Tu gato sabe que le est¨¢s hablando, pero ?lo entiende?
Aunque queda mucho camino por recorrer, la ciencia est¨¢ empezando a entender la comunicaci¨®n entre estos felinos dom¨¦sticos y las personas
Mar¨ªa mete la llave en la cerradura de su puerta. Ha tenido un largo d¨ªa de trabajo, pero por fin est¨¢ en casa. Como ya es costumbre, su gata la recibe cari?osa en el pasillo. Otros d¨ªas, lo primero que har¨ªa Mar¨ªa al llegar es acariciar a su mascota, pero esta vez est¨¢ tan cansada que se deja caer en el sof¨¢ sin quitarse siquiera el abrigo.
Entonces su gata la mira fijamente y le dice:
¡ªMiau.
A lo que Mar¨ªa contesta con voz m¨¢s aguda, como si se estuviera dirigiendo a un beb¨¦:
¡ª¡°?Qu¨¦ pasa, Leia? ?Me has echado de menos? Claro que s¨ª, claro que s¨ª, c¨®mo no va...
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Mar¨ªa mete la llave en la cerradura de su puerta. Ha tenido un largo d¨ªa de trabajo, pero por fin est¨¢ en casa. Como ya es costumbre, su gata la recibe cari?osa en el pasillo. Otros d¨ªas, lo primero que har¨ªa Mar¨ªa al llegar es acariciar a su mascota, pero esta vez est¨¢ tan cansada que se deja caer en el sof¨¢ sin quitarse siquiera el abrigo.
Entonces su gata la mira fijamente y le dice:
¡ªMiau.
A lo que Mar¨ªa contesta con voz m¨¢s aguda, como si se estuviera dirigiendo a un beb¨¦:
¡ª¡°?Qu¨¦ pasa, Leia? ?Me has echado de menos? Claro que s¨ª, claro que s¨ª, c¨®mo no vas a echarme de menos si llevas todo el d¨ªa solita. Ven aqu¨ª, que te doy mimos.¡±
Se ha producido un t¨ªpico ejemplo de comunicaci¨®n humano-gato. Por un lado, Mar¨ªa ha hablado con un estilo muy distinto al que utilizar¨ªa con un humano adulto. Su tono ha sido m¨¢s agudo y variable, las expresiones m¨¢s cortas y repetitivas, hablaba despacio y ha hecho preguntas que se autorrespond¨ªa al instante. Por otro lado, la gata ha dicho miau. As¨ª como los perros ladran tanto a los humanos como a otros perros, el gato ma¨²lla pr¨¢cticamente solo a los humanos, rara vez usan esta vocalizaci¨®n con los de su misma especie.
Humanos y gatos adaptamos nuestro estilo de comunicaci¨®n al relacionarnos mutuamente, pero ?sirve para algo? ?Entiende Mar¨ªa los maullidos de su gata? ?Sabe reconocer Leia cuando Mar¨ªa le habla? Solo en los ¨²ltimos a?os, la ciencia est¨¢ intentando dar respuesta a estas preguntas.
El gato ma¨²lla pr¨¢cticamente solo a los humanos, rara vez usan esta vocalizaci¨®n con los de su misma especie
Alrededor de 600 millones de gatos viven con los humanos en todo el mundo. Estos felinos son mascotas muy populares, no solo por razones pr¨¢cticas, sino tambi¨¦n por su capacidad para comunicarse con los seres humanos y formar v¨ªnculos afectivos. De hecho, los gatos tienen el repertorio vocal m¨¢s complejo de entre todos los carn¨ªvoros.
Aunque probablemente sean m¨¢s, la ciencia ha documentado que llegan a utilizar hasta 21 vocalizaciones diferentes en sus interacciones. De entre todas, la m¨¢s popular para comunicarse con nosotros es el miau. Los gatos salvajes solo ma¨²llan en alguna ocasi¨®n para marcar el territorio o atraer a una pareja, pero, en cambio, los dom¨¦sticos lo hacen constantemente cuando interaccionan con humanos.
Por eso, se piensa que el maullido puede ser un producto de la domesticaci¨®n y de la socializaci¨®n de los gatos con los humanos. Es posible que los gatos capaces de maullar lograsen captar mejor nuestra atenci¨®n, consiguiendo as¨ª ciertas ventajas. Ahora bien, esto no quiere decir que los humanos sepamos interpretar bien los maullidos.
En 2020, un estudio de la Universidad de Mil¨¢n quiso averiguar si pod¨ªamos diferenciar audios de maullidos producidos por gatos en tres situaciones distintas: esperando a la comida, siendo cepillados o aislados en un ambiente desconocido. A los participantes del estudio se les dio bastante mal la tarea: la alimentaci¨®n fue el ¨²nico contexto en el que acertaron un poco m¨¢s de lo que ser¨ªa esperado por azar.
Esto puede llevar a que nos frustremos cuando un gato ma¨²lla insistentemente y el contexto no nos ayuda a identificar la causa. No obstante, la buena noticia es que cuando el participante era el due?o del gato, s¨ª que acertaba bastante m¨¢s, por lo que tener experiencia con nuestra mascota nos puede ayudar a entenderlas mejor. A su vez, las mujeres no lo hicieron tan mal como los hombres, lo que concuerda con evidencias anteriores. Se ha visto que ellas tienden a ser m¨¢s perceptivas a la hora de interpretar las emociones, tanto de los humanos como de otros animales. Un a?o antes, otro estudio ya hab¨ªa demostrado que los humanos somos capaces de identificar distintos estados de ¨¢nimo viendo expresiones faciales de gatos, y que a las mujeres se les da mejor que a los hombres.
?Qu¨¦ piensan?
Lo que est¨¢ siendo todo un reto para la ciencia es investigar qu¨¦ pasa por la cabeza de los gatos cuando nos comunicamos con ellos, porque a estos animales no les gusta nada el laboratorio. En cuanto salen de su zona de confort, se estresan tanto que queda pr¨¢cticamente invalidado cualquier estudio que se haga en estas condiciones. Una soluci¨®n pasa por conducir los experimentos en las propias casas donde viven los gatos, para que se sientan en un entorno seguro y est¨¦n relajados.
Con este procedimiento, un estudio publicado recientemente se ha propuesto investigar si los gatos saben identificar cu¨¢ndo les hablamos a ellos. Los investigadores colocaron altavoces en la habitaci¨®n donde estaba el gato y reprodujeron audios de distintas personas diciendo frases como ¡°?Quieres jugar?¡± ¡°?Qu¨¦ tal est¨¢s?¡± ¡°?Hasta luego!¡±
Algunas veces estas frases llevaban la entonaci¨®n t¨ªpica que utilizamos cuando nos dirigimos a una mascota y otras veces llevaban la entonaci¨®n que usamos entre humanos adultos. Grabaron la reacci¨®n de los felinos para poder analizarla al detalle, apuntando cualquier movimiento, desde la rotaci¨®n de las orejas hasta el cambio de mirada. As¨ª, demostraron que los gatos diferencian los dos tipos de entonaciones y saben cu¨¢ndo se dirigen a ellos, pero solo si es su due?o o due?a quien habla.
Estos resultados van en l¨ªnea con los aportados por otro estudio realizado veinte a?os antes. En este caso, varias personas ten¨ªan que intentar interactuar con un gato desconocido. Descubrieron que el hecho de que el participante hablase al felino no contribu¨ªa a que este se acercase m¨¢s a ellos, incluso era contraproducente si se trataba de un chico y usaba bastantes imperativos. El ¨²nico factor que tuvo un efecto claro sobre el tiempo que el animal pasaba con el participante fue lo mucho o poco que a este le gustaban los gatos. Aunque aparentemente todos los humanos se comportaban igual, el gato pod¨ªa identificar por las sutilezas del lenguaje corporal a aquellos que le miraban con buenos ojos.
Los resultados de estas investigaciones hay que cogerlos con pinzas, pues la ciencia solo est¨¢ dando sus primeros pasos en el estudio de la comunicaci¨®n entre los gatos y los humanos. Sin ir m¨¢s lejos, en el experimento anterior particip¨® una sola gata, y extrapolar el comportamiento de un individuo a toda una especie es precipitado. De igual manera, los gatos que reaccionaron a las grabaciones en sus casas fueron solo 16. Son necesarios muchos m¨¢s estudios para que podamos sacar conclusiones m¨¢s definitivas sobre el entendimiento existente entre gatos y humanos.
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