde hace casi dos d¨¦cadas. El mel¨®n de Kordof¨¢n es el principal sospechoso de ser el padre de las sand¨ªas modernas.
Renner, exdirectora del Jard¨ªn Bot¨¢nico de M¨²nich, sostiene que los nubios, protagonistas de una de las civilizaciones m¨¢s antiguas del mundo, domesticaron la sand¨ªa en la regi¨®n de Darfur y este cultivo se transmiti¨® hacia el norte, hasta llegar a Egipto. Las sand¨ªas, tanto la variedad dulce como una especie sudafricana m¨¢s amarga, llegaron a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica ya en ¨¦poca romana, prosigue la experta, reci¨¦n incorporada a la Universidad Washington en San Luis (EE UU). ¡°Existe una receta en lat¨ªn del siglo IV para hacer mermelada con la especie sudafricana¡±, explica Renner.
La investigadora imagina el periplo de las sand¨ªas por el mundo, a partir de su posible origen en el actual Sud¨¢n. ¡°Se sabe que llegaron a Norteam¨¦rica poco despu¨¦s del viaje de Crist¨®bal Col¨®n en 1492 y a Brasil por el tr¨¢fico de esclavos¡±, relata. Las caravanas de comerciantes de la Ruta de la Seda llevar¨ªan las sand¨ªas dulces a Asia en ¨¦poca romana o medieval, a?ade la investigadora. El equipo de Renner ha intentado cultivar melones de Kordof¨¢n en el Jard¨ªn Bot¨¢nico de M¨²nich, sin ¨¦xito. La bot¨¢nica, nacida en la ciudad alemana de Tubinga hace 66 a?os, est¨¢ planeando un viaje a Jartum, la capital sudanesa, para intentar saborear una raja del presunto padre de la sand¨ªa.
La investigaci¨®n de Renner y sus colegas no se ha limitado a las pinturas egipcias. El equipo ha realizado un an¨¢lisis gen¨¦tico de varios tipos de sand¨ªas modernas y del mel¨®n de Kordof¨¢n, de pulpa blanca pero no amarga, a diferencia de su pariente el pepino. Los resultados de los cient¨ªficos, publicados este lunes en la revista PNAS, muestran que la sand¨ªa fue ganando color rojo y sabor dulce a lo largo del proceso de domesticaci¨®n.
El bi¨®logo franc¨¦s Guillaume Chomicki, coautor de la investigaci¨®n, subraya que el mel¨®n de Kordof¨¢n es gen¨¦ticamente m¨¢s resistente a las plagas que las sand¨ªas modernas. ¡°Estos genes se han perdido a lo largo de la domesticaci¨®n. Esto significa que el genoma del mel¨®n de Kordof¨¢n, potencialmente, se podr¨ªa utilizar para desarrollar sand¨ªas resistentes a enfermedades¡±, afirma Chomicki, de la Universidad de Sheffield (Reino Unido). Los investigadores plantean el uso de la revolucionaria t¨¦cnica de edici¨®n gen¨¦tica CRISPR, ganadora del Premio Nobel de Qu¨ªmica en 2020.
Chomicki, de 30 a?os, recuerda que las sand¨ªas sufren multitud de plagas y enfermedades, sobre todo de hongos y de virus. Los agricultores utilizan, adem¨¢s de fungicidas, insecticidas para evitar que los bichos transporten los virus de una planta a otra. Las sand¨ªas modificadas gen¨¦ticamente para imitar la resistencia del mel¨®n de Kordof¨¢n ¡°podr¨ªan reducir significativamente el uso de pesticidas¡±, opina Chomicki. China, con 61 millones de toneladas anuales, es de largo el mayor productor de sand¨ªas del mundo, muy por delante de Turqu¨ªa (3,8 millones), India (2,5 millones) y Brasil (2,3 millones). Espa?a es el decimocuarto mayor productor, con 1,2 millones de toneladas, seg¨²n las estad¨ªsticas de Naciones Unidas.
Andaluc¨ªa cultiva la mitad de las sand¨ªas espa?olas. La bi¨®loga Natalia Guti¨¦rrez, del Instituto Andaluz de Investigaci¨®n y Formaci¨®n Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producci¨®n Ecol¨®gica (IFAPA), ha trabajado en el desarrollo de nuevas variedades de la planta. La especialista aplaude el nuevo estudio, en el que no ha participado. ¡°El uso en mejora de cruzamientos con las variedades silvestres ayuda a introgresar [introducir] genes de inter¨¦s agron¨®mico a las variedades cultivadas y de esta manera hacerlas m¨¢s resistentes¡±, explica.
El ingeniero agr¨®nomo Oscar Alejandro P¨¦rez, nacido en Bogot¨¢ (Colombia) hace 32 a?os, s¨ª ha participado en los nuevos an¨¢lisis gen¨®micos de las diferentes variedades de sand¨ªa. ¡°Se tiende a pensar que las especies son como unidades con su propia identidad, pero tanto el mel¨®n de Kordof¨¢n como la sand¨ªa de carne roja que consumimos hoy tienen parte de sus genes compartidos, est¨¢n unidos a trav¨¦s del tiempo¡±, explica P¨¦rez, de los Reales Jardines Bot¨¢nicos de Kew, fundados en 1759 a las afueras de Londres.
Hace dos a?os, el mismo equipo public¨® un borrador de an¨¢lisis del ADN de una hoja de sand¨ªa supuestamente hallada en el siglo XIX dentro de un sarc¨®fago de 3.500 a?os, cerca de la ciudad egipcia de Luxor. Los autores proclamaron entonces que aquella hoja demostraba que ya hab¨ªa sand¨ªas rojas y dulces en aquel periodo, el Imperio Nuevo de Egipto. Guillaume Chomicki reconoce ahora que se equivocaron. ¡°Cuando hicimos el borrador, todav¨ªa no hab¨ªamos hecho dataciones de la hoja con carbono-14. Las hicimos y nos dimos cuenta de que la hoja no ten¨ªa 3.500 a?os, sino que era de 1871, el a?o en que lleg¨® al herbario de los Reales Jardines Bot¨¢nicos de Kew¡±, detalla el bi¨®logo franc¨¦s. El equipo s¨ª ha encontrado ahora en las viejas colecciones bot¨¢nicas de Kew dos semillas de sand¨ªa de 3.100 y 6.000 a?os. Su futuro an¨¢lisis seguir¨¢ revelando el viaje por el mundo de ¡°la redonda, suprema y celestial sand¨ªa¡±, seg¨²n los versos de Neruda.
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