Recurrir a dioses y brujas para explicar los fen¨®menos naturales es universal
El an¨¢lisis de un centenar de sociedades confirma que los humanos tienden a dar un origen sobrenatural a enfermedades, desastres e incluso guerras
Durante lo peor de la pandemia provocada por el coronavirus, varios grupos de cristianos fundamentalistas de Estados Unidos y Corea del Sur vieron llegar el Apocalipsis. Para algunos evang¨¦licos, el SARS-CoV-2 no es un simple virus de la familia de los Coronaviridae relacionado con anteriores pat¨®genos causantes de un s¨ªndrome respiratorio agudo severo. Era un castigo de Dios, incluso un aviso de la segunda llegada de Jes¨²s. Aunque la ciencia ha ido estrechando el espacio a este tipo de creencias, siguen estando ah¨ª: un estudio etnogr¨¢fico de un centenar de sociedades del planeta confirma que, cuando no hay una explicaci¨®n clara o f¨¢cil a un fen¨®meno, los humanos tendemos buscarle una explicaci¨®n sobrenatural.
Un grupo de cient¨ªficos ha recopilado informaci¨®n etnogr¨¢fica de 114 sociedades de los cinco continentes. Les interesaban en particular las culturas no occidentales y menos globalizadas. Aunque la mayor¨ªa ten¨ªan una estructura sencilla, como en el caso de los apaches o los yanomamis, tambi¨¦n incluyeron en la muestra ejemplos de gran complejidad social, como la antigua Roma, los aztecas o la civilizaci¨®n turca. Apenas hay ejemplos europeos porque, como dice el principal autor del estudio, Joshua Jackson, de la Universidad Northwestern (Estados Unidos), intentaron tener una muestra lo m¨¢s diversa posible, ¡°de modo que cada sociedad que muestreamos tuviera una tradici¨®n religiosa distinta y tuviera poco contacto con otras sociedades; la mayor¨ªa de las sociedades europeas en el registro etnogr¨¢fico eran cristianas y ten¨ªan un amplio contacto a trav¨¦s del comercio y la guerra¡±.
Los resultados de su trabajo, publicado en la revista cient¨ªfica Nature Human Behaviour, muestran que todas las sociedades menos una de las analizadas tienen explicaciones extraordinarias para eventos ordinarios. La ¨²nica que se sale de la norma son los buruso o brusho. Formado apenas por 90.000 personas, es un pueblo desperdigado por villas de las monta?as del norte de Pakist¨¢n. Islamizados hace 300 a?os, a¨²n conservan sus tradiciones anteriores y sus leyendas dicen que proceden de soldados de Alejandro Magno. ¡°No podemos decir por qu¨¦ este grupo no ten¨ªa explicaciones sobrenaturales¡±, cuenta en un correo Jackson, ya que apenas hay datos etnogr¨¢ficos de este pueblo. ¡°Lo m¨¢s probable es que se deba a que el etn¨®grafo simplemente opt¨® por no describir la religi¨®n del pueblo buruso y no porque no tengan explicaciones sobrenaturales¡±, a?ade.
En el conjunto de las sociedades, el 96% de las culturas achacan a la enfermedad (a todas o alguna de ellas) un origen sobrenatural. Las hambrunas y carest¨ªa de alimentos provocadas por malas cosechas o plagas tambi¨¦n tendr¨ªan agentes sobrenaturales en el 92% de los casos. Otros desastres naturales se quedan en el 90%.
Pero el resultado que m¨¢s destacan los autores del estudio es que para los fen¨®menos sociales (como robos, asesinatos o guerras), la explicaci¨®n sobrenatural es menos recurrente. As¨ª, aunque pueblos como los comanches decid¨ªan cu¨¢ndo entrar en guerra seg¨²n los vaticinios del brujo de la tribu, solo el 67% de las sociedades de la muestra buscan una causa divina a las guerras humanas. En el caso del robo, el porcentaje baja al 26%. Solo en el caso del asesinato, la sobrenatural vuelve a ser la explicaci¨®n dominante, con el 82%.
¡°La tendencia a explicar los fen¨®menos utilizando explicaciones sobrenaturales es algo que forma parte de la condici¨®n humana¡±Joshua Jackson, investigador de la Universidad Northwestern, Estados Unidos
¡°Nuestra investigaci¨®n sugiere que la tendencia a explicar los fen¨®menos utilizando explicaciones sobrenaturales es algo que forma parte de la condici¨®n humana¡±, dice Jackson. ¡°En realidad, esta idea se remonta a cient¨ªficos y fil¨®sofos como Charles Darwin, David Hume y Edward Tylor, quienes sugirieron que los humanos tienen una tendencia b¨¢sica a explicar los fen¨®menos del mundo mediante alg¨²n tipo de fuerza antropom¨®rfica. Cuando algo (una plaga o una tormenta) no tiene una causa humana clara, las personas pueden recurrir a agentes sobrenaturales como dioses o esp¨ªritus¡±, a?ade. Esto ¨²ltimo tambi¨¦n podr¨ªa servir para explicar la diferencia que han observado entre eventos naturales y sociales. ¡°Los fen¨®menos sociales suelen tener causas humanas claras, por lo que es menos probable que invoquemos una agencia sobrenatural¡±, completa el cient¨ªfico estadounidense.
El trabajo tambi¨¦n descubri¨® que la mayor o menor complejidad social afectaba al peso de las explicaciones sobrenaturales. En todas las sociedades, el recurso a lo divino o m¨¢gico es mayor en el caso de sequ¨ªas, rayos u otros desastres, que cuando se trata de robos o guerras. Pero a medida que las agrupaciones humanas son m¨¢s grandes, tienen una mayor estratificaci¨®n social y m¨¢s desarrollo socioecon¨®mico, la distancia entre unas y otras disminuye.
Los autores del trabajo no tiene claro el porqu¨¦ de esto. En sus conclusiones, aluden a varias posibilidades: ¡°Puede deberse a que las personas no se conocen y conf¨ªan menos entre s¨ª en las sociedades m¨¢s grandes y esta menor confianza se traducir¨ªa en creencias sobre brujer¨ªa y hechizos¡±. Otra posibilidad que apuntan es que en las sociedades complejas m¨¢s grandes, problemas como el robo o la guerra preocupen m¨¢s y, ¡°sea m¨¢s probable que desarrollen explicaciones sobrenaturales que expliquen por qu¨¦ ocurren estos fen¨®menos¡±.
¡°Los sistemas religiosos ayudan a cubrir los huecos que deja el conocimiento humano, la conocida como hip¨®tesis del Dios de los vac¨ªos¡±Joseph Watts, del Centro para Estudio de la Evoluci¨®n, las Creencias y la Conducta de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda
El bajo porcentaje de justificaciones sobrenaturales para explicar el robo no tiene tampoco una clara explicaci¨®n para los autores. En el trabajo se?alan una relaci¨®n que habr¨ªa que investigar entre religi¨®n y muerte. Mientras los otros cinco eventos naturales o sociales que han estudiado todos provocan muertos, robar no implica necesariamente asesinar al otro. En sus conclusiones, los investigadores mantienen que, sea cual sea la raz¨®n, el foco de las creencias religiosas cambia a medida que las sociedades crecen: ¡°Es m¨¢s probable que las personas usen las creencias religiosas para dar sentido al mundo social, en lugar de solo al mundo natural¡±.
Joseph Watts, coautor del estudio y cient¨ªfico del Centro para el Estudio de la Evoluci¨®n, las Creencias y la Conducta de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), destaca de los resultados de este trabajo que concuerdan ¡°con la posici¨®n que mantiene que los sistemas religiosos ayudan a cubrir los huecos que deja el conocimiento humano, la conocida como hip¨®tesis del Dios de los vac¨ªos¡±. Esa idea es ambivalente: para los te¨®logos supone que aquello para lo que la ciencia no tiene respuestas, es prueba de la existencia de un ser superior. Para los cient¨ªficos, mostrar¨ªa la tendencia natural de los humanos a explicar lo inexplicable en ese momento. Lo destaca Watts: ¡°En concreto, nuestros resultados sugieren que la gente recurre a lo sobrenatural para explicar las partes del mundo donde es dif¨ªcil identificar a los agentes responsables. Esto se sustenta en el sesgo propio de los humanos que necesitan que los eventos en el mundo suceden por alguna raz¨®n y para atribuir intenci¨®n a procesos y eventos inanimados¡±.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.