La astronom¨ªa se pone al servicio de la lucha contra la covid-19 en Chile

En Chile, uno de los mejores lugares del mundo para observar los cielos del Universo, con el 40% de los telescopios ¨®pticos ubicados en la Tierra, la astronom¨ªa vive hace una d¨¦cada un momento de explosi¨®n y, de paso, se pone al servicio de los principales desaf¨ªos de las sociedades contempor¨¢neas. Es lo que ha sucedido con el invento de dos cient¨ªficos chilenos, los astr¨®nomos Francisco Forster y Ricardo Finger, inspirado en dos t¨¦cnicas para estudiar los componentes del cosmos y que, gracias a la soluci¨®n tecnol¨®gica, permite detectar Co2 en espacios cerrados, analizar los datos para ofrecer soluciones y, finalmente, detener la covid-19.

En una especie de revoluci¨®n para entender el control de la epidemia ¨Cimporta menos el aforo que la buena ventilaci¨®n¨C, una de las mayores empresas chilenas, la cupr¨ªfera Codelco, ha comprado decenas de estos dispositivos de ¨²ltima generaci¨®n para instalarlos en escuelas de Calama y Tocopilla, en el norte del pa¨ªs, en las inmediaciones de las principales faenas de la minera. La empresa ¨Cla m¨¢s importante del mundo en extracci¨®n de cobre¨C ha instalado 282 medidores y 16 centrales de datos en cuatro escuelas de Calama y Tocopilla. Seg¨²n los c¨¢lculos, impactar¨¢ directamente en 4.000 personas, entre alumnos y profesores y, por lo tanto, a sus respectivas familias.

¡°El proyecto naci¨® de mezclar dos especialidades dentro de astronom¨ªa: por un lado, la capacidad de producir y filtrar grandes flujos de datos para reaccionar a eventos relevantes en tiempo real, algo que utilizamos en los llamados brokers astron¨®micos para detectar eventos explosivos como supernovas; y, por otro lado, la capacidad de medir la concentraci¨®n de mol¨¦culas utilizando espectroscop¨ªa, en este caso de Co2, de la misma forma que lo hacen observatorios astron¨®micos para medir la presencia de mol¨¦culas en el universo¡±, explica Forster, acad¨¦mico de la Universidad de Chile e investigador del Centro Excelencia en Astrof¨ªsica y Tecnolog¨ªas Afines (CATA) y del Centro de Modelamiento Matem¨¢tico (CMM).

El cient¨ªfico relata que los dispositivos consisten en una red de sensores que miden la concentraci¨®n de Co2, temperatura y humedad en tiempo real y que env¨ªan los datos v¨ªa radio a una central y luego a la nube v¨ªa wifi. ¡°Utilizamos sensores de Co2 muy precisos, que detectan c¨®mo la luz infrarroja es atenuada en una zona del infrarrojo asociada a la presencia de mol¨¦culas de Co2¡å, agrega Forster.

La empresa que realiza la soluci¨®n tecnol¨®gica se llama Flair y su CEO, Pablo Farah, explica que la plataforma se sustenta en tres principios fundamentales que explican su impacto ¨²nico. De partida, por su motor de adaptaci¨®n de espacios interiores que, mediante el procesamiento de datos de calidad de aire con inteligencia artificial, genera recomendaciones objetivas. De esta forma, los usuarios pueden tomar decisiones concretas y personalizadas para mejorar la calidad de aire en todos sus espacios interiores y, por lo tanto, generar bienestar y salud de todos quienes se desenvuelven en esos lugares d¨ªa a d¨ªa.

Farah le otorga una importancia fundamental a lo que llama democratizaci¨®n de la informaci¨®n. ¡°Es crucial comunicar tanto a quien administra como a quien se desenvuelve en los espacios de las condiciones del lugar en el que se encuentran¡±, asegura el CEO de Flair, que ya ha instalado dispositivos en ocho organizaciones en Chile, entre ellas hospitales, universidades, colegios, centros culturales y centros de comunitarios. Lo ejemplifica: ¡°A todos nos parece b¨¢sico que nos avisen que estamos tomando agua contaminada. Esto es similar e igual de relevante, pero con el aire¡±, reflexiona Farah, que apunta a un tercer aspecto de la soluci¨®n tecnol¨®gica que comienza a crecer fuera de las fronteras chilenas. ¡°La acci¨®n y apoyo de quienes est¨¢n en los espacios interiores en que opera Flair¡±, agrega Farah. Es una de las peculiaridades de la tecnolog¨ªa, porque, gracias a la informaci¨®n de las condiciones de los espacios, los usuarios son capaces tomar acciones guiadas de prevenci¨®n y mitigaci¨®n en caso de ser necesario, complementando y potenciando las medidas de adaptaci¨®n generadas por el software de inteligencia artificial.

El cient¨ªfico Forster asegura que medir la concentraci¨®n de Co2 aparece como una poderosa herramienta para prevenir los contagios de covid-19 y recuerda que, recientemente, en escuelas de Italia se midi¨® el efecto de ventilar correctamente en salas de clases. La conclusi¨®n apunt¨® a que una ventilaci¨®n activa puede disminuir los contagios con respecto al caso sin ventilaci¨®n hasta en un 83%. ¡°En el experimento se reportan los contagios para distintas tasas de cambios de aire por hora, lo que es posible traducir a concentraci¨®n de Co2 t¨ªpicas. Al hacer lo anterior, se observa que la probabilidad de contagio crece casi linealmente con el exceso de Co2 y que, por lo tanto, la ventilaci¨®n es una medida fundamental para combatir la pandemia¡±, se?ala el astr¨®nomo chileno.

Gracias a las 30 millones de mediciones independientes de Co2, temperatura y humedad, la soluci¨®n tecnol¨®gica chilena ha podido detectar patrones y alcanzar conclusiones que son relevantes para el combate de la pandemia. Por ejemplo, mientras los colegios tienen un m¨¢ximo de concentraci¨®n al inicio de clases ¨Ct¨ªpicamente a las ocho de la ma?ana¨C, los centros comerciales tienden a tener un m¨¢ximo en las tardes, es decir, a las ocho de la tarde. En Flair han detectado, a su vez, que los lugares con alta capacidad de reacci¨®n, como los colegios, pueden autogestionar la ventilaci¨®n: reaccionan a alarmas locales y cada vez que se supera el umbral no recomendado, se observa una disminuci¨®n de la concentraci¨®n posterior. No ocurre lo mismo, sin embargo, en los hospitales.

En una universidad chilena, en tanto, el monitoreo de Co2 mostr¨® ser una herramienta efectiva para optimizar la ventilaci¨®n. Gracias a la soluci¨®n tecnol¨®gica, las salas que alcanzaban concentraciones no recomendadas bajaron de un 45% a un 0%. Se estima, por lo tanto, que el mayor foco en ventilaci¨®n permiti¨® reducir la probabilidad de contagio en un 42% en aquellas salas con mala calidad de aire.

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