Sonia Contera: ¡°La gente reaccionar¨¢ contra los abusos de la tecnolog¨ªa y acabar¨¢ con la ciencia¡±
Experta en nanotecnolog¨ªa de la Universidad de Oxford, explica las revoluciones que vienen gracias a esta disciplina y advierte de los peligros de dejar estos avances en manos de empresas sin someterlos al escrutinio de la sociedad
Conversar con Sonia Contera es como entrar en la Wikipedia buscando informaci¨®n sobre virus y empezar a pinchar en enlaces guiado por la curiosidad hasta acabar, una hora despu¨¦s, leyendo sobre Foucault. El fil¨®sofo franc¨¦s, el origen de la vida en la Tierra, la ingenuidad de Elon Musk, las propiedades de la simetr¨ªa, el entrenamiento de los drones que se usan en Ucrania, la innovaci¨®n b¨¦lica japonesa y el futuro de los chips se mezclan en su discurso y siempre con motivo y fundamento. Contera, madrile?a de 52 a?os, tiene un saber enciclop¨¦dico porque le ¡°divierte¡±, pero tambi¨¦n por la disciplina en la que trabaja: la nanotecnolog¨ªa. En el mundo nanom¨¦trico, lejos de los estereotipos de robots diminutos que navegan por el torrente sangu¨ªneo, viven en la vanguardia de numerosos campos.
Especialistas como Contera, catedr¨¢tica de la Universidad de Oxford, se asoman al precipicio de la f¨ªsica (su formaci¨®n original), la biolog¨ªa, la inteligencia artificial, la medicina... Y por eso escribi¨® el libro Nano comes to life (La nanotecnolog¨ªa cobra vida, Princeton University Press), para explicar lo que hay en ese mundo. A esa escala ¡ªun pelo mide 80.000 nan¨®metros de ancho¡ª, tienen leyes muy distintas, pero tambi¨¦n la respuesta a las enfermedades (como en las vacunas que tumbaron la covid) y a la computaci¨®n cu¨¢ntica. Y a Contera, que pas¨® por Madrid para debatir sobre desinformaci¨®n y ciencia bajo el paraguas del Parlamento Europeo, le preocupa lo que pueda ocurrir en el futuro con esas tecnolog¨ªas tan complejas. Por eso reclama que la ciencia entre en la conversaci¨®n social, para que la ciudadan¨ªa tambi¨¦n pueda entender y tomar decisiones, m¨¢s all¨¢ de los despachos de Silicon Valley: ¡°Es peligroso cuando los cient¨ªficos no reflexionan sobre la ciencia¡±.
Contera, que se cri¨® en Fuerteventura, habla idiomas tan lejanos como el ruso, el chino, el checo, el japon¨¦s, el dan¨¦s y el alem¨¢n, los de aquellos pa¨ªses en los que ha trabajado. Por eso, su lectura de la ciencia es global y muy pendiente de los equilibrios de poder mundiales, que quedar¨¢n determinados por quienes salgan victoriosos de esa carrera geoestrat¨¦gica que se celebra en el universo nanom¨¦trico. ¡°Es la revoluci¨®n de los materiales, de la medicina, de los chips, de los biocomputadores. Hay mucha geopol¨ªtica y el problema para Europa es que no tenemos estrategia¡±, lamenta.
Pregunta. En la nanotecnolog¨ªa, por lo que cuenta en su libro, confluyen ahora la vanguardia de muchas disciplinas.
Respuesta. Ese es el punto en el que estamos en el siglo XXI. La ciencia es tan competitiva que no nos d¨¢bamos cuenta de que las cosas est¨¢n confluyendo. La medicina, por ejemplo, es una fuerza muy poderosa para la convergencia, porque claro, nuestro cuerpo lo crea el universo, no lo crea el Departamento de Bioqu¨ªmica. As¨ª que por mucho que nos empe?¨¢ramos en la primera mitad del siglo XX en reducir todo a mol¨¦culas y genes, la biolog¨ªa no funciona as¨ª y por eso la mayor¨ªa de los tratamientos de enfermedades complejas han fallado. Y ahora empezamos a buscar soluciones como las inmunoterapias, que son mucho m¨¢s complejas. Para resolver los problemas del siglo XXI no nos queda otra que converger. Por ejemplo, otro problema que est¨¢ empezando a surgir ahora, los chips. Los necesitamos, porque las computaciones que usa la inteligencia artificial necesitan millones y millones y millones de operaciones. Necesita tantas que ya no podemos hacer las computaciones, porque para entrenar a una inteligencia artificial necesitas 2 millones de d¨®lares solo en la cuenta de electricidad. Nuestros procesos, que son todos muy reduccionistas, se acaban. Y hay que empezar a buscar otras estrategias que son las que us¨® el universo para crear inteligencia o para crear materia viva.
La gente tiene que empezar a reaccionar, hay que controlarlo; Amazon y Google no pueden ser los due?os de nuestras vidas
P. En el mundo de la escala nanom¨¦trica se rigen por otras leyes.
R. Es la energ¨ªa y la estructura. Ese es el punto de por qu¨¦ la vida surge a la nanoescala. Uno de las grandes descubrimientos de la f¨ªsica del siglo XX es darnos cuenta de que el universo a cada escala se comporta de manera diferente y por motivos que no entendemos; es la manera en que funciona. La vida surge en la Tierra hace 4.000 millones de a?os, que es la tercera parte de la de la edad del universo, y todo este tiempo se ha dedicado a la evoluci¨®n. Es mucho tiempo. La ¨²nica verdad de la f¨ªsica en realidad es que la entrop¨ªa, que los sistemas se desordenan cuando tienen energ¨ªa. Pero nosotros somos lo contrario. La vida es el orden. ?Y c¨®mo se crea esto? Solo se puede hacer nanoescala, porque cuando eres tan peque?o que una mol¨¦cula de agua te puede mover y ese movimiento puede hacer que tu atrapes otra mol¨¦cula y la dobles y crees una reacci¨®n qu¨ªmica. En la nanoescala, la mec¨¢nica, la electricidad, la qu¨ªmica, est¨¢ todo acoplado. Eso tiene muchas posibilidades tecnol¨®gicas, pero tambi¨¦n es muy interesante reflexionar sobre nosotros mismos, c¨®mo funcionamos.
P. Habla de cuestiones casi filos¨®ficas, aunque nanotecnolog¨ªa suena a robotitos que van por la sangre. ?Para qu¨¦ servir¨¢ realmente?
R. No, los robots no, eso no va a funcionar as¨ª. Eso no existir¨¢. La nanotecnolog¨ªa es la evoluci¨®n de las vacunas por nanopart¨ªculas de ARN, como las de la covid, que van a dar un gran salto cualitativo para el tratamiento del c¨¢ncer, y la revoluci¨®n de las inmunoterapias. Los biosensores, por ejemplo, porque nos hemos dado cuenta durante la pandemia lo importante que es tener detectores de bacterias o de virus y detectarlos r¨¢pido y detectarlos bien. Ah¨ª la nanotecnolog¨ªa es clave porque tenemos que detectar las estructuras de la biolog¨ªa, que son a la nanoescala: las prote¨ªnas, los ADN, las mol¨¦culas. La reparaci¨®n de tejidos: tambi¨¦n es un proceso nanotecnol¨®gico, por las prote¨ªnas que necesitamos para regenerar los materiales. Y otro cambio es que vamos a empezar a ver computadores anal¨®gicos y olvidarnos un poco de las computadoras digitales: las arquitecturas de los ordenadores del futuro y los veh¨ªculos aut¨®nomos. La computaci¨®n que hace falta en un veh¨ªculo aut¨®nomo tiene que ser en cierta parte anal¨®gica y quiz¨¢s sea biol¨®gica o inspirada por la biolog¨ªa y necesitar¨¢ de la capacidad de la nanotecnolog¨ªa para crearla. Los primeros computadores que se llaman neurom¨®rficos que usan chips como una especie de simulador de neuronas, ya los est¨¢n haciendo bastante avanzados. Y eso nos va a sugerir muchos problemas sociales y de seguridad. Como lo vemos ahora en la guerra de Ucrania, en la que usan muchos drones: qu¨¦ hacemos cuando los drones empiecen a hablar los unos con los otros. A m¨ª esto me da mucho miedo, da p¨¢nico [risas]. Ahora son tontos, pero imag¨ªnate cuando empiecen a ser m¨¢s listos: Amazon con drones inteligentes. Por eso hay que hablar de esto, porque la gente tiene que empezar a reaccionar, hay que controlarlo; Amazon y Google no pueden ser los due?os de nuestras vidas.
Muchos bi¨®logos o soci¨®logos o economistas quieren que la m¨¢quina te lo resuelva todo, pero no se puede. Hace falta intuici¨®n
P. En el libro explica que al ignorar las leyes del mundo nanom¨¦trico, el enfoque de la biolog¨ªa ha sido muchas veces como intentar calcular la posici¨®n de las estrellas sin conocer las leyes de la gravedad.
R. Uno de los problemas que hemos tenido es la separaci¨®n de las disciplinas. No pasa en Espa?a, pero muchos bi¨®logos no tienen casi educaci¨®n ni en f¨ªsica ni en matem¨¢ticas y eso va a poner en peligro sus profesiones. Una de las cosas que hace la f¨ªsica es usar la intuici¨®n, que es una especie de inteligencia anal¨®gica. Crear intuiciones sobre la realidad es lo que nos permiti¨® entender la gravedad o entender la mec¨¢nica cu¨¢ntica. Explicaciones que despu¨¦s de mucho pensar y sentir un problema se te ocurr¨ªan y luego pod¨ªas comprobar con experimentos. En el mundo de los datos mucha gente est¨¢ intentando que no haya que tener esa intuici¨®n, que no haya que pensar, que simplemente la inteligencia artificial nos vaya a dar las claves de c¨®mo resolver problemas. Muchos bi¨®logos o soci¨®logos o economistas quieren saltarse el paso de la intuici¨®n del modelo y que la m¨¢quina te lo resuelva todo. Y hay dos problemas. Primero, la m¨¢quina no puede con tantos datos, es imposible. Y que en el fondo siempre la realidad es mucho m¨¢s interesante y con mucho m¨¢s sentido y m¨¢s profunda de lo que queremos. Siempre intentamos reducir todo a procesos que podamos controlar, pero al final hay algo maravilloso en el universo que nos fuerza otra vez a sufrir contra el problema y a crear esa intuici¨®n. ?Podemos crear intuici¨®n en una m¨¢quina? Nos queda mucho para eso. El asunto es que queremos resolverlo todo con datos, pero no se puede. Yo supongo que para bien, porque al final siempre nos estrellamos contra la complejidad de la realidad. Hay que ser m¨¢s humilde. La realidad te sobrepasa.
P. Cita el ejemplo de la inteligencia artificial de Google DeepMind que ha sido capaz de predecir la forma de las prote¨ªnas, un hito hist¨®rico de la biomedicina.
R. Pero no es la inteligencia artificial la que domina este programa. Cuando lleg¨® DeepMind, ya estaba todo hecho, lo ¨²nico que hicieron fue mejorar el algoritmo con su capacidad de optimizaci¨®n. El programa se ha desarrollado durante 20 o 30 a?os por mucha gente y lo m¨¢s interesante es que se dieron cuenta de que para poder entender la forma de la prote¨ªna hab¨ªa que tener en cuenta su historia evolutiva. No solo con saber la estructura, los componentes, la puedes doblar. Y eso es una manera nueva de hacer matem¨¢ticas. La idea de que debes tener en cuenta la historia evolutiva. Eso abre la capacidad de la fabricaci¨®n total, porque empezamos a poder crear prote¨ªnas sint¨¦ticas. Y cuando creas prote¨ªnas, ya eres capaz de crear cualquier forma con precisi¨®n at¨®mica a la escala nanosc¨®pica: para hacer materiales nuevos, hasta para hacer computadores cu¨¢nticos, que es lo que yo estoy pensando. Y tambi¨¦n aprenderemos los l¨ªmites de la estructura de la prote¨ªna, de la evoluci¨®n, cosas que no han evolucionado por restricciones f¨ªsicas. Va a abrir muchas preguntas sobre lo que es posible. En la f¨ªsica, en lugar de dedicarnos a la forma del universo, empezamos a dedicarnos a la vida, la forma de la que surge, porque la vida es una computaci¨®n, es un proceso de informaci¨®n. Todo esto es muy nuevo y todo esto est¨¢ convergiendo con las nuevas ciencias de computaci¨®n, est¨¢ transformando mucho c¨®mo vemos la realidad. Y c¨®mo nos entendemos a nosotros mismos.
P. ?Alguna de estas novedades le ha sorprendido?
R. Siendo f¨ªsico te crees cualquier cosa. Una vez que te tragas la mec¨¢nica cu¨¢ntica ya no hay sorpresa [risas]. La idea de que uno puede dise?ar prote¨ªnas en el ordenador y hacer que una bacteria te las fabrique para crear, por ejemplo, una vacuna del covid. Ya hay una, que ya ha aprobado los ensayos cl¨ªnicos. Y empiezan a crear en el laboratorio materiales que evolucionan. A m¨ª eso me parece flipante.
P. Pero tambi¨¦n escribe que esta capacidad para transformar la vida puede tener consecuencias para la identidad humana.
R. Hasta ahora lo que hemos hecho es usar la naturaleza como algo inextinguible. Ya sabemos que no lo es, hemos llegado al momento de la destrucci¨®n. Y creo que esta manera de pensar nos la estamos empezando a aplicar a nosotros mismos. Y lo haremos mal. Lo haremos tan mal como lo hemos hecho con el resto del planeta, porque la vida humana son 4.000 millones de a?os de evoluci¨®n y entendemos muy poco. A lo mejor somos capaces de modificar una prote¨ªna, pero no entendemos cu¨¢les son las relaciones complejas entre todo esto, incluso si es posible entenderlo. Hasta ahora hemos usado la tecnolog¨ªa sin responsabilidad, y llegamos al momento decisivo: ?somos capaces de usar la tecnolog¨ªa de una manera madura y responsable y ser m¨¢s humildes o nos autodestruimos? Queremos intervenir en enfermedades gen¨¦ticas en las que un solo gen, que no hay muchas as¨ª, se puede modificar y mejorar mucho la vida de una persona. Pero para ir m¨¢s all¨¢ debemos tener un di¨¢logo social cada vez m¨¢s fuerte con la ciencia. La ciencia es un pilar central de la democracia. Es un pilar central de la sociedad. Desde el siglo XIX ha transformado como vivimos y aun as¨ª no est¨¢ metida en todas las instituciones de gobernanza y la mayor¨ªa de las noticias no incluyen esa perspectiva. La ciencia tiene que entrar en nuestra manera de pensar porque si no, nos autodestruimos. Y ese es el reto que tenemos delante. ?Qu¨¦ hacemos con todo esto? Tenemos la capacidad de crear un mundo interesante en que la gente pueda ser libre o el horror. Es lo que tenemos siempre: la fuerza de ser libres, pero a la vez la responsabilidad de hacer las cosas bien.
La ciencia es un pilar central de la democracia. Es un pilar central de la sociedad. Desde el siglo XIX ha transformado como vivimos
P. Gran parte de los esfuerzos en el desarrollo de la inteligencia artificial est¨¢n dirigidos por grandes compa?¨ªas tecnol¨®gicas, que roban cerebros a la academia, ?tambi¨¦n en nanotecnolog¨ªa?
R. Se va mucha gente, por los sueldos en el mundo acad¨¦mico y la competencia rid¨ªcula entre investigadores, que no tiene ning¨²n sentido. La gente en mi campo se empieza a ir a Amazon y Google.
P. ?Y qu¨¦ hacen all¨ª?
R. Pues por ejemplo, yo ahora estoy desarrollando nuevos materiales para los electrodos que se implantan en los ratones, intentando mejorar el sistema para que el rat¨®n no los sienta. Y quiz¨¢ se puedan usar en el futuro, en el cerebro de gente con dolencias. Yo, usando nanotecnolog¨ªa, los voy a hacer de celulosa. La celulosa ser¨¢ el material del futuro porque es el pol¨ªmero m¨¢s abundante en la Tierra y aunque parece una cosa muy simplona, la que forma la estructura de las plantas, es un nanomaterial que a la escala nanom¨¦trica es muy duro, tiene much¨ªsima dureza, tiene unas propiedades mec¨¢nicas de acero y adem¨¢s, une las propiedades el¨¦ctricas a las propiedades mec¨¢nicas. Si un d¨ªa me harto de dar clases y de trabajar 16 horas al d¨ªa y de ir detr¨¢s de todo el mundo como un perro porque soy espa?ola y mujer en la f¨ªsica, pues me voy con Elon Musk. Que est¨¢ haciendo la basura esta del Neuralink [una empresa que tiene como objetivo conectar cerebros humanos y m¨¢quinas], que gracias a Dios no va a funcionar [risas]. Porque es una gran basura lo que est¨¢ haciendo, menos mal. Pero es un problema. Estas empresas tienen unos l¨ªderes con unas agendas bastante naif, viven unos mundos muy especiales.
P. Les faltan lecturas.
R. La gente reaccionar¨¢ contra los abusos de la tecnolog¨ªa y terminar¨¢ con la ciencia. O sea, si la gente est¨¢ viendo que se usa en contra de ellos, ?por qu¨¦ fiarse de esta gente? Los movimientos antivacunas, en parte, surgen de eso. Y al final acabaremos con la ciencia. Va a ser un gran reto, porque estas empresas de California son muy peligrosas. Y van a arrastrar a un mont¨®n de cient¨ªficos, se van a llevar a mucha gente. Empieza a haber un ¨¦xodo de cient¨ªficos de la academia bastante pronunciado, es otro reto del que hay que informar.
Puedes escribirnos a javier@esmateria.com, seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, y apuntarte para recibir nuestro bolet¨ªn semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.