El uso del GPS deteriora la memoria y afecta el sentido de la orientaci¨®n
Las aplicaciones de navegaci¨®n est¨¢n reemplazando el trabajo de ubicaci¨®n geoespacial que por miles de a?os ha hecho el cerebro, seg¨²n varios estudios
El uso frecuente del GPS est¨¢ afectando el funcionamiento adecuado de nuestro hipocampo, la zona del cerebro encargada de la memoria y del sentido de la orientaci¨®n. Google Maps, Waze o cualquier otra aplicaci¨®n de geolocalizaci¨®n convencional est¨¢n reemplazando el trabajo que durante miles de a?os hab¨ªa hecho el ser humano para ubicarse por s¨ª mismo. Si el cerebro deja de buscar caminos y se dedica a obedecer instrucciones es muy probable que se deteriore. As¨ª lo ha confirmado una investigaci¨®n reciente publicada en la revista Scientific Reports.
Mar Gonz¨¢lez Franco, coautora del estudio y una de las l¨ªderes de investigaci¨®n neurocient¨ªfica de Microsoft, afirma que si las personas usan mucho el GPS van perdiendo poco a poco la capacidad de crear mapas mentales, eso disminuye sus habilidades de orientaci¨®n y deteriora la producci¨®n de recuerdos. ¡°Con el GPS convencional se dejan de estimular zonas del cerebro muy arcaicas que llevan siglos funcionando y corremos el peligro de que esto afecte nuestra salud mental en la vejez¡±, explica.
Antes del uso masivo y frecuente del GPS nuestros cerebros pod¨ªan generar mapas detallados del entorno a trav¨¦s de la exploraci¨®n activa, una habilidad evolutiva que ahora est¨¢ en riesgo. En el art¨ªculo de Scientific Reports, los investigadores reconocen que si bien la navegaci¨®n tradicional de indicaciones paso a paso es eficaz en su capacidad de llevarnos a una ubicaci¨®n deseada, esta forma pasiva no apoya el aprendizaje espacial ¡°y tiene un impacto perjudicial en las habilidades de navegaci¨®n y cognici¨®n de los seres humanos¡±.
La paradoja planteada en el art¨ªculo es evidente: las aplicaciones de navegaci¨®n nos permiten llegar a m¨¢s lugares, pero, al mismo tiempo, nos hacen peores exploradores. Es famosa la historia de una pareja sueca que quer¨ªa viajar a la isla italiana de Capri, pero en el GPS de su m¨®vil escribi¨® ¡°Carpi¡± y termin¨® de vacaciones al otro lado de Italia, a cientos de kil¨®metros. ¡°El GPS nos est¨¢ haciendo m¨¢s tontos¡±, dice Gonz¨¢lez Franco.
Un estudio publicado hace unas semanas en la revista especializada Transportation Research Interdisciplinary Perspectives compara el desempe?o de conductores que usaron Google Maps para llegar a un sitio y conductores que usaron un mapa de papel convencional para alcanzar el mismo destino. Los resultados del experimento refuerzan la idea de que con el GPS somos pasajeros pasivos y no exploradores activos. Las puntuaciones de conocimiento espacial de los conductores asistidos por los mapas antiguos fueron mucho m¨¢s altas en orientaci¨®n, reconocimiento de rutas y de puntos de referencia frente a los conductores que usaron la aplicaci¨®n.
De acuerdo con Eran Ben-Elia, autor de este trabajo e investigador del Departamento de Geograf¨ªa y Desarrollo Ambiental de la Universidad Ben-Gurion de Israel, el desequilibrio en el rendimiento de los dos grupos de conductores se puede atribuir a las diferencias en el esfuerzo cognitivo requerido para completar la tarea de orientaci¨®n. ¡°Seguir pasivamente las instrucciones audiovisuales de un GPS no requiere que los conductores codifiquen, transformen y monitoreen continuamente su posici¨®n en el espacio¡±.
Varias investigaciones del University College de Londres han demostrado incluso que, antes del auge del GPS, el hipocampo de los taxistas de la capital inglesa iba creciendo a medida que memorizaban calles y direcciones de la ciudad en el ejercicio de su profesi¨®n. Seg¨²n los estudios, los taxistas ten¨ªan el hipocampo m¨¢s grande que el resto de la poblaci¨®n como consecuencia de su cartograf¨ªa espacial intensiva y de su experiencia multisensorial de la ciudad.
La estimulaci¨®n del hipocampo se fue deteriorando con el uso masivo del GPS. Gonz¨¢lez Franco afirma que al seguir un conjunto de instrucciones se elimina tambi¨¦n nuestra agencia para tomar decisiones. A su vez, esto inhibe nuestra capacidad para crear mapas mentales adecuados del entorno circundante y tiene un impacto negativo en la salud del cerebro.
Soundscape, un GPS sonoro para personas ciegas
?Es posible encontrar un equilibrio entre nuestro sistema de navegaci¨®n interno y la tecnolog¨ªa moderna? Esa fue la pregunta que motiv¨® a Gonz¨¢lez Franco y al resto del equipo de Microsoft a crear Soundscape, una forma alternativa de GPS sonoro basada en un sistema de audio espacial de tres dimensiones. La aplicaci¨®n gratuita, que ya est¨¢ disponible en Espa?a y fue dise?ada sobre todo para mejorar las condiciones de movilidad de personas ciegas, funciona como una br¨²jula auditiva que le devuelve el papel activo al ciudadano en la exploraci¨®n de los lugares y ayuda a generar mapas cognitivos m¨¢s precisos, protegiendo as¨ª la labor del hipocampo.
Amos Miller, l¨ªder del proyecto Soundscape y coautor de la investigaci¨®n, explica que ya funciona en siete pa¨ªses y ha guiado m¨¢s de 500.000 viajes de usuarios con discapacidad visual. La aplicaci¨®n utiliza una combinaci¨®n de funciones para guiar a las personas hasta el lugar deseado siguiendo un sonido ubicado digitalmente en el destino, como si persiguieran el repicar de las campanas para llegar a una iglesia. La aplicaci¨®n tambi¨¦n informa a los usuarios sobre lugares de inter¨¦s cercanos o intersecciones a trav¨¦s de mensajes sonoros.
Miller explica que se trat¨® de recuperar la antigua habilidad del cerebro humano de relacionarse con el sonido que lo rodea para mejorar la comprensi¨®n del espacio. ¡°Esto ayuda a que los usuarios con discapacidad visual, como yo, nos sintamos m¨¢s seguros en los recorridos¡±. Con este nuevo GPS, las personas pueden recuperar su rol activo y navegar en el espacio como sol¨ªan hacerlo: sin delegar decisiones.
En el art¨ªculo publicado en Scientific Reports, los investigadores concluyen que el objetivo del trabajo es ¡°demostrar que al repensar la forma en que interactuamos con la tecnolog¨ªa e introducir el aumento sensorial en la ecuaci¨®n, en forma de audio 3D, podemos tener un impacto real en la forma de conocer el mundo sin comprometer los procesos propios de navegaci¨®n interna¡±.
La investigadora Gonz¨¢lez Franco recuerda que los cazadores-recolectores se ubicaban, se abastec¨ªan de alimentos y proteg¨ªan a su comunidad teniendo en cuenta los sonidos de su alrededor. ¡°No era solo la visi¨®n, sino el o¨ªdo lo que les permit¨ªa evitar depredadores, rastrear presas y localizar fuentes de agua¡±, explica. En el libro La jaula de cristal: c¨®mo los computadores est¨¢n cambiando nuestra vida el investigador Nicholas Carr afirma que investigaciones antropol¨®gicas recientes sugieren que las necesidades de navegaci¨®n podr¨ªan haber sido el punto de partida de todos nuestros recuerdos. Por eso hay que cuidarlas.
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