La ¡®BepiColombo¡¯ llega a Mercurio, el misterioso planeta con dobles amaneceres y temperaturas de 430 grados
La misi¨®n europea y japonesa estudiar¨¢ el campo magn¨¦tico y la composici¨®n del cuerpo celeste m¨¢s cercano al Sol
La misi¨®n espacial BepiColombo, de las agencias espaciales europea (ESA) y japonesa (JAXA) ha llegado este s¨¢bado (sobre la una y media de la madrugada, hora peninsular espa?ola) a Mercurio, el misterioso planeta m¨¢s cercano al Sol donde un d¨ªa dura casi dos meses terrestres, se pueden observar dobles amaneceres, se registran temperaturas de entre 430 grados y menos 180 grados y se guardan muchas respuestas sobre el origen de nuestro planeta y la galaxia. El Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa (IAA-CSIC) participa en una de las herramientas cient¨ªficas fundamentales: un alt¨ªmetro l¨¢ser denominado Bela y que permitir¨¢ elaborar el mapa m¨¢s detallado de la superficie del planeta.
Mercurio es un infierno donde la temperatura superficial, cuando el Sol incide directamente, es la mitad de la temperatura de la lava del volc¨¢n de La Palma. Y tambi¨¦n, de noche, un g¨¦lido terreno donde el term¨®metro cae m¨¢s de 600 grados con respecto al d¨ªa. Se encuentra a entre 77 y 222 millones de kil¨®metros de la Tierra, seg¨²n las trayectorias de ambos planetas, y su proximidad a la estrella principal de nuestro sistema (58 millones de kil¨®metros) le confiere un ritmo de rotaci¨®n y traslaci¨®n peculiar: tarda en girar sobre s¨ª mismo el equivalente a 58 d¨ªas y 15 horas terrestres y en rodear el Sol solo 88 d¨ªas. De esta forma, solo hay tres d¨ªas cada dos a?os. Durante el largo amanecer de Mercurio, en algunos puntos del planeta, y debido a su singular ¨®rbita, cuando se ven dos tercios del Sol, parece que este retrocede y se esconde, para volver a salir cuatro d¨ªas terrestres m¨¢s tarde por el mismo lugar del horizonte.
Mercurio tarda en girar sobre s¨ª mismo el equivalente a 58 d¨ªas y 15 horas terrestres y en rodear el Sol solo 88 d¨ªas. De esta forma, solo hay tres d¨ªas cada dos a?os.
Pero m¨¢s all¨¢ de las singularidades que le confiere su posici¨®n en el Sistema Solar, Mercurio puede aportar muchas respuestas sobre el origen de la Tierra y la V¨ªa L¨¢ctea. Jos¨¦ Mar¨ªa Madiedo, doctor en Qu¨ªmica y en F¨ªsica e investigador del Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa, afirma: ¡°M¨¢s que decirnos hacia d¨®nde vamos, nos va a decir m¨¢s sobre de d¨®nde venimos, sobre el origen y la evoluci¨®n del Sistema Solar¡±.
La sonda BepiColombo, bautizada as¨ª por el cient¨ªfico italiano Giuseppe Bepi Colombo (1920-1984), se encuentra hoy, despu¨¦s de tres a?os de viaje, a m¨¢s de 100 millones de kil¨®metros de la Tierra para sobrevolar Mercurio a unos 198 kil¨®metros de altura. Lo volver¨¢ a hacer seis veces m¨¢s hasta situarse en la ¨®rbita en 2025.
Una dif¨ªcil maniobra
Esta prolongada maniobra se debe a que se necesitar¨ªa una energ¨ªa inmensa para llegar en l¨ªnea recta. De esta forma, la BepiColombo, que se encuentra hoy tres veces m¨¢s cerca del Sol que nuestro planeta, tiene que aprovechar la gravedad de otros cuerpos celestes (dos veces ha pasado por Venus y una por la Tierra en este caso) para, como si fuera una honda, acelerar. Por el contrario, necesita prolongar a?os las maniobras para desacelerar pasando por distintas ¨®rbitas helioc¨¦ntricas y con asistencia gravitatoria.
David Galad¨ª Enr¨ªquez, astrof¨ªsico andaluz, explica que ¡°darle energ¨ªa a una nave espacial cuesta lo mismo que quit¨¢rsela. Llegar a Mercurio es muy costoso en t¨¦rminos energ¨¦ticos de empuje y eso explica que haya habido pocas misiones¡±.
Pero se ha conseguido y con precisi¨®n. Elsa Montagnon, responsable de Operaciones de la sonda, afirma que ha sido gracias a las estaciones terrestres: ¡°Sabemos d¨®nde est¨¢ nuestra nave espacial y, con esta informaci¨®n, el equipo de Din¨¢mica de Vuelo sabe cu¨¢nto necesitamos maniobrar para estar en el lugar correcto para la asistencia gravitatoria¡±.
El Bela, con participaci¨®n andaluza, har¨¢ el mapa m¨¢s detallado de la superficie de Mercurio usando el reflejo de un haz l¨¢ser enviado desde la sonda. Midiendo lo que tarda en ir y venir el rayo, se calcula la distancia a la superficie y as¨ª se puede cartografiar con gran precisi¨®nDavid Galad¨ª Enr¨ªquez, astrof¨ªsico
Y ahora comienza la exploraci¨®n. Dos de las tres c¨¢maras que lleva la BepiColombo han comenzado de inmediato a enviar im¨¢genes. Y aunque no ser¨¢n las m¨¢s relevantes, abrir¨¢n el libro de la ciencia. Tambi¨¦n empezar¨¢n su trabajo algunos de los instrumentos cient¨ªficos. Johannes Benkhoff, cient¨ªfico de la misi¨®n de la ESA, asegura: ¡°Estamos deseando ver los primeros resultados de las mediciones tan cerca de la superficie de Mercurio¡±.
Una de las mediciones m¨¢s significativas de Mercurio las realizar¨¢ el Bela, un alt¨ªmetro l¨¢ser en el que participa el Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa. El instrumento, seg¨²n explica Galad¨ª, ¡°har¨¢ el mapa m¨¢s detallado de la superficie de Mercurio usando el reflejo de un haz l¨¢ser enviado desde la sonda. Midiendo lo que tarda en ir y venir el rayo, se calcula la distancia a la superficie y as¨ª se puede cartografiar con gran precisi¨®n¡±.
Esta misi¨®n y su instrumental permiten estudiar un misterioso compa?ero de galaxia dif¨ªcil de explorar desde la Tierra. En este sentido, Madiedo explica que Mercurio, uno de los planetas terrestres junto a Venus, Marte y la Tierra, ¡°es muy dif¨ªcil de observar con telescopios por su posici¨®n con respecto a nuestro planeta y su proximidad al Sol¡±.
Al margen de la Tierra, Mercurio es el ¨²nico ejemplo a mano de campo magn¨¦tico en un planeta s¨®lido. El campo magn¨¦tico interacciona con el viento solar y protege a la Tierra de los rayos c¨®smicos que destruir¨ªan la atm¨®sfera externa. Sin este, no habr¨ªa vida
Uno de los aspectos m¨¢s relevantes de la misi¨®n, seg¨²n el cient¨ªfico andaluz, es clarificar el origen del campo magn¨¦tico de Mercurio, igual que el de la Tierra, pero mucho m¨¢s d¨¦bil. Ni Venus ni Marte (all¨ª desapareci¨® hace tres millones de a?os) ni la Luna lo tienen. Para Galad¨ª, este es uno de los aspectos fundamentales de la misi¨®n: ¡°Estudiar la estructura del campo magn¨¦tico de Mercurio puede ayudar a mejorar los modelos del campo magn¨¦tico terrestre. Un problema que tenemos en ciencia es hacer un modelo de algo de lo que solo hay un ejemplo, y Mercurio es el ¨²nico ejemplo que tenemos a mano de campo magn¨¦tico en un planeta s¨®lido¡±. El campo magn¨¦tico interacciona con el viento solar y protege a la Tierra de los rayos c¨®smicos que destruir¨ªan la atm¨®sfera externa. Sin este, no habr¨ªa vida.
¡°Otro misterio en torno a Mercurio¡±, a?ade Madiedo, ¡°es su densidad. Se sabe que tiene que tener una cantidad de hierro en su interior bastante grande, pero las observaciones que se han hecho a distancia no han permitido detectar ese metal¡±.
Tambi¨¦n aclara Madiedo que se pretende obtener respuestas sobre si el manto de Mercurio es s¨®lido o l¨ªquido, ¡°si est¨¢ fundido como el de la Tierra, como el magma que sale a la superficie por el volc¨¢n de la Palma¡±, y si esta circunstancia lo convierte por tect¨®nica de placas en un planeta muy din¨¢mico geol¨®gicamente.
La misi¨®n permitir¨¢ aclarar cuestiones para las que hoy en d¨ªa no tenemos respuestas como, por ejemplo, c¨®mo se forman estos planetas tan pr¨®ximos a su estrella, qu¨¦ composici¨®n tienen, a partir de qu¨¦ materiales se form¨® el sistema solar, c¨®mo evoluciona este, cu¨¢l es la composici¨®n de la tenue atm¨®sfera mercuriana y c¨®mo son los exoplanetas que tambi¨¦n est¨¢n muy pr¨®ximos a su estrellaJos¨¦ Mar¨ªa Madiedo, doctor en Qu¨ªmica y en F¨ªsica e investigador del Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa
La sonda europea investigar¨¢, adem¨¢s, si existen rastros de agua en las zonas polares, en cr¨¢teres que escapen de la influencia de los cambios tan bruscos de temperatura entre el d¨ªa y la noche. No porque Mercurio sea un candidato para su explotaci¨®n ¡ªMadiedo cree que ¡°ser¨ªa m¨¢s factible hacerlo a partir de asteroides¡±¡ª sino para, seg¨²n explica el cient¨ªfico andaluz, ¡°aclarar cuestiones para las que hoy en d¨ªa no tenemos respuestas como, por ejemplo, c¨®mo se forman estos planetas tan pr¨®ximos a su estrella, qu¨¦ composici¨®n tienen, a partir de qu¨¦ materiales se form¨® el sistema solar, c¨®mo evoluciona este, cu¨¢l es la composici¨®n de la tenue atm¨®sfera mercuriana y c¨®mo son los exoplanetas que tambi¨¦n est¨¢n muy pr¨®ximos a su estrella¡±.
La cercan¨ªa al Sol, las temperaturas extremas y la historia geol¨®gica de Mercurio confieren a su superficie una configuraci¨®n rugosa, con escarpaduras (declives pronunciados) que, seg¨²n explica Galad¨ª, llevan el nombre de buques insignes en la historia de la humanidad, como Santa Mar¨ªa, en honor a una de las naos con las que Col¨®n lleg¨® a Am¨¦rica.
La Mariner fue la primera sonda espacial que visit¨® Mercurio en la primera d¨¦cada de los setenta. La sigui¨® la Messenger, lanzada en 2004. Once a?os despu¨¦s, se estrell¨®, como estaba previsto tras quedar sin combustible, sobre la superficie de Mercurio y abri¨® un cr¨¢ter de 16 metros. Madiedo destaca que la BepiColombo podr¨¢ estudiar ¡°material fresco¡± de este accidente geogr¨¢fico creado por el hombre y ver aspectos ocultos por las capas m¨¢s superficiales. La sonda europea desplegar¨¢ en 2025 dos orbitadores: uno planetario propio y otro magnetosf¨¦rico, de la agencia japonesa JAXA.
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