En las faldas del volc¨¢n de La Palma
La primera noche de erupciones ofrece un estremecedor espect¨¢culo de luz, ruido y cenizas
La noche ha ca¨ªdo sobre el municipio de El Paso (7.600 habitantes, en el centro de la isla de La Palma). En un d¨ªa normal, esta ser¨ªa una noche pl¨¢cida en el apacible municipio rural de la tranquila isla canaria. La noche del 19 de septiembre, sin embargo, siempre ser¨¢ distinta. El chorro de lava que mana del subsuelo volc¨¢nico de la isla desde las 15.12, hora local, en Monta?a Rajada, en la zona forestal de Cabeza de Vaca, en El Paso, deja boquiabiertos hasta a los polic¨ªas nacionales y los guardias civiles que custodian el infranqueable per¨ªmetro de seguridad, a apenas algo m¨¢s de un kil¨®metro. ¡°Esto es algo que nos llevaremos a la tumba¡±, confiesa Isaac, un agente de paisano que, normalmente, se ocupa de asuntos como violencia de g¨¦nero. ¡°En la isla somos los que somos y hay que ayudar¡±, comenta con un leve movimiento de hombros sin despegar los ojos del espect¨¢culo natural.
A ambos lados del imponente chorro de ceniza incandescente, a lo alto de la monta?a, iluminando de rojo el oscuro cielo de medianoche, corren varios r¨ªos de colada que en su mayor¨ªa se dirigen al mar y que est¨¢n liberando unos ¡°17 o 20 millones de metros c¨²bicos de lava¡±, seg¨²n los c¨¢lculos del presidente de Canarias, ?ngel V¨ªctor Torres. Lava que ya ha causado destrozos en varias viviendas de localidades cercanas como Jedey o El Para¨ªso y ha obligado a evacuar a unas 5.000 personas, seg¨²n el Ejecutivo auton¨®mico. ¡°Somos un municipio tranquilo, agr¨ªcola y muy disperso¡±, explica el alcalde de El Paso, Sergio Rodr¨ªguez (Coalici¨®n Canaria), ¡°con asentamientos muy cercanos a la zona donde se ha producido la erupci¨®n¡±. ¡°Dentro de la emergencia est¨¢ todo controlado¡±, sentencia por su parte Noelia Garc¨ªa, alcaldesa de Los Llanos (Partido Popular).
Y el ruido. Un atronador estruendo, similar al que se percibe en la pista de aterrizaje de un aeropuerto, retumba incesante aun a m¨¢s de un kil¨®metro de distancia, acompa?ado de ocasionales explosiones que impiden cualquier conversaci¨®n telef¨®nica.
Al otro lado de la monta?a descansan varios centenares de vecinos en los dos campos de f¨²tbol del propio municipio de El Paso y el vecino Los Llanos de Aridane (20.760 habitantes, al oeste de la isla), donde se ubica Puerto Naos, la segunda localidad tur¨ªstica de La Palma. Aquellos que no han conseguido una habitaci¨®n de hotel o no han podido contar con la asistencia de alg¨²n familiar o amigo. ¡°Se est¨¢ bien, pero hace algo de fr¨ªo¡±, confiesa tranquila Isabel, funcionaria local.
Evacuaciones
Cuando el volc¨¢n estall¨®, en todo caso, las evacuaciones ya estaban a punto de finalizar: en El Paso, Mazo, Los Llanos de Aridane y Fuencaliente las autoridades llevaban horas sacando de sus casas a los vecinos con problemas de movilidad. Y el resto de habitantes de la zona hab¨ªa recibido charlas todos estos d¨ªas de c¨®mo prepararse para abandonar su casa. ¡°Me alucina y al mismo tiempo me da much¨ªsimo miedo¡±, ha relatado a la agencia Efe Mar¨ªa del Pino Hern¨¢ndez, una de las vecinas evacuadas en Los Llanos, consciente de que est¨¢ presenciando ¡°un espect¨¢culo incre¨ªble, que da p¨¢nico¡±.
El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, ha afirmado este domingo en La Palma que la seguridad de los ciudadanos ante la erupci¨®n volc¨¢nica est¨¢ garantizada, y ha asegurado que cualquier da?o material producido por el volc¨¢n ser¨¢ repuesto cuanto antes.
A un kil¨®metro del volc¨¢n no solo llama la atenci¨®n el espect¨¢culo de luces y el atronador ruido. Un chirimiri de ceniza del tama?o de piedras peque?as cae incesantemente por todas partes, se acumula en la calzada, se cuela en la ropa, se pega al cuero cabelludo y llena el interior de los coches (y amenaza la integridad de c¨¢maras y port¨¢tiles). ¡°Tengo ceniza por todo el cuerpo, confiesa uno de los polic¨ªas que impide el paso del municipio de Fuencaliente (1.709 habitantes) a El Paso. ¡°Estoy quemado por fuera y por dentro¡±, bromea.
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