Como un cometa: tras el impacto de la sonda DART, el asteroide Dimorfo desarrolla una estela
El choque del artefacto de 600 kilos con la roca espacial lo fren¨® ligeramente y expuls¨® toneladas de escombros que ahora forman una cola de 10.000 kil¨®metros de longitud
Entre los miles de asteroides que giran en torno al Sol los hay para todos los gustos. Grandes como peque?os planetas (Ceres, Palas, Vesta¡) o diminutos; solitarios o acompa?ados por min¨²sculos sat¨¦lites; s¨®lidos o simples acumulaciones de fragmentos sueltos. Pero probablemente solo existe uno que tenga girando a su alrededor algo que se asemeja a un cometa con una cola de 10.000 kil¨®metros ondeando al viento (solar). Un fen¨®meno que, adem¨¢s, es de origen artificial.
Ese ha sido el resultado del impacto de la sonda DART en el peque?o Dimorfo. El 26 de septiembre, el veh¨ªculo, de 600 kilos de masa, se estrell¨® contra el sat¨¦lite de m¨¢s de 10 millones de toneladas. La desproporci¨®n era tal que a primera vista parecer¨ªa que no deber¨ªa producir ning¨²n efecto.
Pero DART volaba a unos 6 kil¨®metros por segundo, mientras que Dimorfo avanzaba en su ¨®rbita a unos perezosos 20 cent¨ªmetros por segundo. El choque resultar¨ªa en un cataclismo: al colisionar a contramarcha, el sat¨¦lite se fren¨® ligeramente, lo que se tradujo en un desplazamiento a una ¨®rbita m¨¢s baja y la consiguiente reducci¨®n de su periodo orbital en algo m¨¢s de un minuto. La cifra exacta est¨¢ a¨²n por determinar, mediante observaciones desde telescopios y radar. La NASA proporcionar¨¢ m¨¢s datos el martes 11 en una rueda de prensa.
Dimorfo no parece un cuerpo compacto. M¨¢s bien una monta?a de escombros unidos de forma muy laxa por su propia gravedad. Una teor¨ªa sugiere que se form¨® a partir de restos expelidos por su compa?ero mayor, D¨ªdimo. D¨ªdimo tiene forma de trompo, abultado en su ecuador, quiz¨¢s como resultado de la gran velocidad a la que gira. A lo largo de millones de a?os peque?os fragmentos pudieron ser expulsados al espacio; algunos entrar¨ªan en una inestable ¨®rbita a su alrededor y con el tiempo ir¨ªan colapsando en lo que hoy es Dimorfo.
Our last post was Monday's observations of the debris from the #DART impact on Didymos. Courtesy of @WesternU's Rob Weryk, this gif is last night's observations with MegaCam. Rob and Richard Wainscoat from @UHIfA plan continued observations of the asteroid. pic.twitter.com/2JwWaIaAWd
— CFHT (@CFHTelescope) September 28, 2022
El sistema D¨ªdimo/Dimorfo se mantiene unido a duras penas por la acci¨®n de la gravedad mutua. Dimorfo gira a poco m¨¢s de un kil¨®metro sobre la superficie de su primario. Visto desde all¨ª, cada paso ¡ªuna vez cada doce horas, m¨¢s o menos¡ª debe resultar un espect¨¢culo espeluznante: una monta?a volante cruzando sobre un panorama de rocas y cascotes sueltos.
Las im¨¢genes enviadas por DART muestran que ninguno de los dos cuerpos posee llanuras m¨ªnimamente planas. Todo son rocas acumuladas sin ning¨²n orden ni estructura. No se observa regolito, es decir, polvo fino como el que abunda en la Luna. Con su baj¨ªsima gravedad, cualquier roce ser¨ªa suficiente para lanzar trozos de roca al espacio.
Y el impacto de la sonda no fue precisamente un roce. Decenas de toneladas de mineral fueron expulsadas al espacio, formando primero un halo alrededor de Dimorfo. Probablemente, se habr¨¢ excavado un cr¨¢ter de quiz¨¢s cien metros de di¨¢metro. La energ¨ªa desarrollada en la colisi¨®n se estima equivalente a la explosi¨®n de m¨¢s de dos toneladas y media de dinamita. Todav¨ªa no llega a la potencia de una bomba at¨®mica peque?a, pero su efecto debe haberse hecho notar sobre todo el sat¨¦lite. Desde luego, su perfil habr¨¢ cambiado, haciendo honor a su propio nombre: Dimorfo significa ¡°Dos formas¡± o sea, antes y despu¨¦s del impacto.
Otra consecuencia del experimento es menos evidente. Dimorfo presentaba siempre la misma cara a su compa?ero, como la Luna con la Tierra. Es el resultado de las fuerzas de marea que ejercen uno sobre otro. De hecho, casi todos los sat¨¦lites del Sistema Solar ¡ªno solo el nuestro¡ª se encuentran en esa situaci¨®n. Pero es probable que el impacto de DART junto con otros efectos m¨¢s sutiles haya alterado ese equilibrio. Ahora Dimorfo puede estar bambole¨¢ndose en lo que se conoce como ¡°movimiento ca¨®tico¡± o sea, impredecible. No es muy com¨²n, pero s¨ª que se ha observado en otros cuerpos, en especial Hiperi¨®n, uno de los sat¨¦lites de Saturno y tambi¨¦n en Nereida, de Neptuno, y casi todos los peque?os cuerpos que orbitan alrededor de Plut¨®n.
En el vac¨ªo, la radiaci¨®n y el viento de part¨ªculas subat¨®micas que emanan del Sol son las responsables de la forma de las colas de los cometas
?Y cu¨¢l ser¨¢ el destino del material expulsado al espacio? De entrada, como si se tratase del chorro de un cohete, debi¨® contribuir en parte a frenar el avance de Dimorfo. Una vez en el vac¨ªo, la gravedad del peque?o sat¨¦lite es tan escasa que la ca¨ªda sobre su superficie llevar¨ªa d¨ªas si no semanas. La mayor parte quedar¨¢ flotando en el espacio, acompa?ando a Dimorfo en su ¨®rbita. Y el poder de atracci¨®n de D¨ªdimo tampoco es tan intensa como para atraerlo o ni siquiera para formar un anillo a su alrededor (ser¨ªa un bonito espect¨¢culo, pero las leyes de la mec¨¢nica celeste son bastante r¨ªgidas a este respecto).
Una vez en el vac¨ªo, el material expulsado est¨¢ sujeto a otras fuerzas. La m¨¢s importante es la presi¨®n de radiaci¨®n y el viento de part¨ªculas subat¨®micas que emanan del Sol. Ambas son las responsables de la forma de las colas de los cometas, cuya longitud se mide en millones de kil¨®metros. Unas est¨¢n formadas por plasma muy tenue, que extienden siempre en direcci¨®n opuesta al Sol; otras son de part¨ªculas de polvo arrancadas del n¨²cleo cometario que tienen una peque?a inercia y por ello suelen seguir trayectorias algo curvadas.
En el caso de Dimorfo, la cola de escombros ya acusa la presi¨®n de radiaci¨®n solar. Se extiende a lo largo de unos 10.000 kil¨®metros hasta que vaya diluy¨¦ndose en el vac¨ªo. De momento, D¨ªdimo es el ¨²nico asteroide conocido que puede presumir de tener un peque?o ¡°cometa¡± girando a su alrededor.
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