El CSIC abre expediente disciplinario a cinco cient¨ªficos implicados en la trama saud¨ª para ama?ar el ¡®ranking¡¯ de universidades
Los investigadores espa?oles declararon falsamente que trabajaban en Arabia Saud¨ª, presuntamente previo pago de hasta 70.000 euros anuales
M¨¢s de medio a?o despu¨¦s de que EL PA?S destapase la trama saud¨ª para hacer trampas en el ranking mundial de universidades, el mayor organismo cient¨ªfico de Espa?a ha abierto expedientes disciplinarios a sus cinco investigadores presuntamente implicados, seg¨²n confirman fuentes del Ministerio de Ciencia. Varias universidades ¨¢rabes pagan hasta 70.000 euros anuales por cabeza a reputados cient¨ªficos extranjeros para que...
M¨¢s de medio a?o despu¨¦s de que EL PA?S destapase la trama saud¨ª para hacer trampas en el ranking mundial de universidades, el mayor organismo cient¨ªfico de Espa?a ha abierto expedientes disciplinarios a sus cinco investigadores presuntamente implicados, seg¨²n confirman fuentes del Ministerio de Ciencia. Varias universidades ¨¢rabes pagan hasta 70.000 euros anuales por cabeza a reputados cient¨ªficos extranjeros para que mientan y declaren en una base de datos que su lugar de trabajo principal est¨¢ en Arabia Saud¨ª. Gracias a este enga?o, las instituciones acad¨¦micas saud¨ªes trepan artificialmente en las clasificaciones de las mejores universidades del mundo, como el famoso ranking de Shangh¨¢i.
Un portavoz del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) evita concretar los nombres de sus trabajadores expedientados, pero solo hab¨ªa cinco miembros del organismo con la informaci¨®n falseada en esa base de datos, un listado con los 7.000 cient¨ªficos m¨¢s citados del mundo, elaborado por la empresa especializada Clarivate. El qu¨ªmico Dami¨¤ Barcel¨® declar¨® entre 2016 y 2022 que su afiliaci¨®n primaria era la Universidad Rey Sa¨²d, en la ciudad saud¨ª de Riad, pese a que en realidad era el director del Instituto Catal¨¢n de Investigaci¨®n del Agua, en Girona.
La qu¨ªmica Mira Petrovic, tambi¨¦n investigadora de la misma entidad catalana, recibi¨® una oferta de la Universidad Rey Sa¨²d en 2019. Un profesor ¨¢rabe le explic¨® las sencillas condiciones. ¡°Tu afiliaci¨®n primaria debe ser la Universidad Rey Sa¨²d en la base de datos de la Lista de Cient¨ªficos Muy Citados de Clarivate [la utilizada por el ranking de Shangh¨¢i]¡±, le inform¨® el profesor. Una vez que ejecutase la trampa, le llegar¨ªa un documento. ¡°Tras la firma del contrato y la aprobaci¨®n del director del Programa de Becas para Cient¨ªficos Distinguidos, recibir¨¢s 70.000 euros en tu cuenta bancaria¡±. Petrovic rechaz¨® la oferta inmediatamente. El cient¨ªfico holand¨¦s Jan Willem van Groenigen confirma que recibi¨® una propuesta similar y tambi¨¦n la rehus¨®. Dami¨¤ Barcel¨®, sin embargo, asegur¨® a este peri¨®dico en abril que ¨¦l no ha estado cobrando 70.000 euros anualmente en su cuenta bancaria durante los siete a?os en los que ha mentido en la base de datos.
El qu¨ªmico Rafael Luque, de la Universidad de C¨®rdoba, s¨ª declar¨® falsamente entre 2019 y 2022 que su lugar de trabajo principal era la Universidad Rey Sa¨²d. La instituci¨®n cordobesa se desplom¨® unas 150 posiciones en el ranking de Shangh¨¢i por aquella trampa a escondidas de su investigador, seg¨²n un c¨¢lculo de la consultora barcelonesa SIRIS. El pasado diciembre, la Universidad de C¨®rdoba suspendi¨® 13 a?os de empleo y sueldo a Luque. El portavoz del CSIC, sin embargo, subraya la ¡°presunci¨®n de inocencia¡± de sus cinco expedientados. El propio Dami¨¤ Barcel¨® est¨¢ siendo investigado por la Oficina Antifraude de Catalu?a, seg¨²n fuentes conocedoras de su caso, pero sigue siendo director en funciones del Instituto Catal¨¢n de Investigaci¨®n del Agua, cuyo patronato preside Joaquim Nadal, consejero de universidades de la Generalitat de Catalu?a. Los 14 cient¨ªficos principales del centro de Barcel¨® pidieron en abril su suspensi¨®n cautelar inmediata, sin ¨¦xito.
El ranking de Shangh¨¢i es la clasificaci¨®n universitaria m¨¢s influyente del planeta. Sus autores ¡ªespecialistas de la Universidad Jiao Tong de esa ciudad china¡ª calculan la posici¨®n de cada instituci¨®n acad¨¦mica en funci¨®n de factores como el n¨²mero de ganadores del Nobel y la cantidad de profesores incluidos en la Lista de Cient¨ªficos Muy Citados de la empresa Clarivate. Las universidades saud¨ªes contactan cada a?o con investigadores extranjeros de ese listado y les ofrecen dinero f¨¢cil a cambio de mentir y declarar que trabajan en Arabia Saud¨ª en primer lugar. El truco solo se aprecia en esa base de datos.
El investigador Francisco Tom¨¢s Barber¨¢n, exdirector del Centro de Edafolog¨ªa y Biolog¨ªa Aplicada del Segura del CSIC, tambi¨¦n modific¨® su informaci¨®n en 2020 en la base de datos y afirm¨® que su lugar de trabajo principal era la Universidad de Taif, cerca de La Meca, en vez de su aut¨¦ntica instituci¨®n, en Murcia. Tom¨¢s Barber¨¢n, un tecn¨®logo de los alimentos experto en microbios intestinales, es el presidente del ¨¢rea de Ciencias agrarias y agroalimentarias de la Agencia Estatal de Investigaci¨®n, dependiente del Ministerio de Ciencia.
El f¨ªsico del CSIC Andr¨¦s Castellanos declar¨® entre 2020 y 2022 que su afiliaci¨®n primaria era la Universidad Rey Sa¨²d, pese a que trabaja en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid. En junio de 2023, cuando ya se conoc¨ªa su implicaci¨®n en la trama saud¨ª, fue elegido acad¨¦mico de n¨²mero de la Academia Joven de Espa?a, una organizaci¨®n dedicada a promocionar la ciencia.
El CSIC, presidido por la polit¨®loga Elo¨ªsa del Pino, inici¨® en abril una investigaci¨®n interna caso por caso tras recibir una consulta de este diario. El Comit¨¦ de ?tica del CSIC, encabezado por el fil¨®sofo Txetxu Aus¨ªn, habl¨® con los cinco trabajadores ahora expedientados, pero no contact¨® con investigadores que rechazaron la oferta saud¨ª y tienen pruebas del funcionamiento del fraude, como la propia Mira Petrovic y Mario Est¨¦vez, un veterinario de la Universidad de Extremadura que tambi¨¦n aparece en la lista de cient¨ªficos m¨¢s citados del mundo.
Ese primer procedimiento del CSIC concluy¨® hace unos d¨ªas ¡°afirmando que quiz¨¢ podr¨ªa haber indicios de una presunta infracci¨®n administrativa de la que pueden derivarse eventuales responsabilidades¡±, seg¨²n el portavoz del organismo. El expediente disciplinario implica una investigaci¨®n con mayor profundidad, aunque otras fuentes del CSIC subrayan que la instituci¨®n no puede obtener informaci¨®n de las cuentas bancarias de sus trabajadores.
Adem¨¢s del qu¨ªmico Dami¨¤ Barcel¨®, el f¨ªsico Andr¨¦s Castellanos y el tecn¨®logo de los alimentos Francisco Tom¨¢s Barber¨¢n, los otros dos investigadores del CSIC vinculados a la trama saud¨ª son Pedro Luis Rodr¨ªguez Egea, un experto en sequ¨ªa del valenciano Instituto de Biolog¨ªa Molecular y Celular de Plantas, que declar¨® trabajar en la Universidad Rey Sa¨²d entre 2017 y 2020; y Roberto Fern¨¢ndez Lafuente, del madrile?o Instituto de Cat¨¢lisis y Petroleoqu¨ªmica, que en 2020 y 2021 afirm¨® que su afiliaci¨®n primaria era la Universidad Rey Abdulaziz, en la ciudad saud¨ª de Yeda. Tras la apertura de los expedientes disciplinarios, EL PA?S ha escrito a los cinco investigadores, sin recibir respuesta de ninguno, salvo de Francisco Tom¨¢s Barber¨¢n. ¡°Estando en curso un expediente creo oportuno no hacer declaraciones, pero en ning¨²n caso ha existido perjuicio para el CSIC¡±, se ha limitado a se?alar el cient¨ªfico que asegur¨® trabajar cerca de La Meca, en vez de en Murcia.
Un informe de la consultora SIRIS analiz¨® en mayo la dimensi¨®n del fraude en el mundo. Desde hace alrededor de una d¨¦cada, 210 investigadores muy citados de otros pa¨ªses han declarado que su lugar de trabajo principal es una universidad saud¨ª. La mayor¨ªa de ellos son de China (44), Espa?a (19), Estados Unidos (16) y Turqu¨ªa (14). Espa?a tambi¨¦n ocupa el podio en t¨¦rminos relativos, ya que aproximadamente el 10% de sus cient¨ªficos muy citados minti¨® en la base de datos de 2022, un porcentaje solo superado por el de Turqu¨ªa (40%) e India (12%). En Espa?a, el matem¨¢tico Juan Luis Garc¨ªa Guirao, de la Universidad Polit¨¦cnica de Cartagena, ha actuado durante a?os como intermediario de la Universidad Rey Abdulaziz, para intentar convencer a cient¨ªficos espa?oles de que mintieran en la base de datos, seg¨²n las grabaciones y documentos a los que ha tenido acceso este peri¨®dico.
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