En busca de Marcel Proust

El recuerdo es un asalto, lo m¨¢s parecido a un abordaje donde la memoria hace revivir lo ya vivido. Si tenemos que recurrir a un ejemplo literario de c¨®mo la memoria nos devuelve el recuerdo de un suceso, acudimos a Proust y a su famosa magdalena empapada en t¨¦, cuyo sabor le devuelve hasta su infancia, en Combray, cuando llegaba a la habitaci¨®n de su t¨ªa y esta le daba un trozo de magdalena mojado en su infusi¨®n.

Entre la memoria y el recuerdo, en ese intervalo abstracto, podemos situar la neurociencia, disciplina que estudia los aspectos del sistema nervioso y de sus redes de conexi¨®n, un campo en continuo proceso de estudio que convierte la magdalena de Proust en un ejemplo neurocient¨ªfico, pues demuestra c¨®mo se realiza una asociaci¨®n cerebral cuando percibimos un determinado est¨ªmulo a trav¨¦s de nuestros sentidos.

Y todo esto viene a cuento porque, hace poco, la editorial Siruela public¨® en castellano el libro de Veronica O?Kane titulado El bazar de la memoria, un trabajo en el que la psiquiatra irlandesa sigue los pasos de Proust para hablarnos de recuerdos verdaderos y de recuerdos falsos, aunque, en realidad, para el paciente que los evoca, todos los recuerdos son reales. Esto ¨²ltimo lo demuestra con el caso que abre su libro, donde una mujer que acaba de dar a luz sufre de psicosis posparto; un trastorno psiqui¨¢trico provocado por el desajuste hormonal que afecta al cerebro.

En este caso, la mujer no solo se encontraba angustiada, sino que se hab¨ªa desentendido de su beb¨¦ y de sus familiares cercanos, incluyendo a su marido. Para ella, todos eran impostores y hab¨ªan sido sustituidos por dobles. Es m¨¢s, su beb¨¦, en realidad, no era su beb¨¦. Para ella su verdadero beb¨¦ estaba muerto y enterrado en un cementerio cercano por el cual ella pasaba todos los d¨ªas. Este estado alterado de conciencia, esta interpretaci¨®n incorrecta del mundo que la rodeaba tiene un nombre cient¨ªfico: s¨ªndrome de Capgras, un delirio poco habitual, pero que tiene su conexi¨®n con nuestro inconsciente y con la herencia de los arquetipos que tambi¨¦n podemos encontrar en los cuentos de hadas, as¨ª como en las f¨¢bulas m¨¢s antiguas, ah¨ª donde nadie es quien aparenta ser, ni siquiera tu beb¨¦, pues este ha sido cambiado por otro.

El recuerdo es un asalto, lo m¨¢s parecido a un abordaje donde la memoria hace revivir lo ya vivido

La mujer, de nombre Edith, fue ingresada en el hospital psiqui¨¢trico Royal Bethlem donde ser¨ªa tratada por la autora del libro. Consigui¨® curarse cuando la lectura del relato registrado en su inconsciente fue dado la vuelta. De esta manera, Edith acept¨® el error y dej¨® de estar atrapada en su falso mundo sensorial. La sonrisa, ausente hasta entonces, volvi¨® a su semblante.

Pero lo estremecedor del caso es que, cada vez que Edith pasaba por el cementerio donde hab¨ªa cre¨ªdo que estaba enterrado su hijo, el recuerdo de su psicosis volv¨ªa otra vez a ella, desplazando el relato sano de su inconsciente, pues, como ella misma se?alaba, aunque lo vivido hab¨ªa sido mentira, el recuerdo de ello segu¨ªa siendo real.

Con esto, su memoria hab¨ªa quedado alterada para siempre por una experiencia que, aunque en la realidad no tuvo lugar, para ella existi¨® como verdadera. Asunto inquietante, y uno de los casos que Ver¨®nica O¡¯Keane nos presenta en su trabajo; un libro cargado de revelaciones asombrosas donde lo literario deja de ser una forma m¨¢s de la imaginaci¨®n para convertirse en materia cient¨ªfica.

El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento

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