El millonario Jared Isaacman viaja al espacio con tres amigos, en una nave pilotada por ¨¦l
El empresario estadounidense financia su vuelo, la primera misi¨®n espacial compuesta completamente por civiles, y tiene previsto alcanzar los 450 kil¨®metros de altura
Hubo un tiempo en que solo astronautas profesionales iban al espacio. Luego, fueron algunos megamillonarios capaces de desembolsar los 20 o 30 millones de d¨®lares que costaba un asiento a bordo de una c¨¢psula rusa. Ahora otro multimillonario, Jared Isaacman, acaba de dar un paso m¨¢s: no solo compra un asiento; flet¨® una c¨¢psula de Space X para llevar a tres amigos. Y ¨¦l ha sido el piloto.
La primera misi¨®n espacial compuesta completamente por civiles, llamada Inspiration 4, ha despegado del Centro Espacial Kennedy de Cabo Ca?averal (Florida) a las 20.00 del 15 de septiembre (dos de la madrugada del jueves en Madrid), 24 horas m¨¢s tarde de lo previsto inicialmente. ¡°Esto nos brindar¨¢ un tiempo extra para los preparativos finales, la revisi¨®n de los veh¨ªculos y de los datos¡±, subrayaron en un comunicado Inspiration 4 y Space X.
La tripulaci¨®n la componen el empresario, un ingeniero, una asistente m¨¦dica y una educadora experta en ciencias. Utilizaron la c¨¢psula Dragon Resilience de SpaceX, que fue puesta en ¨®rbita por un cohete Falcon 9 de la misma compa?¨ªa. El multimillonario estadounidense Jared Isaacman, por tanto, encabeza la misi¨®n, que durar¨¢ tres d¨ªas y terminar¨¢ con la ca¨ªda de la c¨¢psula al oc¨¦ano Atl¨¢ntico con ayuda de paraca¨ªdas tras haber alcanzado casi 575 kil¨®metros de altura con respecto a la Tierra. El viaje es muy superior en distancia y tiempo a los viajes suborbitales que realizaron este a?o los millonarios Jeff Bezos y Richard Branson a bordo de sendas naves de sus respectivas compa?¨ªas espaciales privadas.
Jared Isaacman, fundador y director ejecutivo de Shift4 Payments, de 38 a?os, ha financiado los tres pasajes de Hayley Arceneaux, de 29 a?os, superviviente de un osteosarcoma diagnosticado en el Hospital de Investigaci¨®n Infantil St. Judeen cuando ten¨ªa 10 a?os y ahora m¨¦dica asistente del mismo hospital (ser¨¢ la persona m¨¢s joven en volar al espacio orbital); la profesora universitaria Sian Proctor, y el ingeniero aeroespacial y veterano de la Fuerza A¨¦rea Chris Sembroski. Los dos ¨²ltimos consiguieron su plaza en sendos sorteos: uno entre donantes al hospital y otro, entre clientes de las empresas de Isaacman. Todos se han declarado fan¨¢ticos del vuelo tanto atmosf¨¦rico como espacial. Los cuatro constituyen la primera tripulaci¨®n integrada solo por personal civil.
Isaacman protagoniz¨® una de esas escasas historias de ¨¦xito que forman la leyenda del sue?o americano. A los 15 a?os empez¨® a crear p¨¢ginas web para peque?os negocios locales
El multimillonario protagoniz¨® una de esas escasas historias de ¨¦xito que forman la leyenda del sue?o americano. A los 15 a?os empez¨® a crear p¨¢ginas web para peque?os negocios locales. Siguiendo la tradici¨®n de la empresa instalada en el garaje, ¨¦l lo hizo desde el s¨®tano de la casa familiar. El peque?o negocio, que no pasaba de ser un mero entretenimiento, fue prosperando hasta que uno de sus clientes result¨® ser un fabricante de equipos de lectura de tarjetas de cr¨¦dito. El trabajo de aquel adolescente result¨® tan satisfactorio que, poco despu¨¦s, la empresa le ofreci¨® un empleo fijo como consultor inform¨¢tico.
Isaacman no lo pens¨® dos veces. Acept¨® el trabajo y abandon¨® sus estudios de secundaria aun antes de graduarse. Como alternativa, y ante la insistencia de sus padres, acept¨® pasar los test para obtener el GED, un certificado alternativo no especialmente prestigioso, tradicionalmente se ha considerado como una ¡°repesca¡± para estudiantes con menor rendimiento.
Inmerso en el mundo de los medios de pago electr¨®nicos, pronto se dio cuenta del inmenso papeleo que implicaba su uso. En particular para los negocios de hosteler¨ªa y restauraci¨®n. En aquel momento (los a?os noventa), implantar el empleo de tarjetas de cr¨¦dito en un peque?o restaurante implicaba semanas de trabajo e innumerables escollos burocr¨¢ticos por no hablar del seguimiento de cada recibo.
Era un nicho de negocio que Isaacman supo aprovechar. Con la experiencia adquirida en su primer empleo (y un pr¨¦stamo de 10.000 d¨®lares de su padre), desarroll¨® un nuevo programa inform¨¢tico de procesos de pagos. No fue f¨¢cil convencer a los primeros clientes para que adoptasen algo desarrollado en condiciones precarias por un par de amigos, pero, una vez superados los obst¨¢culos iniciales, el producto tuvo una r¨¢pida acogida tanto por parte de bancos como de hoteles y restaurantes. A los 19 a?os hab¨ªa devuelto el pr¨¦stamo y su empresa empezaba a expandirse por varios estados. Hoy sus clientes incluyen desde la cadena Hilton hasta franquicias de pizzer¨ªas o pollo frito. Su fortuna se estima en m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares (unos 1.699 millones de euros).
En poco tiempo, Isaacman se encontr¨® como propietario de un centenar de cazas, m¨¢s que los efectivos de muchos pa¨ªses, y una especie de academia Top Gun particular localizada en una base pr¨®xima a Las Vegas
El ¨¦xito empresarial tuvo un precio. Durante a?os, Isaacman fue famoso por sus maratonianas jornadas de trabajo de 16 horas. Hasta que apenas cumplidos a los 25 decidi¨® compatibilizar el negocio con una afici¨®n: la aviaci¨®n. En un par de a?os pas¨® de pilotar aviones de bajo peso y capacidad a reactores privados. Y luego, al enterarse de esa posibilidad, aeronaves de combate. As¨ª se le ocurri¨® tambi¨¦n un nuevo negocio: ofrecer servicios de entrenamiento a los pilotos militares. No siempre se necesitan los ¨²ltimos modelos; bastar¨ªa con disponer de unos cuantos cazas anticuados que pod¨ªan comprarse a pecios de derribo. ?D¨®nde? En cualquier pa¨ªs que acabase de renovar su flota, desde Chequia a Nueva Zelanda.
As¨ª, en poco tiempo, Isaacman se encontr¨® como propietario de un centenar de cazas, m¨¢s que los efectivos de muchos pa¨ªses, y una especie de academia Top Gun particular localizada en una base pr¨®xima a Las Vegas. La propia fuerza a¨¦rea norteamericana, tras un an¨¢lisis de costes, decidi¨® que le sal¨ªa m¨¢s econ¨®mico subcontratar sus servicios de entrenamiento que realizarlos por sus propios medios.
Isaacman es un apasionado de la aviaci¨®n (y tambi¨¦n de otras actividades que provoquen descargas de adrenalina). Es propietario de varios aviones para su uso particular, incluido un MiG-29 ucraniano nuevecito (que antes hab¨ªa sido propiedad de Paul Allen, el cofundador de Microsoft). Entre sus marcas, a los 26 a?os Isaacman estableci¨® el r¨¦cord mundial de velocidad en la vuelta al mundo en reactor ligero: menos de 62 horas, pulverizando en 20 horas la marca anterior.
Con esos antecedentes, no es de extra?ar que su siguiente objetivo fuera el espacio. As¨ª, cerr¨® un trato con Space X para fletar el vuelo de una c¨¢psula Dragon para ser ¨¦l quien se haga cargo de los mandos. La operaci¨®n, adem¨¢s, se organiz¨® como parte de una campa?a ben¨¦fica a favor del hospital pedi¨¢trico St Jude de Memphis, con el que Isaacman colabora desde hace a?os.
Naves recicladas
El coste de la operaci¨®n se redujo al utilizar cohete y c¨¢psula reciclados. Ambos han ido ya al espacio en otras ocasiones. El cohete es un Falcon 9, que ha volado dos veces poniendo en ¨®rbita diversos sat¨¦lites; la c¨¢psula es la Resilience, que en noviembre llev¨® a la Estaci¨®n Espacial a los primeros astronautas lanzados por Space X. Esta ¨²ltima estuvo unida a la ISS hasta mayo de este a?o. Solo se han tardado cuatro meses en ponerla a punto para un nuevo viaje.
El vuelo durar¨¢ unos tres d¨ªas, a una altura m¨¢xima de unos 600 kil¨®metros, casi el doble del nivel al que vuela la estaci¨®n espacial, que no visitar¨¢n. Ning¨²n astronauta ha llegado a esta altura desde la ¨²ltima misi¨®n de servicio al telescopio Hubble, en mayo del 2009.
En realidad, aunque hay previstos algunos experimentos y pruebas m¨¦dicas, se trata esencialmente de un viaje de placer. Para que los astronautas puedan disfrutar del paisaje, el mecanismo de amarre situado a proa se ha sustituido por una amplia burbuja de pl¨¢stico transparente que ofrecer¨¢ unas vistas extraordinarias. Mejores que las que se tienen desde el m¨®dulo C¨²pula de la Estaci¨®n Internacional en la que hay, s¨ª, seis grandes ventanales, pero separados por tabiques que de alguna forma entorpecen la visi¨®n. Para los tripulantes de la Inspiration 4, asomarse ser¨¢ casi como estar suspendido en medio del espacio.
Rafael Clemente es ingeniero industrial y fue el fundador y primer director del Museu de la Ci¨¨ncia de Barcelona (actual CosmoCaixa). Es autor de Un peque?o paso para [un] hombre (Libros C¨²pula).
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