La NASA halla gran variedad de compuestos org¨¢nicos en un antiguo lago de Marte
El ¡®Perseverance¡¯ detecta la posible presencia de ladrillos b¨¢sicos de la vida formados hace unos 3.500 millones de a?os
La humanidad puede estar hoy un paso m¨¢s cerca de demostrar que hubo vida en Marte. La respuesta final depende de varias muestras de rocas y tierra recogidas por el veh¨ªculo de exploraci¨®n Perseverance de la NASA en el cr¨¢ter Jezero. Esta gran cuenca fue formada por el impacto de un meteorito y hace unos 3.500 millones de a?os alberg¨® un enorme lago del que flu¨ªa un r¨ªo.
Perseverance es la mayor misi¨®n a Marte de la historia y tambi¨¦n la m¨¢s cara....
La humanidad puede estar hoy un paso m¨¢s cerca de demostrar que hubo vida en Marte. La respuesta final depende de varias muestras de rocas y tierra recogidas por el veh¨ªculo de exploraci¨®n Perseverance de la NASA en el cr¨¢ter Jezero. Esta gran cuenca fue formada por el impacto de un meteorito y hace unos 3.500 millones de a?os alberg¨® un enorme lago del que flu¨ªa un r¨ªo.
Perseverance es la mayor misi¨®n a Marte de la historia y tambi¨¦n la m¨¢s cara. Aterriz¨® en el cr¨¢ter Jezero hace dos a?os y medio y en los ¨²ltimos meses ha estado explorando el delta del antiguo r¨ªo, hoy completamente seco y fr¨ªo. El a?o pasado, la misi¨®n ya detect¨® compuestos org¨¢nicos sencillos que podr¨ªan estar relacionados con la presencia de vida en el antiguo cauce. El artefacto guarda las muestras m¨¢s interesantes en recipientes herm¨¦ticos y los deja en el suelo para que una futura misi¨®n los traiga de vuelta a la Tierra.
Ahora, el equipo cient¨ªfico de la misi¨®n anuncia que han encontrado una gran variedad de compuestos org¨¢nicos m¨¢s complejos que podr¨ªan demostrar que hubo vida en el planeta rojo. Los datos provienen de un espectr¨®metro de luz l¨¢ser que lleva el Perseverance, conocido como Sherloc, y que detecta la luz emitida por diferentes mol¨¦culas presentes en el terreno. Se han detectado se?ales compatibles con una variedad de compuestos org¨¢nicos formados por uno o dos anillos de carbono. En la Tierra, este tipo de mol¨¦culas asociadas a otros elementos como el nitr¨®geno constituyen ladrillos b¨¢sicos de la vida para formar, por ejemplo, las unidades b¨¢sicas del ADN.
Los nuevos datos muestran una variedad de este tipo de mol¨¦culas sin precedentes, lo que indica que en el lecho del antiguo r¨ªo hab¨ªa unos procesos geoqu¨ªmicos mucho m¨¢s complejos de lo que se pensaba. ¡°Los ladrillos b¨¢sicos de la vida podr¨ªan haber estado presentes durante un largo periodo de tiempo¡± en el cr¨¢ter Jezero, concluyen los responsables del trabajo, publicado en la revista Nature, referente de la mejor ciencia mundial.
Pero el tipo de compuestos de carbono detectados por Perseverance tambi¨¦n podr¨ªan haber sido producidos por procesos geol¨®gicos sin presencia de vida, como la interacci¨®n del agua con las rocas, el volcanismo o el impacto de meteoritos.
Joseph Razzell Hollis, coautor del estudio, explica los pr¨®ximos pasos para determinar el origen de esos anillos de carbono. ¡°Estas se?ales son muy intrigantes porque podr¨ªan ser de origen biol¨®gico y, por tanto, demostrar¨ªan que los componentes b¨¢sicos de la vida pudieron estar presentes en Marte durante mucho tiempo [millones de a?os] y en varios lugares a la vez¡±, explica a este diario. ¡°Pero como cient¨ªficos planetarios¡±, a?ade, ¡°tenemos que ser muy cautos; para nosotros la explicaci¨®n biol¨®gica debe ser el ¨²ltimo recurso al que no recurriremos hasta que podamos descartar todas las posibles explicaciones alternativas¡±.
El cr¨¢ter Jezero ¡ªde 45 kil¨®metros de di¨¢metro¡ª se form¨® por el impacto de un meteorito al norte del ecuador marciano hace unos 4.000 millones de a?os. Unos 500 millones de a?os despu¨¦s el boquete se hab¨ªa llenado de agua y por uno de sus flancos flu¨ªa un r¨ªo que form¨® deltas. Los cient¨ªficos de la NASA calculan que este paisaje sobrevivi¨® unos 10 millones de a?os. Despu¨¦s Marte, que era un planeta azul con mares como la Tierra, comenz¨® a perder toda su agua y atm¨®sfera hasta convertirse en el desierto helado que es hoy. La mayor¨ªa de expertos piensa que si la vida microbiana surgi¨® en Marte solo habr¨¢ podido sobrevivir bajo tierra. En 2028, la Agencia Espacial Europea (ESA) planea enviar a Marte el Rosalind Franklin, un veh¨ªculo capaz de perforar la superficie del planeta con un taladro y buscar rastros de vida pasada en el subsuelo.
Encontrar compuestos org¨¢nicos en Jezero tiene valor independientemente de su origen, argumenta Razzel Hollis. ¡°Nuestros resultados nos muestran la gran variedad de compuestos org¨¢nicos que han sobrevivido en Marte a pesar de todo el tiempo que ha pasado y nos dan una primera imagen de c¨®mo era este planeta en los tiempos que ten¨ªa agua; justo cuando en la Tierra comenz¨® a evolucionar la vida¡±, resalta.
La NASA y la ESA planean enviar otra misi¨®n a Marte para recolectar las muestras dejadas por Perseverance con dos drones, cargarlas en un peque?o cohete y lanzarlas a la ¨®rbita del planeta, donde otro artefacto las recoger¨¢ y las traer¨¢ de vuelta a la Tierra. Esta misi¨®n pionera se completar¨ªa a principios de la pr¨®xima d¨¦cada. Si todo sale bien y las muestras llegan a salvo, ser¨¢ el momento de la verdad. Los cient¨ªficos abrir¨¢n los tubos herm¨¦ticos y el an¨¢lisis en laboratorio demostrar¨¢n si los compuestos descubiertos fueron producidos por seres vivos hace miles de millones de a?os.
Encontrar vida en Marte ser¨¢ "dur¨ªsimo"
Fernando Rull es investigador del espectrómetro láser que llevará a bordo del vehículo de exploración marciana Rosalind Franklin, desarrollado por la Agencia Espacial Europea y que despegará hacia Marte en 2028. La misión ha sufrido importantes retrasos debido a la guerra de Ucrania. El experto destaca la importancia del hallazgo de Perseverance, pero advierte de que hay que ser muy cautos, pues “que haya compuestos orgánicos no quiere decir que sean de origen biológico, podrían ser causa de procesos geoquímicos”. El futuro rover europeo tendrá una gran ventaja. “Por primera vez podremos perforar hasta dos metros en el suelo y sacar muestras”, explica Rull. “A esa profundidad es mucho más probable que los compuestos orgánicos estén bien preservados porque no les alcanza la radiación que sí hay en la superficie”, detalla. Aun así, el Rosalind Franklin no tiene capacidad de guardar muestras para traerlas a la Tierra, así que será muy complejo y largo encontrar pruebas concluyentes de vida in situ. “Va a ser una cuestión científica durísima”, concluye Rull.
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